Seis miembros de una supuesta banda de narcotraficantes fueron detenidos
en varios allanamientos realizados en la zona sur del Gran Buenos Aires.
En uno de los procedimientos, en una villa de emergencia de Remedios de
Escalada, se produjo un confuso tiroteo. Allí murió una
mujer que integraba el grupo delictivo y que, según la Policía
Bonaerense, fue asesinada en forma accidental por uno de sus cómplices.
En el enfrentamiento también fue herido un agente. Un dato curioso
del caso, denominado Plata Blanca por la policía, es
que la causa comenzó cuando una abogada que está entre
los seis detenidos intentó sobornar a dos oficiales de la
seccional cuarta de Remedios de Escalada. Lo más sorprendente fue
que los uniformados simularon aceptar los 400 pesos semanales que le ofrecían
para liberar la zona al tráfico de drogas, pero en
realidad hicieron la denuncia ante la Justicia y con ese gesto de honestidad
quedó abierta la investigación.
Tal vez porque son pocas las oportunidades que tiene para hablar sobre
gestos de lealtad dentro de la fuerza, el ministro de Seguridad bonaerense,
Ramón Verón, llamó ayer por la mañana a una
inusual conferencia de prensa. Era un sábado, a horas del nacimiento
de la era López Murphy, lo que tal vez explica la casi total ausencia
de la prensa. Por razones que no quiso difundir, Verón eludió
dar el nombre de la abogada acusada de intento de coima y no reveló
la identidad de los otros cinco detenidos y de un prófugo, supuesto
falso abogado.
Sólo se dio el nombre de Rosa Petrona Riquelme, de 31 años,
identificada como la persona que murió en el tiroteo ocurrido en
el cruce de las calles General Paz y Madariaga, en Villa Esperanza, partido
de Remedios de Escalada. Según la información oficial, el
autor de la muerte, también detenido, estaba afectado a la custodia
de la casilla desde donde la muerta vendía droga a clientes que
accedían al kiosquito golpeando la ventana de la humilde
casa. El hombre, dijo la policía, estaba armado con dos pistolas
que llevaba colgando a cada lado de la cintura, enfundadas en cartucheras
como en el lejano oeste.
En el interior de la casilla se encontró una cantidad pequeña
de droga: apenas un kilo trescientos gramos. No obstante, al caso se le
dio una denominación similar a la de los grandes operativos, Plata
Blanca, y en la reunión estuvieron, además de Verón,
el virtual jefe de la Policía de la provincia, comisario mayor
José María Gallina; el superintendente de Coordinación
General, comisario Amadeo DAngelo; el titular de la Departamental
de Seguridad de Lomas de Zamora, comisario inspector Daniel Rago; el jefe
de la Departamental de Investigaciones de Lomas, comisario Claudio Smith,
y los mismísimos policías honestos, el subcomisario
Salvador Darío Baratta y el oficial principal Alejandro Ruiz Vichi.
Baratta y Vichi, según dijo Verón, fueron los que hicieron
la denuncia ante el juez federal de Lomas de Zamora Alberto Santa Marina.
Esto ocurrió en diciembre del año pasado y la investigación
se cerró el viernes, a las 19, con varios operativos en Burzaco,
Longchamps y la Villa Esperanza. En el enfrentamiento resultó herido
el oficial José Luis Batista, quien se encuentra internado en el
Hospital Evita de Lanús.
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