SIGANME Por J. M. Pasquini Durán La ocurrencia callejera compara al gobierno nacional con La isla de Robinson. Igual que en el reality show, cada semana alguien es eliminado y, al final, sólo queda un ganador. Domingo Cavallo pretende ganar el juego antes de empezar. Para eso ha propuesto una llamada ley de competitividad, cuya esencia consiste en apropiarse de la suma del poder público para realizar un programa que es igual a un libro con título y sumario pero con todas las páginas en blanco. Pretende reunir por el término de un año las facultades de dos de los tres poderes, Ejecutivo y Legislativo, en una sola persona: él. Le faltó vocear la consigna fundacional del menemismo: Síganme, no los voy a defraudar. (Sigue en Contratapa.)
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