Por Laura Vales
En la marcha confluyeron desocupados,
estudiantes, maestros, dirigentes sociales y políticos, sindicatos,
partidos de izquierda. Las columnas terminaron de acomodarse en la Plaza
de Mayo a eso de las dos de la tarde. Justo entonces empezó a gotear.
Media hora más tarde llovía a morir y hubo que apurar los
discursos. Empapado como todos los demás, Hugo Moyano ratificó
desde el palco que habría paro aunque en lugar de Ricardo López
Murphy estuviera Domingo Cavallo: El pueblo no sabe lo que está
pasando, pero advierte que los enemigos de la patria se han apoderado
del gobierno, dijo el titular de la CGT rebelde. Su frase reflejó
bastante bien el clima que se vivió ayer en la plaza.
La movilización contra el modelo económico fue convocada
por la CTA de Víctor De Gennaro, la Corriente Clasista y Combativa
de Carlos El Perro Santillán y la CGT de Moyano, junto
a organizaciones de desocupados de todo el país. Fue una plaza
dura; la mitad de los manifestantes fueron desempleados del conurbano,
Salta, Tucumán, Jujuy y La Plata. La otra mitad eran trabajadores
de los gremios más afectados por la crisis, y estudiantes y docentes
de facultades públicas.
En general todos coincidieron con igual entusiasmo en festejar la caída
de López Murphy. Ese es nuestro gran aliciente, apuntó
De Gennaro. Hubo una clara actitud de rebelión de la gente,
de los estudiantes, de los docentes, de los comerciantes, de los pequeños
empresarios que salimos rápidamente a decirle no a este golpe de
estado financiero.
Pero arriba del escenario se marcaron nítidamente dos discursos.
El que pronunciaron los representantes de las organizaciones de desocupados
(hablaron en total ocho dirigentes barriales del Gran Buenos Aires y algunas
ciudades del interior del país) fue el más áspero:
Este gobierno no es nuestro, es de otro lado, sostuvo Silvia
Saravia. Tenemos que armar un movimiento nacional y volver a llenar
la plaza hasta que se vayan. El representante jujeño de la
Federación de Tierra y Vivienda convocó a seguir cortando
rutas hasta terminar con esta política y echar también a
(Domingo) Cavallo; el del Movimiento de Desocupados Teresa Rodríguez,
a trabajar por la unidad para echar a De la Rúa.
Moyano se centró en la ratificación del paro. El movimiento
obrero ha querido estar presente en este reclamo justo de los sin trabajo,
puntualizó. Antes de despedirse le dedicó una frase a Rodolfo
Daer: Esta CGT señaló en alusión a la
propia nació para luchar y no para ser chupamedia de los
gobiernos de turno. Santillán, aun con duras críticas
al modelo, estuvo también varios decibeles abajo. Pidió
por la libertad de Emilio Alí, cuyo juicio oral empezará
dentro de un mes, y consideró que hoy toda la Argentina se
volvió piquetera. De Gennaro tuvo un entredicho con Moyano
y terminó por no subir al palco.
Abajo se vio una mezcla particular: los piqueteros de La Matanza que caminaron
toda la noche y toda la mañana desde su distrito hasta el centro;
gordas con ojotas a metros de universitarios de pelos cortados al ras;
murgas de barrio formadas con un redoblante de cada color, pero también
batucadas de lujo de militantes sindicales uniformados, chicas con polleras
hindúes y otras con sus guardapolvos de docentes. Por encima de
todo eso mucha bandera argentina.
El padre (y candidato a senador por el Polo Social) Luis Farinello encabezó
su columna en silla de ruedas le sacaron un yeso del pie hace poco.
Hay que parar igual, con López Murphy o con Cavallo; los
dos encarnan por igual la cara más cruel del modelo, le dijo
a este diario antes de abrir el acto con una bendición ecuménica.
En la esquina de la 9 de Julio se cruzó con Raúl Castells,
que venía de pasar la noche preso. Los dos se abrazaron.
Detrás avanzó la columna de la CTA con la Federación
de Tierra y Vivienda, encabezada por De Gennaro y el concejal Luis DElía.
Y después la CCC con Santillán y el dirigente Juan Carlos
Alderete. DElía yAlderete son los dos dirigentes de La Matanza
que han liderado los últimos cortes de ruta del distrito y que
mantienen un largo enfrentamiento por la entrega de planes de empleo transitorio
con el Ministerio de Trabajo. Ayer, apenas terminó la marcha, anticiparon
que organizarán una nueva, también a Plaza de Mayo, pero
sólo de desocupados. Es que esa había sido originalmente
la finalidad de la marcha de ayer, antes de que el ajustazo y los cimbronazos
en el gobierno la convirtieran en la avanzada del paro general.
Gordos
quieren participación
Por D.S.
La CGT de Rodolfo Daer reclamó
participación en el Gobierno, lo que se tradujo como
un reclamo de cargos en los ministerios de Trabajo, Salud y Desarrollo
Social. Así lo informaron ayer fuentes oficiales luego del encuentro
que ayer mantuvo la cúpula de esa central con Domingo Cavallo.
Café y medialunas mediantes, los sindicalistas escucharon cómo
el flamante ministro de Economía destrozaba a su predecesor Ricardo
López Murphy llegó a decir que el ajuste de FIEL parecía
una monografía para la universidad y prometía producción,
desarrollo y empleo, aunque evitando un plan grandilocuente.
La reunión pedida por Cavallo, y a la que concurrió el flamante
ministro e Infraestructura, Carlos Bastos, se desarrolló en la
Federación de Luz y Fuerza, la coqueta zona de Callao y Quintana,
muy cerca de donde vive el gremialista Oscar Lescano.
Según la versión de los sindicalistas, Daer puso reparos
al pedido de poderes extraordinarios, y luego se fue contento con las
vagas promesas recibidas y, sobre todo, temeroso de que no se hagan realidad.
El jefe de prensa de la CGT, Carlos West Ocampo, resumió la sensación
generalizada en pocas palabras: Hasta ayer el deporte nacional era
Métanlo a Cavallo. Lo decía Ruckauf, Chacho
Alvarez y De la Rúa. Ahora el deporte nacional pasó a ser:
Párenlo a Cavallo, porque se va a llevar todo por delante.
Si hasta nos dijo que sus reformas no se pueden hacer al ritmo del Congreso.
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