Por D. C.
En la Fundación Mediterránea,
la Fundación Novum Milenium bunker propio de Domingo Cavallo
y los economistas que trabajan más cerca del nuevo ministro de
Economía se diseña la elaboración de nuevas medidas.
A su vez, el ratificado en los hechos, aunque todavía no
formalmente Daniel Marx como secretario de Finanzas viajaría
esta misma semana a Washington para cerrar la negociación por un
nuevo crédito por parte de organismos multilaterales y el Tesoro
de Estados Unidos. Cavallo quiere contar con una asistencia de 3000 a
7000 millones de dólares para superar la crisis fiscal sin tener
que recurrir a la conocida receta del ajuste indiscriminado. Cavallo
llegó al Gobierno con el crédito acordado. Era una de las
garantías que buscó para hacerse cargo de la economía,
aseguró en diálogo con Página/12 un economista que
formará parte del nuevo equipo del Palacio de Hacienda. Ese dinero
le dará tiempo a Cavallo para moverse con tranquilidad hasta que
comiencen a rendir frutos las medidas que imaginó para salir de
la recesión y aumenten los ingresos tributarios.
Para más adelante, Cavallo piensa en un esquema para facilitar
la repatriación de capitales de argentinos en el exterior. Estimaciones
privadas señalan que hay más de 100 mil millones de dólares
depositados fuera del país. Cavallo considera que en esta nueva
etapa y aprovechando sus atribuciones como superministro, sería
posible flexibilizar las condiciones para el reingreso de ese dinero.
Se trata de una idea que ha sido cuestionada en el pasado porque se habilitaría
un blanqueo de dinero que, se supone, salió para no declararlo
a impositiva. Una de las obsesiones de José Luis Machinea durante
toda su gestión en Economía fue allanar los caminos para
el ingreso de capitales. Pero nunca pensó en explorar la polémica
vía de una del blanqueo para dinero fugado al exterior. El equipo
de Cavallo, en cambio, estudia esa posibilidad, aunque será un
tema para el futuro.
Por el contrario, el ministro considera que debe avanzarse de inmediato
en un acuerdo con los gobernadores por el manejo de los fondos de asistencia
social. Está de acuerdo con la idea de la creación de una
Agencia que centralice la administración de esos recursos, tal
como propuso Chacho Alvarez. Un candidato para ocupar ese eventual espacio
es Marcos Makón, el renunciante ministro de Desarrollo Social.
Para Cavallo, el manejo de la ayuda asistencial supondría la toma
de mayor poder. En el proyecto de ley de competitividad que
envió ayer al Congreso figura expresamente la solicitud de facultades
especiales, entre otras cosas, para disponer cambios en la asistencia
social.
Otra medida que se lanzará en el corto plazo es tercerizar el control
sobre el pago de las asignaciones familiares. La Anses detectó
enormes fraudes de empresas fantasmas que declaran empleados que en realidad
no tienen, pero por los que cobran asignanciones familiares. Cavallo quiere
que una empresa privada se encargue de fiscalizar los pagos para evitar
ese tipo de maniobras. También se recurrirá al sector privado
para la cobranza de impuestos, aunque en este caso la fiscalización
quedará a cargo de la DGI.
En materia tributaria, la Fundación Mediterránea está
elaborando un proyecto que fija el cronograma de reducción de impuestos
que anunció ayer Cavallo. Se empezará por los sectores transables
y más afectados por la recesión y luego se intentará
extender el beneficio de la menor presión impositiva a otros sectores.
Con todo esto, Cavallo rompe con la lógica de los planes económicos
que se vinieron aplicando de Roque Fernández en adelante y, especialmente,
de Ricardo López Murphy, que con su plan de ajuste salvaje le sirvió
en bandeja a Cavallo su reingreso al poder.
Lágrimas del
Mingo
Puede haber sido fruto de una jornada maratónica de reuniones.
También de la tensión acumulada de un día agotador.
O, simplemente, porque, pese a las apariencias, algo de sensibilidad
tiene. No estaba Norma Pla enfrente de él. Eran nada más
y nada menos que los 120 empresarios más poderosos del país.
Luego de su enésima arenga para conseguir las facultades
extraordinarias para sacar a la economía argentina del pozo
depresivo, Domingo Cavallo se quebró. Bajó del
estrado con los ojos llenos de lágrimas. Los aplausos lo
quebraron. Volvió al palco desde donde se dirigió
al auditorio para agradecer la muestra de respaldo manifestado por
los hombres de negocios. La convocatoria nació de la Fundación
Novum Millenium para recordar a Carlos Tacchi, el secretario de
Ingresos Públicos de la gestión anterior de Domingo
Cavallo. El motivo era juntar dinero para la viuda de Tacchi, que
está pasando dificultades económicas. Cavallo recordó
emocionado a Tacchi y expresó su entusiasmo por la recuperación
de la economía. Al final, se le cayeron algunas lágrimas.
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