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La UIA festejó el arribo del Mingo al Gobierno

Los dirigentes de la entidad fabril se reunieron con Domingo Cavallo para conocer cuál será su estrategia en el gobierno de Fernando de la Rúa. Apuestan a una política de fomento de la industria, que LM les negaba.

Por Claudio Scaletta

La Unión Industrial Argentina está contenta con la llegada de Domingo Cavallo al Gobierno. Mientras el ex ministro de Economía, Ricardo López Murphy, nunca se prestó a concederles una entrevista, lo que indignó a los industriales, el fin de semana Cavallo dialogó fluidamente con la cúpula de la entidad. Los hombres de la UIA dejaron traslucir ayer los efectos del encuentro. En un comunicado apoyaron “el llamado del Presidente de la Nación a un gobierno de unidad nacional”, aunque lo condicionaron a que el plan económico emergente no se limite al ajuste fiscal.
De la retórica del comunicado surge que el apoyo no es incondicional. De acuerdo al texto se debe posibilitar “un Plan que resuelva en forma global y simultánea todos los desequilibrios que hoy presenta la economía, teniendo como eje central la reactivación y el crecimiento”, es decir, no sólo el desequilibrio fiscal.
La reunión del pasado domingo no fue la única, los contactos informales ocurren desde tiempo atrás. No fueron pocas las oportunidades en que los dirigentes de la central fabril dejaron entrever su beneplácito con la figura del ex superministro de Carlos Menem. Si algo no se le puede negar a Domingo Cavallo es su ascendencia sobre los empresarios. A pesar de que durante la década del ‘90 se profundizó el proceso de desindustrialización iniciado en la Argentina a mediados de los ‘70 –un hecho no sólo aceptado sino propagandizado por la UIA–, el titular de Acción por la República parece haber logrado convencer a los industriales sobre su supuesta opción reactivadora. A favor del eclecticismo industrial vale agregar la contribución hecha por la ortodoxia en capítulos de José Luis Machinea y el espanto producido por la opción López Murphy.
Consultada por el cambio de perspectiva sobre el aporte del antiguo superministro, una fuente de la UIA dijo a Página/12 que “nadie está dispuesto a darle a Cavallo un cheque en blanco, precisamente por su historia”. Simplemente, el ex ministro “comprende mucho mejor los problemas de competitividad que tiene la economía argentina derivados de la distorsión de los precios relativos”. El otro aspecto que concita la aprobación industrial es que “Cavallo no es un ortodoxo que se resiste a salir de un determinado modelito económico, sino que es consciente de que la economía tiene también un problema de demanda”. Precisamente sobre estos tópicos versó la reunión mantenida con Cavallo sólo un día después de no haber asistido al acto de aclamación de López Murphy en la Bolsa de Comercio.
Pero lo que parece haber terminado de seducir a los industriales fue, entre tanta receta ortodoxa, el “pragmatismo” que el hombre de Acción por la República les transmitió. Y en particular, la insistencia del mediterráneo en la necesidad de bajar impuestos. En esta línea, quienes prefieren recordar sólo los aspectos positivos de la gestión Cavallo, traen a colación la importante baja en aportes patronales y el pacto fiscal con reducción de ingresos brutos y sellos.
Lo que queda claro es que no es el “prestigio internacional” lo que hoy prevalece del aporte Cavallo, sino su capacidad de aglutinar a dos sectores del poder económico local transitoriamente enfrentados: los fabricante exportadores con la gran banca, las privatizadas y algunas firmas que se reparten mercados oligopólicos. Frente al ajuste sin matices de López Murphy, la opción Cavallo trae la esperanza, aunque no la certeza, de una devaluación ordenada vía una convertibilidad respecto a una canasta de monedas y una rebaja impositiva a través de una renegociación de los compromisos externos.

Brasil sufre la crisis
El real cayó a 2,17 por dólar y la Bolsa de San Pablo perdió el 2,6 por ciento. Las depreciaciones se originaron en el temor de los operadores de que el paquete de ajuste argentino no obtenga respaldo político. “Si algo ocurre en Argentina, va a golpear a Brasil por contagio”, dijo José Carlos Faria, economista jefe de Deutsche Bank en San Pablo. En tanto, Fernando Figueiredo, director de Política Monetaria del Banco Central brasileño, sostuvo que la baja en el valor de la moneda se debió a que “estamos claramente frente a una exageración”. Los paños fríos fueron puestos por Pedro Malán, ministro de Hacienda: “Los sólidos fundamentos de la economía brasileña llevarán al real a una revalorización”, consideró.

 

 

 

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