Los mercados financieros recibieron con beneplácito a Domingo Cavallo.
A pesar de la fuerte baja de Wall Street, donde cayó el Dow Jones
y se desmoronó el Nasdaq, todos los indicadores locales mostraron
una evolución positiva. La única excepción fueron
las cotizaciones de las empresas. Sin embargo, aunque las acciones líderes
terminaron la jornada con una baja del 0,6 por ciento, abrieron en alza
llegando a acumular una ganancia de hasta el 3,5 por ciento. Los bonos
Brady recuperaron 1,5 por ciento. El riesgo país bajó de
901 a 891 puntos. La FED bajó medio punto la tasa.
La decisión de la Reserva Federal, banca central estadounidense,
brinda alivio a las finanzas de países endeudados, entre ellos
Argentina. El desembarco de Domingo Cavallo en Economía alentó
a los corredores, aunque mantienen todavía dudas sobre cómo
se estructurará el respaldo político para sostener las iniciativas
del nuevo ministro de Economía.
El mismo Cavallo se había encargado, a primera hora de la mañana
de ayer, de disipar incertidumbres. Consciente de las turbulencias que
en los mercados financieros provocan las indefiniciones, se dirigió
al Palacio de Hacienda y brindó una breve conferencia de prensa.
Sus palabras trataron de ser contundentes. No va a haber ninguna
sorpresa, ni monetaria, ni cambiaria, ni fiscal, disparó.
El ahorro de la gente, los precios, el tipo de cambio va a seguir
igual por muchos años. La convertibilidad no va a ser abandonada
nunca, afirmó.
Las palabras del nuevo titular del Palacio de Hacienda fueron bien recibidas
por los mercados financieros. Las acciones abrieron en alza, aunque terminaron
con una leve baja del 0,6 por ciento. Pero la causa de la caída
no fue la crisis política interna, sino la inducción generada
por la retracción de los mercados internacionales. La Reserva Federal
de Estados Unidos, tal cual se preveía, decidió ayer una
baja de la tasa de interés para contarrestar la desaceleración
de su economía. Normalmente esta medida repercute favorablemente
en las cotizaciones, pero la baja de medio punto en vez de tres cuartos,
como todos los operadores esperaban, generó expectativas negativas
que se tradujeron en la caída del Dow Jones y del Nasdaq. El Dow
que agrupa a las principales firmas industriales perdió 238,35
puntos el equivalente a 2,4 por ciento quedando en 9720 puntos.
En tanto, el más volátil índice Nasdaq de las empresas
tecnológicas, especialmente de las vinculadas a la Net Economía
y la Biotecnología cayó 4,8 por ciento.
En Buenos Aires, a contrapelo de esta tendencia los bonos de la deuda
externa argentina (Brady) se recuperaron en promedio el 1,5 por ciento.
Los títulos públicos flotantes (FRB) concluyeron a 86,25
dólares. Y las tasas interbancarias treparon a un piso del 30 por
ciento anual.
El riesgo argentino dejó atrás su persistente alza y experimentó
una moderada recuperación. Medido en términos del índice
EMBI de JP Morgan, bajó 0,33 por ciento. Al cierre quedó
en 897 puntos básicos, un nivel superior al de Venezuela y cercano
al de Turquía. Las acciones, en cambio, borraron la ganancia del
3,5 por ciento experimentado desde la apertura. El índice Merval
de las firmas líderes cerró en 440,2 puntos, un 0,6 por
ciento abajo. El panel de empresas arrojó un balance de 28 alzas,
21 bajas y seis papeles sin cambios, pero el recinto bursátil ganó
volumen de transacciones, al aumentar de 24,6 a 36,8 millones de pesos
en comparación con la rueda anterior.
Cardoso está
preocupado
La crisis económica de Argentina, sus repercusiones en
el Mercosur y en las negociaciones para la creación de la
zona de libre comercio continental preocupan al presidente de Brasil,
Fernando Henrique Cardoso.
Según informó su ministro de Comunicaciones, Joao
Pimenta da Veiga, el presidente Cardoso admitió que
está preocupado con lo que está sucediendo en Argentina,
que no es nada bueno, porque repercute en el Mercosur, pero a la
vez reconoce la fuerza que tiene ese país para superar la
crisis, argumentó. La única repercusión
a corto plazo en Brasil, agregó el ministro, será
la conocida especulación y nada más, porque
aquí no hay crisis cambiaria, tenemos un superávit
fiscal, la inflación bajo control y la situación bancaria
está equilibrada. Pimenta da Veiga agregó que
la situación argentina exigirá mucha convergencia
política y que el regreso al Ejecutivo de Domingo Cavallo
es positivo porque él conoce bien la economía
de su país. En tanto, el canciller brasileño,
Celso Lafer, expresó su confianza en que, bajo el comando
de Domingo Cavallo, Argentina sabrá encontrar medios
para superar sus dificultades, a través de medidas que fortalecerán
incluso al Mercosur, Lafer afirmó que Cavallo conoce
la importancia del Mercosur y del mercado brasileño para
la dinámica de la economía argentina. Según
el canciller, la recuperación de la economía argentina
es esencial para definir el futuro del bloque regional y la cohesión
de sus socios en las negociaciones externas. Una Argentina
fuerte es un patrimonio para todos nosotros y para el futuro del
Mercosur, concluyó.
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LAMENTOS
DEL FUGAZ EQUIPO ECONOMICO DE FIEL
Los incomprendidos en retirada
Con la dignidad de cruzados
derrotados por los infieles, en medio de invocaciones a la seriedad
y deseos para que sea lo mejor para el país y para el nuevo
ministro, los personajes más emblemáticos del fugaz
equipo que ocupó por dos semanas el Palacio de Hacienda, Manuel
Solanet, Daniel Artana y el propio Ricardo López Murphy, coincidieron
por separado en que no evaluaron correctamente el apoyo político
que recibiría el programa presentado el pasado viernes.
No obstante, aunque reconocieron el error, los funcionarios persistieron
en sus certezas. El consenso no se logró, no por el contenido intrínseco
del fallido plan, sino porque fue mal comunicado. Según
los flamantes ex funcionarios, el ajuste no atacaba a la educación.
En ningún caso, sería absurdo, hubo un intento de
recortar el gasto de educación, intentó justificar
LM, ayer por la mañana luego de que Domingo Cavallo le deje la
posta ante los periodistas. Después dijo que en todo momento fue
consciente de las limitaciones políticas de su plan. No soy
ingenuo, enfatizó. La causa de su rápida salida de
Economía fue otra. Perdimos la batalla con la opinión
pública, no la pudimos ganar, reconoció. No
quiero decir que no la libramos, no la pudimos ganar, completó.
Manuel Solanet, más apesadumbrado, expresó que sin
duda no puedo decir que tenga una buena sensación. Creo
que hubo una muy grande incomprensión, que no nos acompañó
un esquema de poder que era necesario para que todo esto pudiera encauzarse,
agregó. El ex hombre de la dictadura, sin embargo, no dio el brazo
a torcer. Hubiera sido necesario un esfuerzo a lo mejor mayor para
que se entendiera que no se estaba atacando la educación, sino
que se estaba cargando el peso de la corrección en un desvío
que debía corregirse, explicó. Daniel Artana, por
su parte, dijo que nosotros no somos dogmáticos.
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