Por
Verónica Abdala
Uno
se expone a ser parte del rating y no importan los valores humanos: es
así. La rionegrina Lorena del Valle González, apodada
generosamente La Cardone, definía así el sábado
por la noche su lógica de participante en Gran Hermano.
Lo hacía en un momento especial: acababa de enterarse de que, junto
a la cordobesa Patricia, la de las lágrimas fáciles, había
sido seleccionada por sus compañeros de convivencia como candidata
a la eliminación. Madre y divorciada, La Cardone tiene
un carácter aguerrido y avispado, una resolución masculina
a la hora de enfrentar la adversidad, y una ambición a prueba de
competidores. Cocina pan, anda todo el día descalza y se jacta
de tener más voluntad que los demás para hacer los quehaceres
domésticos, como lavar los platos.
Patricia parece su contracara: frágil, huidiza, hipersensible,
se ha pasado buena parte de los primeros nueve días llorando, algunos
de ellos rogando por ser la elegida para irse, luego de que el sábado
próximo concluya la votación telefónica del público.
En la madrugada del domingo, en una escena que sólo se vio por
DirecTV, Lorena aseguró haber sido hace no tantos años amante
de un conocido entrenador de fútbol nacido en la misma provincia
de un reciente ex presidente. Dos días antes, en una charla de
diletantes que fue recogida en la página de Internet del programa,
Patricia había afirmado que si un hombre le propusiera sexo anal,
lo abofetearía.
El programa de Telefé incorporó ayer dos emisiones más
por día (a las 11.45 un cuarto de hora en vivo, a las 15.30 el
resumen de la mañana y de 20.30 a 21), una novedad de peso para
los 12 competidores internados en la casa y una revista que inundó
los quioscos. La novedad es que esta semana los competidores deberán
recorrer a pie, sobre una cinta sinfín, una distancia de 697 kilómetros,
que equivale a la distancia entre Capital Federal y Santa Rosa, en La
Pampa. Los participantes, turnándose en segmentos de por lo menos
una hora cada uno, deben cumplir la tarea disfrazados de gauchos. La semana
anterior, por capricho de ese poder omnímodo llamado Gran
Hermano, debieron mantener encendida una fogata durante cuatro días.
El patrón del juego, claro, los premió con dinero.
La Revista Oficial de Big Brother cuenta las peripecias diarias de los
concursantes, así como sus biografías, pero a partir de
una edición que apunta a rescatar los elementos más emotivos
y supuestamente sorprendentes de una convivencia que, en la realidad,
aparenta ser bastante aburrida. Bajo títulos como Nacieron para
la misma aventura o Una vida de película, los protagonistas sonríen
en fotografías que los muestran a los pocos meses de vida, en la
escuela, en el viaje de egresados: las etapas de la vida que aquí
sirven de cuenta regresiva la convivencia. Que es minuciosamente narrada
en páginas tituladas como Pura emoción, aunque lo que se
relata sea, por caso: Sábado 17 de marzo. Gran Hermano les
entregó comida a los chicos un día y medio antes de lo previsto.
La Revista Oficial es un producto barato, tipo fanzine de grupos pop para
adolescentes. Un escote, una mirada furtiva, una caricia sutil o el elástico
de una bombacha resultan igualmente interesantes para los editores: las
fotos arman un collage para un público interesado en recortar fotos
Las páginas centrales presentan a los que aparentan ser los preferidos
de la gente, sin embargo, tiene sus preferencias, según se puede
constatar en la página de Internet, en que sigue punteando la rubia
Tamara, que se ganaba la vida, antes de todo esto, como bailarina nocturna.
Un
empate virtual con Nico
El
segundo especial sabatino de Gran Hermano mantuvo una
puja muy pareja con el primer programa de Sábado bus
por Canal 13, en una competencia llena de estratagemas. El programa
de Nicolás Repetto le ganó la puja final de dos horas
por escasos céntimos: 14.3 a 14.1, según las mediciones
de rating de Ibope. Al programa estrella de Telefé le resultó
la estrategia de empezar un poco antes y concretar un maratónico
primer bloque de 45 minutos, pero cuando fue a un corte tuvo una
pequeña fuga de espectadores rumbo al rival. A Nico le pasó
al revés, sobre todo en su penúltimo tramo, antes
de la típica definición del juego de los corchitos,
por un auto 0 kilómetro, donde, terminado ya el horario del
rival, trepó hasta 16, cerca de las 23.30. Para GH
los 14.1 puntos de rating son una repetición de los guarismos
del primer sábado, pero menos de los 20 de promedio que hizo
en sus primeras emisiones diarias de media hora. Para Repetto, sus
14.3 son inferiores a su promedio anual en Telefé, hasta
el año pasado. Sin embargo, esos 14.3 le bastaron para ser
el programa más visto del sábado y el tercero del
fin de semana, detrás de Fútbol de Primera,
que hizo 17.4 y del Cine III, de Telefé, que
rindió 15.5.
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