A nadie dolió más el anuncio del lunes de que los zapatistas
regresarían el viernes rumbo a la selva chiapaneca como a Vicente
Fox. Porque gracias a la larga marcha al DF sólo ha crecido la
popularidad del Subcomandante en su duelo con el presidente mexicano,
y éste no ha obtenido el menor rédito político. Más
aún, lo ha enfrentado con su propio Partido de Acción Nacional
(PAN) en busca de que éste votara en el Congreso mexicano, o al
menos discutiera, la ley de derechos indígenas. Una ley que es
el mayor de los reclamos zapatistas y el primero que estaba en el origen
de la marcha de 3000 km, sin armas pero con los pasamontañas puestos,
que en 15 días llevó a los 24 subcomandantes de la selva
al DF. Fox montó a toda velocidad una contraofensiva de negociaciones.
El operativo rescate incluyó un pedido al Congreso
para que recibiera al líder zapatista, a quien envió una
carta para programar una reunión conjunta, y el anuncio de que
acelerará la liberación de presos y el desmantelamiento
de las últimas bases militares en la selva de Chiapas.
En una declaración desde la residencia presidencial de Los Pinos,
Fox ofreció lo que creía que era prenda de buena voluntad
al anunciar que había ordenado la transformación en centros
de desarrollo indígena de tres cuarteles. Las bases de La Garrucha,
Guadalupe Tepeyac y Río Euseba eran las últimas que quedaban
pendientes de ser desmanteladas de un total de siete cuyo cierre había
exigido el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)
el 2 de diciembre entre sus condiciones para reanudar los contactos con
el gobierno, suspendidos en 1996. Contactos que todavía no han
comenzado, pero que fueron una de las más firmes promesas electorales
de Fox en una campaña que le permitió poner fin a 71 años
de monopolio del poder en México por el PRI (Partido Revolucionario
Institucional).
Propongo (a Marcos) que tengamos un diálogo que conduzca
a la aprobación de la ley indígena, para que impulse
en todo el país un ambicioso programa de desarrollo humano para
10 millones de hermanos y hermanas. Como presidente de todos
los mexicanos, hago un llamado respetuoso al Congreso para que encuentre
los espacios y las formas para recibir y escuchar al EZLN, agregó
Fox. Al otro reclamo zapatista también le prestó ayer atención
preferencial el jefe de Estado conservador, en el poder desde el 1º
de diciembre. Informó que había dado instrucciones
para que sean liberados los presos zapatistas en jurisdicción federal
una vez que el EZLN dé la lista.
La iniciativa de Fox surge menos de 24 horas después de que el
Subcomandante denostó a los políticos cavernícolas
por impedirles hablar en el Congreso en defensa de la ley indígena
y anunció que volvía a la selva a buscar nuevas formas
de lucha. Entre grupos de legisladores, el repliegue zapatista despertó
el temor de que la decisión fuera el preludio de un endurecimiento
por parte del EZLN, alzado en armas hace más de siete años.
Y el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados,
Ricardo García, del oficialista PAN, anunció que el Congreso
enviará al EZLN una propuesta de formato para el diálogo
más flexible, imaginativa y generosa, pero retuvo la
prohibición del uso de la tribuna a los zapatistas porque así
lo ordena la Constitución.
Si, en los términos del gobierno, las condiciones del EZLN referidas
a los presos y a las bases militares pueden darse por cumplidas, falta
la tercera y más importante, el diálogo en el Congreso sobre
la ley indígena. Es precisamente la condición que Fox, como
titular del Ejecutivo, no puede conceder ni siquiera acelerar en su trámite.
Su propio partido es minoritario en el Congreso. Y tampoco está
encolumnado detrás de la postura del diálogo abierto en
la versión zapatista, desde la tribuna del recinto parlamentario
y menos de la aceptación de la ley en sus términos actuales
donde los anhelos de autonomía territorial y justicia propia
(según usos y costumbres indios) entran en conflicto con la soberanía
del Estado y la independencia del Poder Judicial. Pero el cumplimiento
de todas y cada una de las tres condiciones es imprescindible. Marcos,
quien ayer realizó un acto en la UniversidadAutónoma Metropolitana,
se mantuvo su negativa a mantener cualquier contacto con el Poder Ejecutivo
hasta tanto se cumpla cabalmente lo exigido.
SI
NO HAY ACUERDO, NO HAY ENTRADA EN LA UNION EUROPEA
El palo y la zanahoria macedonios
Por José
Comas *
Desde
Skopje
Los dos partidos albaneses representados
en el parlamento de Macedonia, uno en el gobierno y otro en la oposición,
firmaron ayer una declaración conjunta en la que apelan a la guerrilla
del Ejército de Liberación Nacional (ELN) a dejar las armas
y volver a sus casas. La declaración se rubricó en Skopje
a instancias del representante de la Unión Europea para Asuntos
Exteriores y Seguridad, Javier Solana. Al mismo tiempo, el ELN hizo llegar
a la prensa un comunicado en que exige que el gobierno emita una señal
de si quiere o no la paz. Si el gobierno no responde, el ELN amenaza con
no responsabilizarse de lo que ocurra. En el frente de Tetovo el Ejército
de Macedonia parecía dispuesto a intervenir contra los alzados
en armas y ha concentrado tropa de artillería pesada y carros de
combate en las inmediaciones.
Solana se marchó de Skopje con una firma de los partidos parlamentarios
albaneses sobre un documento que la evolución de los acontecimientos
podría dejar reducido a papel mojado. La zanahoria del acuerdo,
que se debe firmar a principios de abril entre Skopje y Bruselas, coloca
a este país en la primera fila entre los balcánicos que
hacen cola a las puertas de la Unión Europea (UE). Solana trató
de dejar claro al gobierno macedonio que la alternativa es Europa o nacionalismo
y que al país ahora en crisis más le vale seguir la senda
que lleva a Bruselas. Al mismo tiempo, Solana apretó las clavijas
a los dos partidos parlamentarios albaneses, el Partido Democrático
de los Albaneses (DPA), que cuenta con 11 diputados y cinco ministros
en el gobierno, y el opositor Partido para la Prosperidad Democrática
(PDP), que ocupa 14 escaños en la oposición. Los dos partidos
se encuentran en una delicada situación, entre la espada y la pared,
tras la irrupción violenta de la guerrilla del ELN.
La guerrilla también habló ayer y echó la pelota
al campo del gobierno al afirmar que de él depende la paz o una
guerra, que aseguran no desear: Apelamos a los partidos macedonios,
gubernamentales o no, a que aclaren si quieren cumplir nuestras demandas
de forma pacífica o si tenemos que recurrir a la violencia.
Solana se pronunció en Skopje en contra de un diálogo con
los alzados en armas. Esta es la posición del gobierno de Macedonia,
que parece dispuesto a que el Ejército empiece a actuar en la región
de Tetovo para desalojar a la guerrilla de sus posiciones.
* De El País de Madrid, especial para Página/12.
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