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Adivinen quién fue el protagonista
central de la reunión de Gabinete

Fue la primera de Cavallo en el gobierno de la Alianza. De la Rúa estuvo presente pero en segundo plano. Duró poco, habló casi todo el tiempo el ministro de Economía y no hubo cruces.

Domingo Cavallo, de espaldas a la
Plaza de Mayo y rodeado por varios de sus colegas. Su agenda de ayer fue tan cargada como la del miércoles. De la Rosada salió rumbo a Brasil.

Cómodo en su nuevo rol de superministro, Domingo Cavallo dominó la breve reunión de Gabinete de ayer. Explicó los detalles del proyecto de Ley de Competitividad que envió al Congreso y evaluó las chances que tiene de aprobarse. “Tenemos que hacer todo lo posible para que salga rápido. Mientras tanto yo estoy con los brazos atados”, dijo el nuevo jefe de Economía.
La reunión comenzó a las tres de la tarde y duró menos de una hora. Por tratarse del primer encuentro de su nuevo Gabinete, se desarrolló en la Casa Rosada y Fernando de la Rúa se encargó de presidirlo personalmente (habitualmente lo hace Colombo).
El Presidente abrió el encuentro y después dejó hablar a sus colaboradores. Según contó a Página/12 un funcionario que participó de la charla, De la Rúa se quejó por las versiones sobre su renuncia que habían circulado ayer. “Es una cosa de locos. Hay que tratar de evitar esta ola permanente de versiones”, pidió De la Rúa. Aunque nadie lo dijo en el encuentro, la sospecha generalizada apunta a operadores brasileños, a quienes acusan de buscar sembrar el caos y forzar una devaluación.
Después, Cavallo monopolizó la reunión. Ni las versiones, ni la brusca suba del riesgo país, ni la baja de la Bolsa lo afectaron. “Estaba tranquilo y seguro”, comentó un funcionario.
El primer tema fue la complicada negociación por el proyecto de Ley de Competitividad que Cavallo quiere tener listo en menos de una semana. “Hay que apurarse”, sugirió el titular del Palacio de Hacienda. Y comenzó a hacer números junto al jefe de la Cámara de Diputados, Rafael Pascual: sumando a los 81 radicales, los 12 cavallistas y los 25 provinciales se llegaría a 118 legisladores. La cifra, calcularon durante la reunión, es inferior a los 171 votos que se necesitan para tratar la ley sobre tablas. Una posibilidad era jugar con las ausencias o ceder algunos artículos y buscar el apoyo de sectores del Frepaso y del PJ.
El otro ítem fue el viaje a Brasil. Por la tarde, Cavallo y el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini partieron a Brasilia para reunirse con sus colegas Pedro Malan y Celso Lafer. “Van a explicar las medidas que ha adoptado la Argentina y a informarles su contenido a nuestro socio del Mercosur”, explicó después Colombo.
El encuentro fue breve y tranquilo. Durante el menemismo, cuando Cavallo ocupaba el mismo cargo que ahora, las reuniones de Gabinete muchas veces subían de tono: las discusiones, los gritos y los portazos eran usuales. Aunque nunca llegaron al nivel de la administración anterior, en los comienzos de gobierno aliancista los encuentros de ministros a veces también se electrizaban. Especialmente durante la crisis por las coimas en el Senado, cuando Carlos “Chacho” Alvarez convivía con su archienemigo Fernando de Santibañes o con Alberto Flamarique, con el que tenía el diálogo cortado.
Con el paso del tiempo el alejamiento del jefe del Frepaso y de otros ministros con alto perfil político, como Federico Storani, fue licuando los enfrentamientos. El proceso terminó de cerrarse luego de la última crisis, con la delarruización total del Gabinete. Y ahora sólo la figura de Cavallo, habitual protagonista de los debates durante el menemismo, puede ponerles un poco de pimienta a las reuniones de Gabinete. Claro que es temprano para que eso ocurra.

 

“Me voy a cambiar”

Fue una muestra más del desorden que se vive en el Gobierno. Poco después de las seis de la tarde, acompañando a Domingo Cavallo y Adalberto Rodríguez Giavarini, que partían rumbo a Brasilia, Fernando de la Rúa apareció, inesperadamente, por una salida de la Casa Rosada que no usa nunca. Los periodistas que hacían guardia en la puerta comenzaron a rodearlo. La custodia intentaba alejarlos mientras el Presidente subía a un auto. Algunos lograron acercar los grabadores a la ventanilla, por lo que De la Rúa no pudo evitar las respuestas. Calificó de “muy importante” el viaje de sus dos funcionarios a Brasilia y, cuando le preguntaron a dónde iba él, respondió: “Me voy a cambiar de ropa porque tengo una cena”.

 

FARINELLO, CASTRO Y MOYANO CONTRA LOS SUPERPODERES
Como kriptonita para Cavallo

Por Romina Calderaro

¿Qué tienen en común la diputada frepasista Alicia Castro, el sindicalista Hugo Moyano, el padre Luis Farinello, el abogado laboralista Héctor Recalde, el diputado justicialista Mario Das Neves y el ex ombudsman Antonio Cartañá? Por lo menos una cosa: sostienen que es inconstitucional que el ministro de Economía, Domingo Cavallo, reclame superpoderes. La fundamentación más clara de la negativa corrió por cuenta del líder de la CGT rebelde: “Cavallo insiste tanto con el artículo 76 que pareciera que nos quiere llevar al año ‘76”, disparó Moyano. Castro, por su parte, recordó que Cavallo “estatizó la deuda privada argentina durante la dictadura” y que “desfinanció al Estado con la privatización del sistema previsional” y concluyó que no cree que el líder de Acción por la República sea la persona indicada “para sacarnos de la crisis”. El grupo estudia presentar una denuncia por “traición a la patria” contra el ministro.
Los detractores de Cavallo se juntaron ayer en la esquina de Bartolomé Mitre y Riobamba, sede del gremio de Aeronavegantes que preside Castro. La reunión fue para repudiar el pedido de superpoderes del ministro de Economía. Además de los presentes, adhirieron formalmente los periodistas Horacio Verbitsky y José María Pasquini Durán y la diputada Elisa Carrió.
“¿Es Cavallo la persona indicada para mejorar la calidad de vida del pueblo argentino? Nosotros creemos que no y la gente también, por eso sacó sólo el diez por ciento de los votos cuando fue candidato a presidente. Es por eso que los que estamos acá nos negamos a otorgarle la suma del poder público”, dijo Castro, y dejó abierta una ronda de exposiciones que podría haberse denominado “Todos contra Cavallo”.
A su turno, Das Neves sostuvo que darle las facultades especiales a Cavallo es atentar contra la división de poderes. “Y eso significa que una mañana podemos levantarnos con la noticia de que Cavallo decidió vender el Banco Nación o eliminar la figura del matrimonio.”
Moyano fue breve, pero contundente. Dijo que estaba de acuerdo con las exposiciones anteriores y sólo agregó que “es muy peligroso otorgarle mandato supremo a un hombre como Cavallo” que “insiste tanto con el artículo 76 que pareciera que nos quiere llevar al año ‘76”.
Héctor Recalde, abogado de la CGT rebelde, aseguró que el Poder Ejecutivo está instigando a los legisladores “a cometer un delito del derecho penal” y afirmó que más allá del artículo 76 que invoca Cavallo para pedir los poderes “la Constitución es un todo orgánico que tiene una coherencia”.
También habló el padre Luis Farinello, candidato a senador bonaerense por el Polo Social. “Este modelo de muerte ha sido enfrentado por el pueblo con valentía y en 48 horas el presidente Fernando de la Rúa tuvo que cambiar un ministro de Economía”, dijo, aunque aseguró que no creía que Cavallo fuera capaz de cambiar el modelo.
Al final, Castro dijo que en el fondo entendía el ninguneo de Cavallo al Poder Legislativo. “El no comprende la tarea de los diputados y senadores”, dijo. “Como diputado, tuvo un cincuenta por ciento de ausentismo a la Cámara y además es el único legislador que no se preocupó por integrar ninguna comisión”, informó.

 

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