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EL FREPASO DISCUTE QUE HACER TRAS QUEDAR FUERA DEL GABINETE
Chacho atrapado entre dos fuegos

Algunos frepasistas cuestionan a su jefe haber llevado a Cavallo al Gobierno. La mayoría son diputados. Otros, como Rodil, Ibarra y Martínez, empujan para una mayor integración al Gobierno. De la Rúa anunció que desea que el socio minoritario de la coalición reingrese al Gabinete.

Del Piero, Alessandro e Ibarra entrando el martes al Salón
Blanco para la jura de Cavallo.

Por Eduardo Tagliaferro

¿Ser o no ser oficialismo?, es la cuestión que divide las aguas del Frepaso. Fracasado el intento de ocupar la jefatura del nuevo Gabinete y luego de haber reconocido que aceptaba volver al Gobierno, el líder frentista Carlos “Chacho” Alvarez ahora propone a su fuerza “analizar medida por medida”. El debate recién se insinúa y los “chachistas” aparecen cuestionados por izquierda y por derecha. Unos le critican a Alvarez haber llevado a Cavallo al Gobierno mientras otros defienden la continuidad de la Alianza, fuera cual fuere su proyecto político.
Precisamente el proyecto político que se desprende de la propuesta económica de Cavallo es la piedra que divide a los frentistas. Cuando diseñaba el escenario en el que el ex ministro de Carlos Menem ingresaría al Gobierno, Chacho pensaba al “Mingo” impulsando políticas activas y veía al Frepaso en un lugar destacado del poder. Frustrado el reclamo frentista para hacerse cargo de la Jefatura de Gabinete, luego de haber descartado hacerse cargo del Ministerio del Interior y de Desarrollo Social, Alvarez ordenó al jefe de Gobierno porteño suspender las negociaciones con el delarruismo. “Cuando finalizó la ceremonia de jura de Cavallo, Chacho no dudó en llamarlo a Aníbal Ibarra y suspender las conversaciones”, dijo a este diario un frentista que siguió con Alvarez la transmisión televisiva.
A pesar de la decisión del líder frentista, algunos de sus seguidores seguían esperando que el Presidente revisara su decisión de dejar, por primera vez desde que asumió, al Frepaso sin ningún ministro.
“Es necesario que en breve tiempo se cuente con la presencia del Frepaso en el Gabinete”, dijo ayer el presidente Fernando de la Rúa, alimentando las expectativas de los frentistas que priorizan formar parte del Gobierno, entre ellos Ibarra y el diputado Rodolfo Rodil, que llevaron adelante las negociaciones con el delarruismo. En la misma línea, Graciela Fernández Meijide anunció “vamos a seguir apoyando al Gobierno”.
Uno de los frentistas más comprometido con el nuevo Gabinete es Enrique Martínez. “A mí me nombraron para trabajar en el área que me asignaron, con la coherencia en función de la plataforma que se votó”, sostuvo el secretario de Pymes, uno de los más firmes opositores a que sus compañeros funcionarios renunciaran en la tormentosa noche en que se anunció el ajustazo de Ricardo López Murphy. Aunque manifestó desconocer todavía el programa de Cavallo, Martínez sostuvo que desde su cargo tratará de “instalar la impronta Frepaso”.
Las más fuertes oposiciones a la incorporación de Cavallo al Gobierno se están gestando desde la Cámara de Diputados. “El Frepaso en lugar de discutir cargos tendría que escuchar a las organizaciones sociales”, dijo a Página/12 el diputado Eduardo Macaluse. Sobre un total de 33 diputados que el Frente tiene en la Cámara baja, hasta el momento alrededor de 13 ya hicieron públicas sus críticas a Cavallo.
Este diario pudo saber que muchos diputados adherían con su firma a un documento que –bajo el título “No tenemos nada que ver con este gobierno integrado por el Cavallismo, De la Rúa y el menemismo”– convoca a la militancia frepasista a debatir el futuro de la agrupación. Aunque el lugar del plenario todavía no está definido, sí lo está la fecha: el próximo 31 de marzo. Hasta el momento la convocatoria aparece apoyada por Macaluse, Jorge Giles, Alfredo Villalba, María América González, Ramón Torres Molina y Federico Soñez, entre otros.
Marginados del Gabinete, los radicales y frepasistas manifestaron ayer que priorizarán el fortalecimiento de la Alianza en el Congreso, precisamente el lugar donde aparecen las disidencias más fuertes. Representando las posiciones oficiales de la agrupación, el senador Pedro del Piero, reconoció que no continuarán discutiendo por los cargos y demostrando el repliegue del Frepaso dijo a Página/12 “colaboraremos desde lo legislativo”. Marginado del Gobierno, aunque todavía no se ubicó en la oposición, el líder frentista enfrenta un escenario que puede licuar su capital político e iniciar una diáspora. La curiosa sociedad que Alvarez construyó con Cavallo difícilmente lo convierta en partícipe de los beneficios y sí seguramente le hará pagar todos los costos.

 

Duros contra Chacho

Nicolás Gallo, secretario general de la Presidencia: “Chacho Alvarez fue vicepresidente de la República. Hay que respetar un poco las formas. Cuando una persona ha sido electa en un gobierno y se retira como lo hizo Alvarez –con ello le hizo un daño enorme a la Alianza–, debe prevalecer el sentido común. Hay que esperar una nueva etapa para ser electo y no entrar bajo una forma de designación”.
Chrystian Colombo, jefe de Gabinete: “No tengo noticias de que Chacho Alvarez esté enojado, porque sacó un comunicado diciendo que no está dispuesto a discutir cargos desde el Gobierno. Hay que enfrentar la crisis y los problemas y no se debe estar en la lucha por espacios de poder”.
Patricia Bullrich, ministra de Trabajo: “Ha habido ofrecimientos importantes al Frepaso y los han rechazado, como el Ministerio del Interior. No sé por qué esto aparece como una condicionalidad tan fuerte. No me parece positiva (la ausencia de integrantes del Frepaso en el gabinete nacional). No es un problema la no integración, sino la búsqueda de cuáles son los espacios de integración. Porque se les ha ofrecido una integración importante en el Gobierno. Estas idas y vueltas no hacen nada bien. Estas situaciones generan incertidumbre y parálisis”.

 

MARCHA ATRAS AL PEDIDO DE RENUNCIA A BIELSA
“Un error de una empleada”

Por Irina Hauser

La historia empezó el martes, cuando la secretaria del secretario privado del presidente Fernando de la Rúa llamó a la Sindicatura General de la Nación (Sigen) para pedir la renuncia de su titular, Rafael Bielsa, encargado de controlar las cuentas del Estado. Tres llamados hizo la secretaria Cristina repitiendo el mismo reclamo. “Cumplí órdenes”, se la escuchó justificar ayer a la mañana por radio. Sin embargo, a la tarde De la Rúa le dijo al jefe del bloque de diputados de la Alianza, Horacio Pernasetti, que jamás pensó en echar a Bielsa. Y le dio una explicación desconcertante: “Fue un error de una empleada administrativa”.
En su rol de síndico, Bielsa elaboró el año pasado un informe que revelaba que el ex titular de la SIDE y amigo personal del jefe de Estado, Fernando de Santibañes, había reportado como gastos de la central de inteligencia 22.300.000 pesos que estaban ocultos en una cuenta clandestina. Aquellos datos, incorporados a la investigación sobre sobornos en el Senado, provocaron la retirada del jefe de los espías y enfrentaron a Bielsa y De la Rúa para siempre.
Cuando la secretaria de Leonardo Aiello se comunicó el martes con el secretario general de la Sigen, Aníbal Gutiérrez, le dijo que ya tenían la renuncia de todos los funcionarios, pero les faltaba la de Bielsa. Más tarde le aclaró que se trataba de una instrucción del Presidente, a lo que el síndico respondió: “Tengo la expresa instrucción del jefe de mi partido (Carlos Chacho Alvarez) de no renunciar. Así que en todo caso, si quieren que me vaya, que me dejen cesante”.
En un diálogo con el periodista Fernando Carnota, que fue transmitido por radio, la secretaria de Aiello no sólo reconoció que había cumplido con las instrucciones recibidas, sino que aclaró que hace muchos años que trabaja con el Presidente.
Mientras ayer circulaban rumores de que De la Rúa ya tenía redactado el decreto para dejar cesante a Bielsa, cinco diputados del Frepaso (Irma Parentella, Graciela Ocaña, Bárbara Espínola, Fernando Melillo y Ricardo Vago) fueron a manifestarle su apoyo. Además, presentaron un proyecto de declaración en el que advertían que la renuncia de Bielsa podría “interferir las importantes investigaciones encaradas por la Sigen, entre las que se destaca el descubrimiento de las actividades financieras ilícitas de la SIDE...”. “Resulta llamativo que habiendo tantos sectores del Estado que funcionan mal y que han generado este marco de aguda crisis social, política y económica, se pretenda cambiar el rumbo en un área de gobierno que indudablemente viene trabajando con eficiencia, transparencia y rigurosidad en la tarea de control interno de la administración pública”, dicen en un comunicado.
A partir de esta presentación, el radical Pernasetti se comunicó con De la Rúa, quien rápidamente dijo que lejos estaba de sus intenciones pedir la renuncia a Bielsa exhibió el dudoso argumento de la empleada administrativa equivocada. “Es una explicación patética, nada creíble”, dijo la diputada Ocaña, y sus colegas asintieron.
“Esto es una operación, no renuncies”, le había dicho Alvarez a Bielsa.

 


 

Alfonsín dejó constancia de su enojo por escrito

Alfonsín le pidió a De la Rúa que
sumara a Chacho al Gabinete. No
hubo chispazos pero no se dijeron todo. Luego, el Comité Nacional redactó un documento cuidadoso pero crítico. A Cavallo optaron por no nombrarlo.

La mesa de conducción del Comité Nacional, con Angel Rozas, Raúl
Alfonsín y Enrique Nosiglia.

Por José Natanson

Luego de horas de discusión, el radicalismo parió ayer un trabajoso documento que un dirigente cercano a Raúl Alfonsín definió como “el escalón inferior a la ruptura con el Gobierno”. En apenas dos carillas, los dirigentes radicales ignoraron la incorporación del odiado Domingo Cavallo y la delarruización que los deja afuera –a ellos y al Frepaso– del nuevo Gabinete. Simplemente señalaron que “la UCR se compromete a procurar el éxito de todo accionar coherente con el ideario radical, así como a discutir toda medida que considere incompatible con los principios partidarios y de la Alianza”.
Las diferencias con los últimos movimientos de De la Rúa se pueden leer entre líneas, pero sin demasiado esfuerzo. Frente al debilitamiento de la relación entre la Alianza y el Gobierno, el radicalismo subrayó la importancia de la coalición. “Es el instrumento que posibilitará al Gobierno y a la sociedad hacer efectivas las soluciones progresistas que el país necesita.”
En este contexto, el Comité Nacional resaltó la “voluntad de apoyar todas las decisiones tendientes al cumplimiento de los objetivos contenidos en la plataforma electoral y en la Carta de los Argentinos”, aunque aclaró que “discutirán” cualquier decisión que se aparte de ese camino.
En cuanto al nuevo ministro de Economía, se limitaron a recordar –como si hiciera falta– que “corresponde al Presidente decidir sobre el nombramiento de sus colaboradores”.
El documento fue la conclusión de una larga jornada que comenzó bien temprano. De la Rúa y Alfonsín pusieron entre paréntesis sus diferencias políticas –y un encono que acumula años– y se encontraron por primera vez desde que se desató la última crisis.
En Olivos, con té y medialunas, Alfonsín dijo que había demorado unos días su retorno para poder analizar tranquilamente el nuevo escenario. Aclaró que había consultado a las autoridades partidarias y que no hablaba a título personal, sino como jefe del radicalismo. “No hay que perder de vista ni al Frepaso ni a la Alianza”, señaló. Y fue más allá: “Yo creo que el Frepaso tiene que ocupar la jefatura de Gabinete”.
En tono tranquilo, De la Rúa explicó que ahora no puede remover a Chrystian Colombo de su lugar porque se encuentra en medio de las complicadas negociaciones con el Congreso. “Pero vamos a seguir conversando con el Frepaso. El tema no está cerrado”, concluyó.
Según contaron a Página/12 fuentes cercanas a los dos dirigentes, el diálogo fue cordial, aunque –como suele ocurrir cada vez que conversan– ninguno dijo toda la verdad: De la Rúa no sinceró sus reparos hacia el Frepaso ni sus críticas a lo que considera la “falta de lealtad” de algunos sectores de su propio partido. Alfonsín no cuestionó a Cavallo, ni rechazó lo que cree que fue una “política deliberada” para expulsar al Frepaso del Gobierno; ni siquiera se quejó por el recorte a la presencia de la UCR dentro del nuevo Gabinete.
Finalizada la reunión, Alfonsín salió volando al Comité Nacional, en donde lo aguardaban los integrantes de la mesa ampliada del partido. Estaban, entre otros, Angel Rozas, Federico Storani, Jesús Rodríguez, Mario Losada, Jorge Agúndez y Gabriela González Gass.
El siempre crítico Leopoldo Moreau sostuvo que el radicalismo debe “velar” por sus principios históricos y que “no hay que dejar de mirar” lo que suceda en el Ministerio de Economía. El puntano Walter Ceballos afirmó que “la situación es preocupante” y que “lo central es mantener la Alianza como instrumento de transformación”. El jefe del bloque de diputados radicales, Horacio Pernasetti, sostuvo que los legisladores no le darán “un cheque en blanco” al Gobierno. “Ni a De la Rúa ni a Cavallo”, aclaró.
En definitiva, un cierto tono catártico prevaleció en los discursos de un partido que observa con preocupación el nuevo escenario político. Sin embargo, aunque todos responsabilizan a Enrique Nosiglia por la operación que dejó fuera del Gobierno al Frepaso y buena parte de la UCR, nadie se animó a decírselo en la cara. Fiel a su estilo, el ex ministro del Interior siguió la discusión en silencio, desde la mesa principal.
Sobre el final, Alfonsín sometió a votación el documento que había redactado la noche anterior y se encargó de sintetizar el contenido general de la reunión. Afirmó que en momentos tan difíciles es clave mantener la unidad partidaria y fortalecer la sociedad con el Frepaso. Ante el pedido de muchos dirigentes, se comprometió a hacer el máximo esfuerzo para evitar una desarticulación total entre la UCR y el Gobierno. “No podemos romper”, terminó el ex presidente.

 

Calma, correligionarios

La incorporación de Domingo Cavallo al gabinete ya produjo las primeras fisuras en el radicalismo. Ayer, un grupo de militantes de la Juventud Radical ocupó la sede de la UCR de la Capital para rechazar el ingreso del ex ministro menemista. “Es una toma simbólica, porque nos sentimos defraudados por este gobierno”, dijeron los jóvenes identificados con la línea Futuro que lideran Rodolfo Terragno y Cristian Caram, que ayer emitió durísimas declaraciones. “Este gobierno ya no es mi gobierno. Pido perdón a todos los argentinos que votaron a De la Rúa. Estoy arrepentido de haber contribuido a su triunfo y sólo me siento representado por la Alianza de la Ciudad, que es el único lugar donde se mantiene la coalición UCR-Frepaso en su espíritu original”, aseguró Caram, jefe del bloque de legisladores porteños de la Alianza.

 

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