Carlos Bianchi se desmarcó. Ayer, sacado por una vez de los tópicos habituales referidos a su actividad específica, se refirió a las circunstancias políticas –argentinas e internacionales– y manifestó opiniones claras y contundentes. Por ejemplo, el entrenador se distanció ayer del sindicalismo que impulsó el paro general de actividades, señaló que no está de acuerdo con que le “manejen la vida” y que se siente “muy pequeño en el mundo de la política”. Además, emitió su opinión acerca de la inconveniencia del voto obligatorio y reivindicó el modelo francés, donde el voto es optativo. Ya en el plano deportivo, Bianchi aseguró que no tuvo ningún contacto con el Barcelona, que Boca tratará de ganar el Grupo 8 de la Copa Libertadores empleándose a fondo en todos los partidos y que en el torneo local el equipo –obviamente– tiene que mejorar. El plantel retoma hoy los entrenamientos en Casa Amarilla de cara al partido contra Huracán del próximo domingo.
“Yo creo que los paros no me los puede dictar gente que no sé cómo actúa. No estoy supeditado a que me manejen la vida si yo no manejo la vida de ellos”, expresó ayer el entrenador, quien decidió otorgar el día libre a sus dirigidos pero no por cuestiones gremiales.
Si bien el martes por la noche el técnico se negó a hablar de los temas políticos, ayer manifestó su posición en un diálogo con una emisora radial. Al respecto, Bianchi analizó la experiencia de su larga estadía en Francia y recordó que en ese país el voto es voluntario, algo que consideró saludable. Por otro lado, confesó sus limitaciones en ese ámbito: “Me siento muy pequeño ante este mundo de la política porque me da la sensación de que no puedo arreglar nada”. Inmediatamente agregó que “como ciudadano normal” lo único que puede hacer es votar. “Pero estoy en contra del voto obligatorio”, enfatizó.
Bianchi sostuvo que “cuando hay un 30 o 40 por ciento de la gente que se abstiene de ir a votar, es que no está de acuerdo ni contenta con nadie, sea del oficialismo o de la oposición”. Y para ello recordó las últimas elecciones que se llevaron a cabo en Francia –Bianchi jugó allí en el París Saint Germain y el Stade Reims– y calificó el resultado de esos comicios como raro. “Lo paradójico es que se alternan los que ganan. En 130 años nunca había gobernado la izquierda en el municipio de París, y resulta que ganó allí y en Lyon, mientras que la derecha ganó 20 pueblos que se los sacó a la izquierda, mientras esta fuerza se quedó con las dos ciudades más importantes desde el punto de vista económico”, explicó.
Según el entrenador, en Francia, que el gobierno “sea de izquierda o derecha no cambia las líneas generales que sigue el país”, y en ese sentido sostuvo que en la Argentina se deberían aceptar matices como los que existen allá. “Los machistas, o los falsos machistas, tendrían que admitir alguna vez un alcalde gay y declarado, como es el que acaba de ganar en París”, expresó, y apuntó que “por desgracia nadie se fija en lo bueno que pueda hacer esa persona como gobierno”.
Volviendo a su actividad específica al frente del plantel de Boca, recordó que su contrato vence el próximo 31 de diciembre y reiteró que se siente “muy cómodo” en el club. “Tengo que ser sincero. Lo que va a ser de mi destino mañana no lo sé. Hasta ahora no tuve contacto con ningún club del mundo, con nadie”, expresó.
En cuanto a la declaración del presidente del club, Mauricio Macri, quien el martes anunció que Boca traerá dos refuerzos de categoría –uno de los cuales podría ser José “Turu” Flores–, Bianchi fue cortante: “Mucho más importante es que el plantel esté al día. Eso es lo que quiero”.
Por otra parte, Bianchi se refirió al presente del equipo y al contraste entre la campaña en la Copa Libertadores, donde es primero e invicto en su grupo, y el torneo local, donde está último junto a Los Andes. “Por los resultados en la Copa no me puedo quejar. En el campeonato sabemos que tenemos que mejorar”, admitió. Y respecto al próximo rival de la Libertadores, Oriente Petrolero, agregó: “Boca jugará de igual a igual y con la idea de ganar el partido”.
Por último, Bianchi negó que la baja producción ofensiva de Boca se deba al traspaso del goleador Martín Palermo al Villarreal. “El año pasado Boca llegó a la final (de la Libertadores) sin Martín. Tal vez era otro el momento de Barijho, tenía otra regularidad, y Moreno estaba en un momento pletórico. No es porque falte Martín. Todos sabemos cuánto rindieron los que se fueron en el equipo, la calidad que tienen como jugadores; pero nosotros no podemos pasar la vida lamentándonos”, indicó.

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