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EL FORO DE INTERNET SOBRE “GRAN HERMANO”
Un ámbito de intolerancia

La página virtual del programa de Telefé arde de agresiones a los doce participantes. Los más castigados son Lorena, Natalia y Gastón.

Natalia es de Mar del Plata;
Gastón, el más joven del grupo.
En el foro se cuentan docenas de historias apócrifas de cada uno.

Por Julián Gorodischer

Hay un “Gran Hermano” en Internet, además de las propuestas televisivas. Es un sitio, en Internet, que respeta las reglas básicas de una revista del corazón: un título inflado, una foto robada, un texto breve que sugiere –sin pruebas– el comienzo de un romance. Los doce habitantes de la casa son presentados como famosos: se los sigue a todas partes, se les sospechan amores y odios. Todo transcurre con cierta previsibilidad, excepto si se elige una de las opciones. Foros, dice en un ángulo de la pantalla: aquí el tono es otro. Los mensajes expresan una opinión e inventan –u omiten– una firma. Hay, en este espacio, pocos relatos de fans o adoradores de ídolos televisivos –tal vez el target que se esperaba convocar– y en cambio fluye el odio racial, sexual y xenófobo.
“Pésima madre, ¿cómo vas a dejar a tu hijo solo? En cambio, te meneás ante millones en pelotas”, escribe una autodenominada madre de verdad. La destinataria es Lorena, nominada esta semana entre , alias “La Cardone”, por su parecido físico, y su condición de rionegrina. El reproche, que domina entre los más de 400 mensajes, apunta a la semidesnudez, la seducción a un varón, el baile junto a la pileta. Siempre se ampara en lo que una madre debería estar haciendo. Lorena, como antítesis de ese modelo, se convierte en la puta y eso da lugar a otra avalancha de acusaciones. La mujer que “debería estar cuidando a su hijo” es calificada como “atorranta” en más de 300 textos. No es la única razón para agredirla: hay, según parece, un motivo más fuerte para que estalle el desprecio de estos televidentes medios de “Gran Hermano”: “Sos la típica nyc, hija de chilenos, una negra que avergüenza a los sureños”. Más de 20 mensajes atribuyen a Lorena la amenaza de una invasión cordillerana.
La ola xenófoba, entre la masa de mensajes, apunta también a Patricia. “Sos una cordobesa ignorante”, la descalifica un “porteño hasta la médula”. Una increíble puja de Buenos Aires versus las provincias se actualiza en los monitores. “Go home, basta de invasión cordobesa”, apoya otro cibernauta, parte de una arenga que convoca a más de diez escribas.
Las dos agredidas, enfrentadas en la tele, se unen aquí como blanco de los mismos dardos: la levedad virtual, la falta de una firma para los mensajes (que llegan a más de 700 en el caso de Patricia) las encontró favoritas para la condena pública. Así, el programa (que algunos promocionan como una vía para volver familiares a los modos de vida plurales) se convierte en la excusa para otro efecto, menos grato. “Negrita barata” –en el foro de Córdoba— es el título de una de las arengas más leídas.
Un recurso que se extrema, a la hora de manifestar la intolerancia, es recrear historias que huelen a inventadas. Natalia, la participante marplatense, encabeza el ranking de elegidas. En su foro, circulan anécdotas de un pasado como acompañante de lujo, como stripper, como oveja negra de una familia de plata. ¿Su pecado? Haberse presentado el primer día con un vestido muy corto y furiosamente rojo, declarar un premio como reina de belleza, apodarse Pampita como la modelo. Curiosamente, la más moderada entre las chicas, la que nunca fue sorprendida por el ojo del “Gran Hermano” en actitud sospechosa, en el foro es muy castigada: “De profesión amante”, es el título de un mensaje ultravisitado, que desarrolla jugosas supuestas anécdotas sexuales sobre Natalia (“Esto sí que vale la pena”, diría el voyeur), y remata: “Es una puta”.
La furia cibernética elige, entre los varones, al más joven. Gastón encabeza el listado de agredidos con más de 600 mensajes. En uno, alguien (que firma “Boludo”) inventa: “La madre no fue al programa por culpa nuestra; por todo lo que estamos diciendo sobre su sexualidad”. La autorreferencia es casi una manifestación de orgullo: ellos, ya conformados como grupo o club de aficionados, consiguieron que el ciclo se modificase, incidieron sobre la trama. Para eso, descargaron munición gruesa sobre el supuesto pasado gay de uno de los participantes, curiosamente el que más flirtea con las chicas y a quien ellas prefieren (para acariciar, mirar, o espiar sus cartas) entre la oferta de varones.
Ese éxito a los 23 da lugar a no pocos detractores: “Un día lo internaron con una botella atravesada”, fantasea un tal ex novio, y es el comienzo de una avalancha de historias inverosímiles sobre diversas prácticas sexuales. En la madrugada de ayer, ajeno a todo, Gastón y la más joven de las chicas bailaban muy apretados, mientras el resto de los habitantes de la casa danzaban separados, o solos.

 

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