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@En las escuelas primarias, los colegios secundarios y los centros de
capacitación terciaria habrá aulas vacías. En las
universidades, en cambio, los estudiantes y profesores seguirán
con las tomas pacíficas y habrá nuevos cortes de calles
y actos al por mayor. En el sector privado hay señales de una disposición
extendida a adherir a la protesta. El paro docente de 48 horas convocado
por la Confederación de Trabajadores de la Educación sumó
sin esfuerzo a todo el arco de la comunidad educativa. La medida de fuerza
obtuvo un guiño de la Iglesia, que ayer censuró sin eufemismos
el recorte de los fondos para el sistema educativo: “A los reduccionistas
del mercado les decimos que esto (la educación) es un bien social”,
señaló el vicario episcopal para la Educación Juan
Torrella. Simultáneamente, los ministros de Educación de
las provincias gobernadas por la Alianza se reunieron con el secretario
Andrés Delich y reclamaron que se impida el recorte.
Además de ir al paro, gran parte de los gremios docentes anticiparon
que marcharán esta tarde a la Plaza de Mayo para participar de
la movilización contra el ajuste de trabajadores y desocupados.
La concentración frente a la Casa Rosada está prevista para
las dos de la tarde y es convocada por la CGT de Hugo Moyano, la CTA de
Víctor De Gennaro y la Corriente Clasista y Combativa de Carlos
“El Perro” Santillán.
También habrá algunas marchas en el interior del país,
aunque la mayor cantidad de movilizaciones se realizará mañana,
en coincidencia con el paro nacional. En la Ciudad de Buenos Aires los
maestros de Ctera volverán a marchar junto a los estudiantes de
la FUA, los profesores de la Conadu y el Consejo Interuniversitario Nacional,
desde la Plaza de los Dos Congresos al Ministerio de Economía.
En el Ministerio de Educación ayer se siguió alimentando
la propuesta de evitar el recorte con la creación de nuevos impuestos
sobre las clases más acomodadas. “Básicamente se piensa
en uno centrado en 270 mil grandes contribuyentes y otro para los padres
con hijos en la universidad, que tengan sueldos mayores de dos mil quinientos
pesos”, apuntaron en cercanías del secretario Andrés
Delich. Sumadas, apuntó la fuente, ambas iniciativas podían
aportar unos 600 millones de dólares por año. Pero la titular
de Ctera Marta Maffei dijo desconocer ambos proyectos e insistió
en que el criterio del gremio será “oponerse a la creación
de nuevos impuestos porque el problema podría resolverse cobrando
los que ya existen”.
Ayer los maestros hicieron asambleas y clases públicas en todas
las escuelas del país para explicar las consecuencias del ajuste.
“Vi a los padres muy receptivos; en general todos ya estaban bastante
informados sobre la pérdida del incentivo docente, aunque algunos
desconocían la magnitud del ajuste y el vaciamiento de la educación
pública que va a significar”, contó ayer Francisco
“Tito” Nenna, titular de la Unión de Trabajadores de
la Educación porteños. También puntualizó
que una de las preocupaciones más escuchadas fue “si también
se va a arancelar la escuela pública”.
Pasado mañana un congreso de la Confederación deberá
decidir si vuelve a armar la Carpa Blanca y cómo continúa
su plan de lucha. En principio, la Ctera llamó a todos los sectores
sociales a conformar un Frente Cívico en Defensa de la Educación
Argentina. Además del rechazo al recorte de 1130 millones sobre
el presupuesto educativo, los gremios docentes repudiaron también
con diversas declaraciones “el despido de estatales, el recorte de
sueldos y la aplicación de impuestos a los combustibles patagónicos
–que aumentará el costo de vida– y al tabaco que sin
dudas generará desempleo”.
Fuentes educativas evaluaban anoche que los colegios religiosos se acoplarían
a la medida de fuerza ya que con el ajuste estarían perdiendo unos
200 millones de subsidios.
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