Por Eduardo Tagliaferro
Aunque es una militante histórica
del radicalismo, con su discurso y sus investigaciones se ganó
la desconfianza de los dirigentes de su propio partido que están
en el Gobierno. En diálogo con Página/12, muestra su desconfianza
hacia Fernando de la Rúa en las investigaciones sobre lavado de
dinero durante la última década. Critica en bloque a la
dirigencia política y asegura, optimista, que nacerá
un nuevo régimen.
¿Cómo interpreta el ingreso de Domingo Cavallo al
gobierno del presidente Fernando de la Rúa?
Yo no quiero hablar de la coyuntura. Hablar de la coyuntura carece
de sentido. El análisis político correcto es que estamos
frente a un proceso social de cambio muy fuerte donde la deslegitimación
del régimen es brutal. La sociedad le ha retirado la confianza
a la economía y a la política. El primer emergente fue la
renuncia de Carlos Alvarez. Esto comienza a ser como la hora. Pese al
apoyo de todo el establishment financiero, López Murphy no duró
48 hs. y esto obliga a poner a Cavallo, última carta del régimen.
En realidad estamos frente la aparición de una nueva matriz política,
económica y social en la Argentina. Matriz que se vislumbrará
en los próximos 60 días.
¿Cómo describiría el actual momento político?
Estamos frente a un proceso muy parecido al que llevó a Hipólito
Yrigoyen a la presidencia y al que se vivió en 1945 con el nacimiento
del peronismo. Este es un fenómeno cíclico. El acceso de
Yrigoyen tiene que ver con las masas de clase media inmigrante, la llegada
del peronismo es la irrupción de la clase trabajadora y éste
viene por la privación de ambas.
Tanto con el nacimiento del yrigoyenismo, como en el del peronismo,
los sectores sociales que representaban presionaban para ingresar en la
escena política. ¿Le parece que este momento se le asemeja?
En realidad hoy la presión es pacífica. No estamos
frente a una instancia movilizadora, la gente actúa retirando la
confianza. Este retiro se nota en la energía social y en las encuestas.
Aunque estas son metodologías nuevas, la reacción es la
misma.
Luego de que el Presidente convocara a Cavallo, algunos dirigentes
aliancistas comparaban el escenario con el que se vivió durante
el gobierno de Isabel Perón, ya sea por el vacío de poder
político como por una sensación de autogolpe. ¿Coincide
con esta apreciación?
Me da la impresión de que este escenario tiene más
que ver con el final de un régimen económico que deslegitima
lo político. Tiene muchas más semejanzas con el desmoronamiento
de la dictadura militar en 1982. Este proceso excede al presidente de
la República. Es un proceso social que hubiera pasado bajo cualquier
presidente que pretendiera darle continuidad al viejo régimen.
¿Cómo influye en los partidos políticos?
Posiblemente vayamos a un proceso de ruptura, de desligamiento y
de síntesis política.
¿Cómo impactará en el radicalismo este proceso
de caída del régimen, como usted lo califica?
Esta crisis prácticamente ha hecho desaparecer al Frepaso,
que es la fuerza más nueva en la política. Como dice Homero,
cuando los dioses deciden perder a las personas primero las enloquecen.
Pero también va a cruzar al radicalismo y al peronismo.
¿Cavallo también puede enloquecer al Presidente?
Por supuesto y también al radicalismo.
¿Qué espera de Raúl Alfonsín?
Yo tengo una enorme esperanza en sus convicciones personales. En
momentos históricos las decisiones son morales. Se decide por su
historia, se decide por la historia de su partido. Se decide por el futuro.
Se decide si se es cómplice o no del régimen que se va.
¿Qué opina del encuentro entre Hugo Moyano y el general
Eduardo Alfonso, mano derecha del titular del Ejército, Ricardo
Brinzoni?
La matriz de la nueva Argentina está caracterizada por más
República, más democracia y una igualitaria distribución
del ingreso. No va a haber un corrimiento autoritario, porque aquí
hubo un genocidio. Creo que Moyano se equivoca profundamente.
El Presidente dijo en Chile que Argentina no es, no ha sido,
ni será un centro de lavado de dinero. ¿Qué
opina?
Esta frase expresa una complicidad y ratifica mi desconfianza anterior.
¿Considera que desde el Gobierno se intentará frenar
las investigaciones de lavado de dinero?
Estoy segura de ello desde hace mucho tiempo. Igualmente se conocerá
la verdad.
¿Si es así usted le reclamaría a Alfonsín
y al radicalismo una actitud más activa?
En los momentos más duros de soledad, Alfonsín me
dio su apoyo y solidaridad. Creo que en este tema hay una complicidad
entre Fernando de Santibañes y Enrique Nosiglia.
¿Cómo cree que actuará Cavallo en este tema?
Espero los hechos. Quiero ver lo que hace Cavallo.
Está de acuerdo con otorgar al Ejecutivo las facultades especiales
reclamadas por el Presidente.
La delegación de facultades especiales fue mi oposición
al acuerdo de coincidencias básicas que se aprobó en la
Convención Constituyente.
ENTREVISTA
CON LUIS FARINELLO, CANDIDATO EN PROVINCIA
Este es un modelo de muerte
Por Romina Calderaro
Dice que el Frepaso está
desorientadísimo y el Gobierno titubeante.
Que Carlos Chacho Alvarez no lo decepcionó porque nunca
creyó demasiado en él. Que el ministro de Economía,
Domingo Cavallo, el ex ministro Ricardo López Murphy y el presidente
Fernando de la Rúa representan el mismo modelo de hambre.
Por todo eso, el sacerdote Luis Farinello, candidato a senador por el
Polo Social, marchó ayer junto al MTA de Hugo Moyano y la CTA de
Víctor De Gennaro.
¿Contra qué marchó ayer? ¿Contra la
incorporación de Domingo Cavallo al gobierno, contra el plan de
Ricardo López Murphy o contra Fernando de la Rúa?
Es un mismo modelo que se implementa con rostros distintos, pero
es una voluntad política. Es un modelo de muerte. Contra eso uno
marcha.
¿Cuán mal ve al gobierno?
Y, titubeante, sin rumbo. No saben bien qué hacer y entonces
se entregan. Es un gobierno entregado a los técnicos y a los grandes
grupos económicos. Es un gobierno resignado y sin rumbo.
¿Y al Frepaso?
Desorientadísimo. La Alianza está totalmente rota
y ahora, para poder gobernar, el Gobierno busca desesperadamente otra
alianza. Y es con Cavallo. Qué cosa tan loca que la gente haya
votado hace poco más de un año por una alternativa y ahora
tengamos que pedirle que nos salve a una persona que en 1999 sacó
el diez por ciento de los votos.
¿Chacho lo decepcionó?
El nunca se opuso a lo que es el modelo económico. Además,
siempre estuvo cerca de Cavallo. Yo creo que con su renuncia él
quiso tomar distancia de un gobierno mediocre poniendo como excusa lo
ético para después volver a la política con fama
de tipo puro.
Pero no le salió.
Al principio parecía que sí, pero al final le salió
mal porque la gente consideró una cobardía que se haya ido.
Además se fue y no se fue. Dijo yo me voy, pero la Alianza
sigue, ustedes quédense. Y había discusiones graves,
porque los compañeros le decían Qué vivo. Vos
te vas y nos dejás con este boludo a nosotros y vos te hacés
el puro.
Cuando estaba en campaña, Cavallo fue a visitar a la gente
de la parroquia de Quilmes y usted lo recibió. ¿Qué
impresión le quedó de él?
Salió mal parado. Hubo un rechazo unánime y mucha
gente se animó a discutirle. Había dos o tres economistas
que sabían bastante y él pensaba y las cosas se le fueron
de las manos. Después él comentó que la mía
era una parroquia muy ideologizada.
¿Cómo está midiendo en las encuestas?
Tengo más o menos un quince por ciento de intención
de voto. Yo no hice ninguna encuesta, pero Artemio López nos hace
encuestas gratis.
¿Alicia Castro va a ser candidata a diputada por el Polo
Social?
Estamos cerquita.
¿Qué piensa del gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf?
No sé muy bien lo que hay detrás de esa sonrisa.
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