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Por Mónica Gutiérrez
 A pocos minutos de asumir al
frente del Ministerio del Interior, Ramón Bautista Mestre sostuvo
que, si el Congreso tiene predisposición, no hacen falta facultades
extraordinarias para Domingo Cavallo. El sucesor de Federico Storani,
un hombre poco proclive a la conformación de la Alianza en su propia
provincia desde un comienzo, niega que sea crítica la ausencia
del Frepaso en el gobierno nacional. Mientras para el jefe de los diputados
nacionales, Humberto Roggero, será “una pesadilla para Córdoba”
tener al ex gobernador en ese cargo, Mestre le aseguró a Página/12
que como funcionario “dejará de lado” sus diferencias
con De la Sota.
Pocos minutos antes de jurar, Mestre conversó con este diario.
–¿Qué opina sobre el pedido de atribuciones extraordinarias
por parte de Domingo Cavallo?
–Bueno, si lo que han manifestado los gobernadores justicialistas
y los bloques de las cámaras se cumple, en el sentido de estar
en sesión permanente, creo que no hace falta ninguna facultad extraordinaria.
No se justifican los superpoderes si el Congreso puede actuar con prontitud
y darles tratamiento prioritario a las medidas que el país necesita
en forma urgente.
–¿No cree que queda en una situación complicada el
liderazgo del presidente De la Rúa?
–El verdadero responsable de resolver los problemas de la crisis
es el Presidente de la Nación, él los resolvió de
esta manera, tratando de poner el acento en la solución de cada
uno de los problemas. No hay cesión de poder a Cavallo, eso no
existe, hay que pensar que todas las decisiones están en manos
del presidente De la Rúa.
–¿Le preocupa la relación con los gobernadores? Los
patagónicos, por ejemplo, quedaron particularmente sensibilizados
con las medidas de López Murphy...
–Hay que hacer la relación con los gobiernos provinciales
lo más fluida posible. El conjunto de la nación y las provincias
tienen que trabajar por el bien del país. Si hablamos de Kirchner,
es probablemente el gobernador cuya provincia quizá menos problemas
económicos tenga, así que todos deberán medir sus
reclamos en torno de la realidad de un país en crisis.
–¿Cómo imagina la relación con De la Sota, con
quien ha discrepado públicamente hasta hace algunas semanas?
–Hay una cosa que es la relación de un dirigente con otro
y otra muy distinta, el sentido funcional de quien tiene la responsabilidad
de ser ministro del Interior. Yo voy a hacer todos los esfuerzos a mi
alcance para que la relación sea lo mejor posible. Existen las
diferencias, no las voy a negar, pero trataremos de superarlas en pro
de una convivencia positiva. Además, los cuadros que difundió
la prensa sobre lo que Córdoba perdería con el ajuste están
aumentados (los funcionarios delasotistas anunciaron el fin de semana
pasado que la provincia se vería perjudicada en 130 millones por
el ajustazo), existe el riesgo con el tema privatizaciones que está
llevando adelante el gobierno provincial, pero eso es parte del juego;
las coyunturas son así.
–¿Cree que se podría haber evitado la crisis que desembocó
en la renuncia masiva de funcionarios, sobre todo de los frepasistas?
–Esta no es una crisis de la Alianza, sino de la Argentina. De un
altísimo nivel de endeudamiento que han puesto al país en
una situación límite, a causa de que hemos gastado lo que
no teníamos. En su momento las renuncias estaban justificadas,
cuando se anunció el ajuste que perjudicaba fundamentalmente a
la educación, hoy, al haberse anulado la propuestas que dieron
origen a esas renuncias, ya no lo están, pero es el escenario que
quedó. El Presidente es quien debe responder sobre la ausencia
de dirigentes del Frepaso... –Pero las protestas sociales no se han
desactivado..., ni con Cavallo en el gobierno...
–Es que con Cavallo no desaparecen las causas, hay que ver qué
se hace de aquí en adelante. De momento, las medidas han sido dejadas
sin efecto y deberían quedar sin efecto también las protestas.
–Usted tiene la imagen de un administrador austero, ¿qué
le pidió concretamente De la Rúa?
–Usted está diciendo que yo soy hosco, es una cuestión
de actitud, estoy acostumbrado a esa imagen que ven los demás,
no puedo cambiarme la cara, no hay cirugías que hagan posible cambiar
esa imagen. Lo que pasa es que el buen manejo de las finanzas públicas
es parte de aquellos políticos que creemos que estamos administrando
el dinero de la gente, no el nuestro, y en consecuencia no hay que gastar
más de lo que se tiene.
EL
REGRESO DE CAVALLO SEGUN ANALOGIAS Y HAIME
Una de cal y otra de arena
Por Raúl
Kollmann
Domingo Cavallo mejoró
su imagen positiva tras el acuerdo con Fernando de la Rúa y, además,
dos de cada tres argentinos están a favor de que se le haya otorgado
el manejo de la economía. Estos datos surgen de la consultora Analogías,
que conduce Analía Del Franco, y que desde hace mucho tiempo trabaja
para De la Rúa. La información abre polémicas entre
los propios encuestadores ya que, como adelantó ayer Página/12,
la consultora Equis, que conduce Artemio López –más
cercana al Frepaso y a la CTA–, dio a conocer datos contrarios, es
decir que dos de cada tres argentinos están en contra del ingreso
de Cavallo al Gobierno.
El trabajo de Analogías se efectuó con consultas telefónicas
entre 600 encuestados de Capital Federal, Gran Buenos Aires, Córdoba,
Mendoza y Tucumán. Registra una repetición de las preguntas
desde hace mucho tiempo, es decir que se puede seguir una secuencia tanto
de la imagen de Cavallo como de la opinión sobre su ingreso al
Ejecutivo. La imagen tiene lógica de crecimiento, sobre todo si
se tiene en cuenta que todos los encuestadores perciben que Cavallo es
considerado por la gente como un técnico y por ello se lo valoriza
más cuanto mayor es la crisis. Aceptación que no se corroboró
cuando tentó suerte en las urnas.
Ante otras preguntas de la misma encuesta, el 69 por ciento dijo que no
creía que Cavallo fuera a devaluar y un 37 por ciento señaló
que está más tranquilo con la llegada de Mingo al Ministerio
de Economía. Un 43 por ciento manifestó estar igual de tranquilo
o intranquilo que antes y un 20 por ciento está más intranquilo.
Las opiniones a favor de la renuncia de Ricardo López Murphy son
muy mayoritarias: 75 por ciento.
El dato más controvertido es el que evalúa el ingreso de
Cavallo al Gobierno. El estudio de Analogías señala que
hay un 64 por ciento a favor y un 34 por ciento en contra. Exactamente
lo opuesto a lo que dice la encuesta de Equis. “Nosotros venimos
preguntando sistemáticamente lo mismo desde el principio del gobierno
de De la Rúa –señala Del Franco–. A principios
de 2000 había un 40 por ciento de gente a favor y eso fue evolucionando
como la imagen de Cavallo: bajó con las elecciones, después
volvió a subir y ahora llegó al 64 por ciento. Hay un fuerte
acuerdo a su presencia en el gabinete.” Eso sí, todos coinciden
en que la mayor oposición al flamante ministro está en los
sectores de menores recursos.
Ayer, el consultor Hugo Haime terminó de procesar una encuesta
cuyos resultados equidistan de los de sus colegas de Analogías
y Equis. Según el trabajo, el ingreso de Cavallo al Gobierno despierta
tanta adhesión como antipatía: 50 por ciento se manifestó
a favor, y 50 por ciento en contra.
Otro consultor, que también trabaja para el Gobierno, coincide
en que son mayoritarias las opiniones a favor del ingreso de Cavallo,
pero agregó algunos datos llamativos: más de la mitad de
los consultados está en desacuerdo con la vuelta de Chacho Alvarez
al gabinete, un 80 por ciento se opone a cualquier acuerdo con el menemismo
y de los gobernadores justicialistas al que mejor evalúan para
un acuerdo con el gobierno nacional es a Carlos Reutemann.
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