Con la dignidad que aprendimos
de España, no volveremos a ella mientras se nos someta a la humillación
de presentar un permiso para poder visitar lo que nunca hemos considerado
ajeno. La sentencia fue publicada ayer en el diario español
El País, en una carta abierta al presidente del gobierno español,
José María Aznar, firmada por varios intelectuales colombianos
encabezados por el escritor Gabriel García Márquez y el
pintor Fernando Botero. El motivo es la decisión de la Unión
Europea de exigir visa a los colombianos que quieran ingresar a Europa.
Antes, los colombianos podían prescindir del visado para ir a España,
Italia, Austria y Alemania. Por otro lado, ayer hubo manifestaciones en
España a favor de los inmigrantes ilegales. Hubo argentinos y uruguayos
entre los presentes.
Alrededor de 5000 personas, la mayoría de ellos inmigrantes, salieron
ayer por el centro de Madrid para protestar contra el endurecimiento de
la política de inmigración del gobierno español a
partir de la aprobación de la Ley de Extranjería a principios
de este año. Otra manifestación tuvo lugar en San Sebastián,
a la que fueron un millar de personas. Los inmigrantes, entre los cuales
hay una gran cantidad de argentinos y uruguayos, reclaman que se modifiquen
los artículos de la nueva Ley de Extranjería que reglamenta
la expulsión inmediata de España de los inmigrantes que
no tengan sus documentos en regla. Ningún ser humano es ilegal
y Papeles para todos fueron los lemas coreados por los manifestantes.
Pero el endurecimiento no corre sólo para quienes no tienen los
documentos en regla. También vale para los colombianos, quienes
sí o sí necesitarán un visado para entrar a cualquier
país de la Unión Europea. Los intelectuales colombianos
reaccionaron, como era de esperar, por la autoinclusión de España
en esta lista.
Señor presidente: en sus manos está una decisión
de unión o desunión con los pueblos hispanoamericanos. La
Madre Patria podrá portarse como tal y no darnos la espalda en
uno de los momentos más duros de nuestra historia, o podrá
también portarse como una madrastra despiadada, dice la nota
firmada por los escritores Alvaro Mutis, Fernando Vallejo, William Ospina,
Darío Jaramillo y Héctor Abad, además de García
Márquez y Botero. Nosotros queremos poder entrar a España,
no digamos como Pedro por su casa, pero sí como los hijos viajeros
que de vez en cuando vuelven a deshacer sus pasos por los caminos de unos
antepasados reales o inventados, agrega la misiva.
Si nos atrevemos a hacerle un reclamo a esa gran nación que
nos enseñaron a considerar, con razón o sin ella, como nuestra
Madre Patria, es por el hondo convencimiento que tenemos de no ser ajenos
a España (...) Los hispanos no podemos ser tratados por España
como unos forasteros más. Aquí hay brazos y cerebros que
ustedes necesitan. Somos hijos o si no hijos, al menos biznietos de España.
Y cuando no nos une un nexo de sangre, no une una deuda de servicio: somos
los hijos o los nietos de los esclavos y los siervos injustamente sometidos
por España, dijeron.
Sectores políticos de Colombia se sumaron ayer a la protesta. La
posición de los intelectuales es muy valerosa y la entiendo como
una actitud orientada a hacer respetar la dignidad de Colombia ante el
mundo, dijo el presidente de la Comisión Segunda de la Cámara
de Representantes, el conservador Manuel Velasco. Aseguró que promoverá
una ofensiva parlamentaria y diplomática ante el gobierno español
para que revoque o aplace la medida, que entrará en vigor en abril
próximo. Por su parte, el liberal Antonio Guerra, miembro de la
Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, respaldó la carta
e insistió que la medida de la UE menoscaba la dignidad de los
colombianos. En ese sentido, el ex presidente Ernesto Samper (1994-1998)
consideró que la postura de los países europeos denota cierta
xenofobia contra aquellas naciones que se encuentran en vía
de desarrollo.
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