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CAVALLO PIDIO UNA TREGUA A MOYANO PARA APLICAR SU PROGRAMA
Paro y nubarrones para el ministro

El paro convocado por la CGT rebelde y la CTA repercutió en todo el país. Víctor De Gennaro y Hugo Moyano lo calificaron de �contundente�. Durante la jornada, el líder de los camioneros se reunió con el flamante ministro de Economía y pocas horas después confirmó el paro de 36 horas para el 5 y 6 de abril junto con la CGT oficial y la CTA.

Por Diego Schurman

El sindicalismo combativo logró ayer su cometido: instaló en casi todo el país la “sensación” de paro. La ausencia de transporte y la pertinaz llovizna fueron determinantes y aportaron un cuadro de desolación en la Capital, salvo en las horas pico, cuando particulares y taxistas se apoderaron de las calles. A pesar de minimizar la protesta, la preocupación oficial quedó reflejada por la tarde, cuando Domingo Cavallo pidió a Hugo Moyano una tregua para avanzar con su plan. En privado, el jefe de la CGT le respondió con un cerrado silencio. Horas después, el ministro de Economía se enteró por las radios de aquello que el camionero, por temor o cortesía, no se atrevió a decirle en la cara: el paro de 36 horas programado para el 5 y 6 de abril seguía en pie.
El anuncio apuró una respuesta de Patricia Bullrich. “Quieren liderar la oposición”, señaló la ministra de Trabajo, con mucho de bronca y alguna cuota de sensatez. Es que ningún partido buscó capitalizar la protesta de ayer, quizás por el debate que generó el momento –días después de la asunción de Cavallo– o la razón de la convocatoria, es decir, si era contra el modelo o contra el finado ajuste de Ricardo López Murphy.
Lo cierto es que Carlos Ruckauf, a quien Moyano valora, y el resto de los gobernadores del PJ prefirieron no poner demasiados obstáculos a las pretenciones de Cavallo de acumular más poder.
Sin paraguas partidario, ni la adhesión de la CGT oficial, la CGT rebelde se encontró liderando la cruzada prácticamente sola junto a Víctor De Gennaro, que desde la CTA aportó la masiva adhesión de los docentes y estatales. También mostró su adhesión un cúmulo de políticos desprendidos del oficialismo y la oposición. Los sindicalistas debatían anoche cómo explotar la “transversalidad” de la protesta. Hoy al mediodía en el gremio de aeronavegantes, apelarán a los abogados para declarar “traidor a la patria” a Cavallo a raíz de su pedido de facultades extraordinarias.
No será fácil para algunos dirigentes, como Saúl Ubaldini, quien en su doble papel de sindicalista y diputado deberá optar entre el respaldo y la confrontación con Cavallo. El ex líder de la CGT escuchaba con una oreja a Moyano y con la otra al diputado José María Díaz Bancalari, quien le transmitió la postura de la mayoría del bloque justicialista.
Ubaldini participó de la comitiva sindical, encabezada por Moyano, que visitó a Cavallo. El encuentro no se desarrolló en el Palacio de Hacienda, como mintieron luego algunos de los participantes, sino en el domicilio del directivo de la Unión Industrial Héctor Massuh, en la calle Cerrito. Ahí también se encontraba el vicepresidente de la UIA, José de Mendiguren.
No fue ajeno a la gestión para que el encuentro fuera realidad –según la versión de la CGT rebelde– el titular de los docentes privados, Horacio Ghilini, un reconocido miembro del Grupo Productivo que une a sindicalistas y empresarios.
A lo largo de una hora, el ministro desarrolló una línea argumental similar al del día anterior, cuando se entrevistó con la CGT oficial de Rodolfo Daer. Dijo que si le daban poderes podría encaminar el sistema financiero, atraer capitales y generar puestos de empleo. Y después se enredó en discurso sobre el control de la importación y la privatización de la DGI.
Moyano intervino para pedirle un seguro de desempleo para jefes y jefas de familia desocupadas. Cavallo miró para el costado y apeló a un argumento nada original: no hay fondos para eso. “Dijo que primero era necesario crear un shock de confianza en los mercados”, remarcó a este diario el titular del gremio de peones de taxis, Omar Viviani.
Para oscurecer las cosas, les anticipó de una nueva reforma laboral y del Estado, que los sindicalistas tradujeron como despidos, algo que el ministro se preocupó por negar. Y, acto seguido, solicitó una tregua que le permitiera aplicar su plan sin demasiados sobresaltos. Fue la hora del oficio mudo. Los sindicalistas se hicieron los distraídos y se despidieron con tanta amabilidad como premura.
La respuesta llegó horas después, en conferencia de prensa, donde Moyano ratificó el paro de 36 horas durante la cumbre de ministros del ALCA, que se desarrollará entre el 5 y el 6 de abril. En esa protesta también participarán la CTA y la CGT oficial. Los rebeldes aprovecharon para repasar la agenda del extenso plan de lucha. Hoy mismo realizarán un acto frente al Monumento al Trabajo, en memoria de los obreros desaparecidos.
La medida de fuerza se notó en la ausencia de colectivos y subtes. Los trenes, en cambio, brindaron un servicio de emergencia. También hubo una considerable adhesión de los gremios estatales y dispar de la bancarios.
De Gennaro habló de paro “contundente”. Moyano, de acatamiento “total”. Al bajarlo a números, los sindicalistas calcularon más del 90 por ciento de adhesión. Los moyanistas después celebraron en la intimidad. Allí se burlaron de Bullrich, quien en un reportaje a Página/12 los cuestionó por querer cambiar el ministro de Economía. “No sólo queremos Economía sino que también vamos a crear un ministerio de la Producción”, dijo a risotadas Moyano. El entusiasmo llevó al judicial Julio Piumato, un reconocido hincha xeneize, a asociar la suerte de Boca con la de la CGT. “Cuando vi que Boca le ganó al Cobreloa dije: ‘Ya está, duermo sin frazadas’”.

 

“Caprichoso, inoportuno”

Patricia Bullrich reconoció ayer la fuerte adhesión al paro del sector del transporte y atribuyó a la falta de colectivos la inasistencia de la gente a sus puestos de trabajo. “Todos los argentinos se preguntaron qué pasó. Muchos habrán perdido el presentismo y los premios. Moyano no tiene problemas con su presentismo, por lo que no le preocupa lo que les pasa a los trabajadores con respecto a estos temas que hacen a su salario”, señaló la ministra de Trabajo.
La funcionaria volvió a cuestionar las razones del paro. A su entender, la medida fue convocado en reacción con el ajustazo de Ricardo López Murhpy y los sindicalistas no deberían haberlo ratificado, dada la renuncia del ministro y la caída de su plan. “Fue una medida totalmente caprichosa e inoportuna”, señaló.
El mismo argumento utilizó el flamante vicejefe de Gobinete, el cavallista Armando Caro Figueroa, quien habló de un paro “extemporáneo”. En tanto, el ministro del Interior, Ramón Mestre minimizó la medida de fuerza al sostener que la convocó sólo “una parte de la dirigencia sindical” y logró una adhesión “poco significativa”.

 

Daer no se conmueve

Patricia Bullrich y Adalberto Rodríguez Giavarini le pidieron ayer a Rodolfo Daer que desista de su idea de parar el 5 y 6 de abril en repudio a la cumbre de ministros del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que se desarrollará en esos días en el país. Puertas adentro, el sindicalista evitó definirse sobre el tema ante los ministros de Trabajo y Relaciones Exteriores. Pero posteriormente explicó que la CGT oficial rechaza al ALCA porque “no se contempla la dimensión social ni los convenios de la Organización Internacional del Trabajo”.
Al encuentro realizado ayer en la Cancillería también fueron invitados los jefes de la CGT rebelde y la CTA, Hugo Moyano y Víctor De Gennaro. Pero ambos dirigentes se encontraban monitoreando la evolución del paro general.
Rodríguez Giavarini se preocupó en explicar las características del ALCA y Bullrich aprovechó para sondear si el tono beligerante de Daer se iba a traslucir en los hechos. La ministra de Trabajo confía de su poder de persuasión. De hecho, en los últimos días logró que la CGT oficial no se sumara al paro general de ayer. Pero por las palabras de Daer, por ahora no parece estar logrando su cometido.

 

ENCUESTA POR LA HUELGA Y LA TOMA DE FACULTADES
Más preocupados que enojados

Por Raúl Kollmann

Dos de cada tres personas se manifestaron en contra del paro realizado ayer y una proporción igual sostuvo que la medida de fuerza no afectará la flamante gestión del ministro de Economía, Domingo Cavallo. Los consultados también manifestaron rechazo a los dirigentes gremiales y señalaron que debe levantarse la toma de universidades, según una encuesta realizada por la consultora Analogías, que conduce Analía Del Franco y que habitualmente realiza trabajos y asesoramientos para Fernando de la Rúa.
En total se encuestó a 600 personas en Capital Federal, Gran Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Mendoza, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social. A diferencia del paro realizado en noviembre, que contó con un apoyo de más de la mitad de los encuestados –en general la gente es más bien pacifista y rechaza los paros–, la huelga de ayer cosechó un desacuerdo mayoritario. No sólo la encuesta de Analogías sino también trabajos de consultores que asesoran al justicialismo muestran que la ciudadanía está muy preocupada con la situación actual y miran lo que sucede con dramatismo y angustia. Por lo tanto, no hay ánimo de confrontación sino, como señala el consultor del PJ, “quieren que se ayude al Gobierno, aunque sin mezclarse mucho”.
La encuesta de Analogías muestra ese cuadro: 65 por ciento rechaza el paro y un porcentaje similar también está en contra de la toma de las universidades por parte de los estudiantes. Es más, las opiniones –como es habitual– son muy contrarias a los dirigentes gremiales: la mayoría (74 por ciento) piensa que los sindicalistas cuidan más sus intereses que los del pueblo. Es cierto también que Hugo Moyano es uno de los dirigentes que, aun recogiendo opiniones fuertemente negativas, suele estar mejor evaluado que Rodolfo Daer, Luis Barrionuevo y los demás jefes de la CGT oficial.
Es interesante ver que la postura pacifista de los encuestados se da en el peor momento del presidente Fernando de la Rúa. Según el trabajo de un consultor del PJ, el primer mandatario recoge el 75 por ciento de opiniones negativas, algo que debe ser casi un record. Se trata de una imagen peor aún a la que tuvo Carlos Menem en algunos de los peores momentos. O sea se da la aparente paradoja de que la gente está en contra del paro y también muy en contra del Presidente.
En las medidas de fuerza anteriores fue muy notorio que los encuestados se adhirieron casi forzosamente a la huelga. En otras palabras, manifestaron que no fueron a trabajar por el paro de transporte y sobre todo por temor a los problemas de seguridad que se pudieran plantear con los huelguistas. Es muy probable que esta vena sea utilizada por Domingo Cavallo para enfrentar la próxima medida de fuerza, prevista para el 5 de abril. Esto significa que el ministro seguramente se va a subir a un ring en el que confrontará con la franja de peor imagen en la sociedad –los sindicalistas– y unas medidas de fuerza que tampoco tendrían –mirado a priori– consenso en la gente. Eso sí, habrá que ver si para esa fecha, el propio Cavallo está con una imagen suficientemente buena como para desafiar a esos adversarios.

 


 

Alto acatamiento y cortes de ruta en el interior

Educación, administración pública y transporte: en estos tres sectores pegó fuerte el paro de ayer en las provincias. Además, hubo cortes de rutas y algunos incidentes en Neuquén, Mar del Plata, La Plata, Mendoza y Tucumán. Al compás del deterioro de las economías regionales, en la mayoría del país hubo un alto acatamiento a la huelga de la CGT disidente, de la CTA y de la Corriente Clasista Combativa.
En provincias como Córdoba, Santa Fe, Misiones, Jujuy, Chaco, Tucumán, Santiago del Estero y Neuquén el paro tuvo niveles de adhesión muy altos en casi todos los sectores. En el caso chaqueño, inclusive los comerciantes cerraron sus puertas, y en Santiago hasta los vendedores de “chipaco”, una especie de galleta local, dejaron de trabajar. En Tucumán hubo también cortes de ruta en las localidades de Alberdi, Aguilares y Famaillá, y los bancarios marcharon por la capital provincial, ante lo cual los bancos no atendieron al público. En territorio jujeño se registró el mayor número de cortes de rutas: 21, organizados por la CCC del “Perro” Santillán.
En Neuquén el paro se combinó con cierta dosis de violencia: grupos de piqueteros rompieron los vidrios de la sucursal capital del Banco Nación, quemaron cubiertas en las calles y atacaron a pedradas al ex gobernador Felipe Sapag. Por otro lado, más de seis mil manifestantes marcharon por el centro de la ciudad, convocados por la CTA local en repudio al modelo económico y a la incorporación de Domingo Cavallo al Gobierno.
En la provincia de Buenos Aires el panorama mostró un importante respaldo a la medida: La Plata, paralizada por la falta de colectivos y por el ausentismo en escuelas y establecimientos públicos, también tuvo sus cortes de ruta en el Camino Centenario y en el Camino General Belgrano, a la altura de las localidades de Ringuelet y Gonnet. En tanto, en Mar del Plata dieciocho micros que cumplían normalmente su recorrido terminaron con sus vidrios destrozados a pedradas. Bahía Blanca también estuvo con poca actividad, dado que pararon metalúrgicos, portuarios, estatales y bancarios.
Otro distrito importante del país en donde el paro tuvo bastante apoyo fue Santa Fe, en donde los estatales agrupados en UPCN, pese a que están con la CGT oficial, respaldaron la huelga, generando un 80 por ciento de ausentismo en las reparticiones públicas. Los destrozos no estuvieron ausentes en esa provincia; en Rosario, las bombas de estruendo terminaron con las vidrieras de dos importantes negocios céntricos.
En Tierra del Fuego el Parque Industrial de Ushuaia se mantuvo inactivo durante todo el día; en Río Negro la huelga se sintió casi exclusivamente en el sector educativo, con ausentismo prácticamente total de docentes y alumnos, mientras que en Chubut el cese de actividades afectó además al transporte, y hubo movilizaciones de los trabajadores petroleros. La bronca contra Repsol-YPF llegó a la localidad santacruceña de Las Heras, en donde un grupo de ex empleados de la multinacional española quemó un pabellón y saqueó un hotel de la compañía.
Entre Ríos, Corrientes, San Juan, Catamarca, Mendoza, Salta y San Luis sufrieron problemas en el transporte y un relativamente alto acatamiento al paro por parte de los docentes, pero la medida de fuerza se sintió poco en los restantes sectores. En el caso riojano sí hubo gran adhesión de los estatales, a quienes el gobierno del justicialista Angel Maza les prometió
que no les descontará la jornada a quienes apoyaran el paro.

 

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