Por Eduardo Tagliaferro
¿Ser o no ser oficialismo?,
es la cuestión que divide las aguas del Frepaso. Fracasado el intento
de ocupar la jefatura del nuevo Gabinete y luego de haber reconocido que
aceptaba volver al Gobierno, el líder frentista Carlos Chacho
Alvarez ahora propone a su fuerza analizar medida por medida.
El debate recién se insinúa y los chachistas
aparecen cuestionados por izquierda y por derecha. Unos le critican a
Alvarez haber llevado a Cavallo al Gobierno mientras otros defienden la
continuidad de la Alianza, fuera cual fuere su proyecto político.
Precisamente el proyecto político que se desprende de la propuesta
económica de Cavallo es la piedra que divide a los frentistas.
Cuando diseñaba el escenario en el que el ex ministro de Carlos
Menem ingresaría al Gobierno, Chacho pensaba al Mingo
impulsando políticas activas y veía al Frepaso en un lugar
destacado del poder. Frustrado el reclamo frentista para hacerse cargo
de la Jefatura de Gabinete, luego de haber descartado hacerse cargo del
Ministerio del Interior y de Desarrollo Social, Alvarez ordenó
al jefe de Gobierno porteño suspender las negociaciones con el
delarruismo. Cuando finalizó la ceremonia de jura de Cavallo,
Chacho no dudó en llamarlo a Aníbal Ibarra y suspender las
conversaciones, dijo a este diario un frentista que siguió
con Alvarez la transmisión televisiva.
A pesar de la decisión del líder frentista, algunos de sus
seguidores seguían esperando que el Presidente revisara su decisión
de dejar, por primera vez desde que asumió, al Frepaso sin ningún
ministro.
Es necesario que en breve tiempo se cuente con la presencia del
Frepaso en el Gabinete, dijo ayer el presidente Fernando de la Rúa,
alimentando las expectativas de los frentistas que priorizan formar parte
del Gobierno, entre ellos Ibarra y el diputado Rodolfo Rodil, que llevaron
adelante las negociaciones con el delarruismo. En la misma línea,
Graciela Fernández Meijide anunció vamos a seguir
apoyando al Gobierno.
Uno de los frentistas más comprometido con el nuevo Gabinete es
Enrique Martínez. A mí me nombraron para trabajar
en el área que me asignaron, con la coherencia en función
de la plataforma que se votó, sostuvo el secretario de Pymes,
uno de los más firmes opositores a que sus compañeros funcionarios
renunciaran en la tormentosa noche en que se anunció el ajustazo
de Ricardo López Murphy. Aunque manifestó desconocer todavía
el programa de Cavallo, Martínez sostuvo que desde su cargo tratará
de instalar la impronta Frepaso.
Las más fuertes oposiciones a la incorporación de Cavallo
al Gobierno se están gestando desde la Cámara de Diputados.
El Frepaso en lugar de discutir cargos tendría que escuchar
a las organizaciones sociales, dijo a Página/12 el diputado
Eduardo Macaluse. Sobre un total de 33 diputados que el Frente tiene en
la Cámara baja, hasta el momento alrededor de 13 ya hicieron públicas
sus críticas a Cavallo.
Este diario pudo saber que muchos diputados adherían con su firma
a un documento que bajo el título No tenemos nada que
ver con este gobierno integrado por el Cavallismo, De la Rúa y
el menemismo convoca a la militancia frepasista a debatir
el futuro de la agrupación. Aunque el lugar del plenario todavía
no está definido, sí lo está la fecha: el próximo
31 de marzo. Hasta el momento la convocatoria aparece apoyada por Macaluse,
Jorge Giles, Alfredo Villalba, María América González,
Ramón Torres Molina y Federico Soñez, entre otros.
Marginados del Gabinete, los radicales y frepasistas manifestaron ayer
que priorizarán el fortalecimiento de la Alianza en el Congreso,
precisamente el lugar donde aparecen las disidencias más fuertes.
Representando las posiciones oficiales de la agrupación, el senador
Pedro del Piero, reconoció que no continuarán discutiendo
por los cargos y demostrando el repliegue del Frepaso dijo a Página/12
colaboraremos desde lo legislativo. Marginado del Gobierno,
aunque todavía no se ubicó en la oposición, el líder
frentista enfrenta un escenario que puede licuar su capital político
e iniciar una diáspora. La curiosa sociedad que Alvarez construyó
con Cavallo difícilmente lo convierta en partícipe de los
beneficios y sí seguramente le hará pagar todos los costos.
Duros contra Chacho
Nicolás Gallo, secretario general de la Presidencia:
Chacho Alvarez fue vicepresidente de la República.
Hay que respetar un poco las formas. Cuando una persona ha sido
electa en un gobierno y se retira como lo hizo Alvarez con
ello le hizo un daño enorme a la Alianza, debe prevalecer
el sentido común. Hay que esperar una nueva etapa para ser
electo y no entrar bajo una forma de designación.
Chrystian Colombo, jefe de Gabinete: No tengo noticias
de que Chacho Alvarez esté enojado, porque sacó un
comunicado diciendo que no está dispuesto a discutir cargos
desde el Gobierno. Hay que enfrentar la crisis y los problemas y
no se debe estar en la lucha por espacios de poder.
Patricia Bullrich, ministra de Trabajo: Ha habido ofrecimientos
importantes al Frepaso y los han rechazado, como el Ministerio del
Interior. No sé por qué esto aparece como una condicionalidad
tan fuerte. No me parece positiva (la ausencia de integrantes del
Frepaso en el gabinete nacional). No es un problema la no integración,
sino la búsqueda de cuáles son los espacios de integración.
Porque se les ha ofrecido una integración importante en el
Gobierno. Estas idas y vueltas no hacen nada bien. Estas situaciones
generan incertidumbre y parálisis.
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MARCHA
ATRAS AL PEDIDO DE RENUNCIA A BIELSA
Un error de una empleada
Por
Irina Hauser
La historia empezó
el martes, cuando la secretaria del secretario privado del presidente
Fernando de la Rúa llamó a la Sindicatura General de la
Nación (Sigen) para pedir la renuncia de su titular, Rafael Bielsa,
encargado de controlar las cuentas del Estado. Tres llamados hizo la secretaria
Cristina repitiendo el mismo reclamo. Cumplí órdenes,
se la escuchó justificar ayer a la mañana por radio. Sin
embargo, a la tarde De la Rúa le dijo al jefe del bloque de diputados
de la Alianza, Horacio Pernasetti, que jamás pensó en echar
a Bielsa. Y le dio una explicación desconcertante: Fue un
error de una empleada administrativa.
En su rol de síndico, Bielsa elaboró el año pasado
un informe que revelaba que el ex titular de la SIDE y amigo personal
del jefe de Estado, Fernando de Santibañes, había reportado
como gastos de la central de inteligencia 22.300.000 pesos que estaban
ocultos en una cuenta clandestina. Aquellos datos, incorporados a la investigación
sobre sobornos en el Senado, provocaron la retirada del jefe de los espías
y enfrentaron a Bielsa y De la Rúa para siempre.
Cuando la secretaria de Leonardo Aiello se comunicó el martes con
el secretario general de la Sigen, Aníbal Gutiérrez, le
dijo que ya tenían la renuncia de todos los funcionarios, pero
les faltaba la de Bielsa. Más tarde le aclaró que se trataba
de una instrucción del Presidente, a lo que el síndico respondió:
Tengo la expresa instrucción del jefe de mi partido (Carlos
Chacho Alvarez) de no renunciar. Así que en todo caso, si quieren
que me vaya, que me dejen cesante.
En un diálogo con el periodista Fernando Carnota, que fue transmitido
por radio, la secretaria de Aiello no sólo reconoció que
había cumplido con las instrucciones recibidas, sino que aclaró
que hace muchos años que trabaja con el Presidente.
Mientras ayer circulaban rumores de que De la Rúa ya tenía
redactado el decreto para dejar cesante a Bielsa, cinco diputados del
Frepaso (Irma Parentella, Graciela Ocaña, Bárbara Espínola,
Fernando Melillo y Ricardo Vago) fueron a manifestarle su apoyo. Además,
presentaron un proyecto de declaración en el que advertían
que la renuncia de Bielsa podría interferir las importantes
investigaciones encaradas por la Sigen, entre las que se destaca el descubrimiento
de las actividades financieras ilícitas de la SIDE.... Resulta
llamativo que habiendo tantos sectores del Estado que funcionan mal y
que han generado este marco de aguda crisis social, política y
económica, se pretenda cambiar el rumbo en un área de gobierno
que indudablemente viene trabajando con eficiencia, transparencia y rigurosidad
en la tarea de control interno de la administración pública,
dicen en un comunicado.
A partir de esta presentación, el radical Pernasetti se comunicó
con De la Rúa, quien rápidamente dijo que lejos estaba de
sus intenciones pedir la renuncia a Bielsa exhibió el dudoso argumento
de la empleada administrativa equivocada. Es una explicación
patética, nada creíble, dijo la diputada Ocaña,
y sus colegas asintieron.
Esto es una operación, no renuncies, le había
dicho Alvarez a Bielsa.
Alfonsín
dejó constancia de su enojo por escrito
Alfonsín le pidió a De la Rúa que
sumara a Chacho al Gabinete. No
hubo chispazos pero no se dijeron todo. Luego, el Comité Nacional
redactó un documento cuidadoso pero crítico. A Cavallo optaron
por no nombrarlo.
La
mesa de conducción del Comité Nacional, con Angel
Rozas, Raúl
Alfonsín y Enrique Nosiglia.
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Por
José Natanson
Luego de horas
de discusión, el radicalismo parió ayer un trabajoso documento
que un dirigente cercano a Raúl Alfonsín definió
como el escalón inferior a la ruptura con el Gobierno.
En apenas dos carillas, los dirigentes radicales ignoraron la incorporación
del odiado Domingo Cavallo y la delarruización que los deja afuera
a ellos y al Frepaso del nuevo Gabinete. Simplemente señalaron
que la UCR se compromete a procurar el éxito de todo accionar
coherente con el ideario radical, así como a discutir toda medida
que considere incompatible con los principios partidarios y de la Alianza.
Las diferencias con los últimos movimientos de De la Rúa
se pueden leer entre líneas, pero sin demasiado esfuerzo. Frente
al debilitamiento de la relación entre la Alianza y el Gobierno,
el radicalismo subrayó la importancia de la coalición. Es
el instrumento que posibilitará al Gobierno y a la sociedad hacer
efectivas las soluciones progresistas que el país necesita.
En este contexto, el Comité Nacional resaltó la voluntad
de apoyar todas las decisiones tendientes al cumplimiento de los objetivos
contenidos en la plataforma electoral y en la Carta de los Argentinos,
aunque aclaró que discutirán cualquier decisión
que se aparte de ese camino.
En cuanto al nuevo ministro de Economía, se limitaron a recordar
como si hiciera falta que corresponde al Presidente
decidir sobre el nombramiento de sus colaboradores.
El documento fue la conclusión de una larga jornada que comenzó
bien temprano. De la Rúa y Alfonsín pusieron entre paréntesis
sus diferencias políticas y un encono que acumula años
y se encontraron por primera vez desde que se desató la última
crisis.
En Olivos, con té y medialunas, Alfonsín dijo que había
demorado unos días su retorno para poder analizar tranquilamente
el nuevo escenario. Aclaró que había consultado a las autoridades
partidarias y que no hablaba a título personal, sino como jefe
del radicalismo. No hay que perder de vista ni al Frepaso ni a la
Alianza, señaló. Y fue más allá: Yo
creo que el Frepaso tiene que ocupar la jefatura de Gabinete.
En tono tranquilo, De la Rúa explicó que ahora no puede
remover a Chrystian Colombo de su lugar porque se encuentra en medio de
las complicadas negociaciones con el Congreso. Pero vamos a seguir
conversando con el Frepaso. El tema no está cerrado, concluyó.
Según contaron a Página/12 fuentes cercanas a los dos dirigentes,
el diálogo fue cordial, aunque como suele ocurrir cada vez
que conversan ninguno dijo toda la verdad: De la Rúa no sinceró
sus reparos hacia el Frepaso ni sus críticas a lo que considera
la falta de lealtad de algunos sectores de su propio partido.
Alfonsín no cuestionó a Cavallo, ni rechazó lo que
cree que fue una política deliberada para expulsar
al Frepaso del Gobierno; ni siquiera se quejó por el recorte a
la presencia de la UCR dentro del nuevo Gabinete.
Finalizada la reunión, Alfonsín salió volando al
Comité Nacional, en donde lo aguardaban los integrantes de la mesa
ampliada del partido. Estaban, entre otros, Angel Rozas, Federico Storani,
Jesús Rodríguez, Mario Losada, Jorge Agúndez y Gabriela
González Gass.
El siempre crítico Leopoldo Moreau sostuvo que el radicalismo debe
velar por sus principios históricos y que no
hay que dejar de mirar lo que suceda en el Ministerio de Economía.
El puntano Walter Ceballos afirmó que la situación
es preocupante y que lo central es mantener la Alianza como
instrumento de transformación. El jefe del bloque de diputados
radicales, Horacio Pernasetti, sostuvo que los legisladores no le darán
un cheque en blanco al Gobierno. Ni a De la Rúa
ni a Cavallo, aclaró.
En definitiva, un cierto tono catártico prevaleció en los
discursos de un partido que observa con preocupación el nuevo escenario
político. Sin embargo, aunque todos responsabilizan a Enrique Nosiglia
por la operación que dejó fuera del Gobierno al Frepaso
y buena parte de la UCR, nadie se animó a decírselo en la
cara. Fiel a su estilo, el ex ministro del Interior siguió la discusión
en silencio, desde la mesa principal.
Sobre el final, Alfonsín sometió a votación el documento
que había redactado la noche anterior y se encargó de sintetizar
el contenido general de la reunión. Afirmó que en momentos
tan difíciles es clave mantener la unidad partidaria y fortalecer
la sociedad con el Frepaso. Ante el pedido de muchos dirigentes, se comprometió
a hacer el máximo esfuerzo para evitar una desarticulación
total entre la UCR y el Gobierno. No podemos romper, terminó
el ex presidente.
Calma, correligionarios
La incorporación de Domingo Cavallo al gabinete ya produjo
las primeras fisuras en el radicalismo. Ayer, un grupo de militantes
de la Juventud Radical ocupó la sede de la UCR de la Capital
para rechazar el ingreso del ex ministro menemista. Es una
toma simbólica, porque nos sentimos defraudados por este
gobierno, dijeron los jóvenes identificados con la
línea Futuro que lideran Rodolfo Terragno y Cristian Caram,
que ayer emitió durísimas declaraciones. Este
gobierno ya no es mi gobierno. Pido perdón a todos los argentinos
que votaron a De la Rúa. Estoy arrepentido de haber contribuido
a su triunfo y sólo me siento representado por la Alianza
de la Ciudad, que es el único lugar donde se mantiene la
coalición UCR-Frepaso en su espíritu original,
aseguró Caram, jefe del bloque de legisladores porteños
de la Alianza.
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