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Los porteños escuchan actualmente
más radios de FM que radios de AM

Una encuesta realizada por la escuela ETER demuestra que las FM tienen un 50,28 por ciento de oyentes frente a un 49,73 de las AM.

Dato: Para Carlos Ulanovsky la situación es �una respuesta práctica de la gente� a la realidad de que muchas AM tienen mal sonido y las FM suenan muy bien.

Carrizo desconfía de las radios
hechas a puro mensaje de oyentes.
“Es como si los diarios fuesen hechos completos con cartas de lectores”

La gente que vive en la Capital Federal cada vez escucha más radios de FM que de AM, por primera vez en la historia. La novedad es resultado de un proceso de cambios culturales iniciados en la década del ‘80 del siglo pasado, cuando las FM comenzaron a dejar de ser ámbitos en los que sólo se difundía música. La FM nació como una radio complementaria de la amplitud modulada y que hoy puede considerarse su principal competidora. Los datos sobre el cambio de preferencias del público surgen de una encuesta realizada por la escuela ETER, que dirige el periodista Eduardo Aliverti. La encuesta se hizo sobre la base de 480 entrevistas a público de todas las edades, realizadas en todo el ámbito de la Capital Federal. Este trabajo, casi sin margen de error estadístico, ofrece resultados coincidentes con otro realizado por la Secretaría de Cultura de la Nación, aunque éste buscaba estudiar el comportamiento actualizado en el consumo general de medios.
Oscar Bosetti, el responsable del equipo de investigación de ETER, confiesa que se quedó perplejo cuando advirtió que uno de los puntos centrales del trabajo es que las FM obtienen un 50,28 frente a 49,73 que obtienen las AM. El incremento de cantidad de oyentes de las FM comenzó a darse primero en el sector perteneciente a los oyentes de 25 años aproximadamente, durante los años ‘80. Pero en los últimos tiempos, estas fronteras se fueron extendiendo a otras edades, lo que significó también un cambio para las AM, según puntualiza el investigador.
La modificación en cuanto a la merma en la audición de las radios de amplitud modulada, se relaciona, en un porcentaje con la convocatoria que realizaron las empresas pertenecientes a esta frecuencia a figuras típicas de la FM. “Las AM sumaron a su plantel figura de la FM. Esto no es casual, porque no sólo las reditúa en puntos de raiting porque atraen al público fiel a esas figuras, sino que también les permite acceder a nuevas pautas comerciales”, subraya Bosetti.
A diferencia de lo que sostiene el investigador de ETER, para el periodista y estudioso de la radio Carlos Ulanovsky la elección explícita “una respuesta práctica” de la gente al hecho de que muchas AM se escuchen mal mientras las FM se escuchan bien en todas partes. “Hace 20 o 25 años las FM tenían un destino inevitable que era pasar buena música, tenían un tono bajo y prácticamente no se hablaba. Me parece que con el tiempo esa división se fue modificando y hoy en las FM se habla tanto como en las AM, con los mismos sonidos y separadores. Porque se sabe que la arquitectura de la radio exige el mejor de los sonidos posibles y que se entregue el mensaje en las mejores condiciones”, analiza el especialista.
La encuesta, recuerda Bosetti. “forma parte de un estudio más amplio que venimos realizando en donde básicamente buscamos analizar tres cuestiones vinculadas con el medio: ¿Qué hace hoy la gente con la radio?, ¿Qué le demanda hoy la gente a la radio? y ¿Cómo se informa hoy la gente a través de la radio?”. Este último es el más reciente y con el cruce de los anteriores podemos arribar a lo que está pasando actualmente con los oyentes y el medio”.
El abordaje a los otros resultados de la encuesta permite trazar una aproximación más acabada a un oyente típico de un medio que parece mantener intacta a su audiencia a pesar del desembarco de las nuevas tecnologías de comunicación. La fidelidad hacia una misma emisora es uno de los rasgos que caracterizan, según el estudio, al escucha radial. Más del 81% manifestó sintonizar siempre el mismo dial, en tanto sólo un escaso 19% recorre el dial hasta encontrar lo que le gusta. Ulanovsky apunta que las radios “tienen hinchadas superfieles. La gente se levanta, se va a dormir y no cambia el dial en su casa. Otra cuestión está ligada con la tecnología. No hay un aparato equivalente al control remoto, excepto en los equipos más modernos”. Otra de las características de un oyente medio porteño que se desprenden de la encuesta está relacionada con la ventaja que otorga la radio de acompañar tanto en los momentos de estudio como en el trabajo. Sin embargo, el oyente medio no hace uso de la participación en la compañía que otorgan las emisoras: un elevadísimo 67% prefiere mantenerse como receptor pasivo frente a un 32% que aseguró haber participado alguna vez o habitualmente mediante llamados telefónicos. Para Antonio Carrizo, “este es un buen dato.Si se hiciera una estadística se descubriría que los que hablan son siempre los mismos. Para un profesional es muy peligroso esperar que el programa se lo hagan otros. Es como si un diario estuviera armado solamente con cartas de lectores”.
La aceptación de las programaciones radiofónicas actuales es otro dato llamativo que se desprende de la investigación. Más del 90% de los encuestados no modificaría los contenidos, en tanto sólo un escaso 5% reclama programas de tango y espacios dedicados al rock nacional. Para Bosetti, el hecho de que una amplia mayoría no solicite ningún cambio responde a un estado acrítico de aceptación de lo que los medios proponen. “Es como que hay una condescendencia del público respecto a los contenidos que salen al aire”.

 

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