Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


CHACHO TOMA DISTANCIA DEL GOBIERNO SIN PASAR A LA OPOSICION
El Frepaso en la Tercera Posición

Alvarez contuvo ayer a su tropa y bajó lineamientos para contener al �huracán Cavallo�. Una especie de apoyo crítico.

Los diputados Alejandro Peyrou y Juan Pablo Cafiero saliendo de la Casa del Frente, ayer.

Por Eduardo Tagliaferro

Oficialistas, pero no tanto. Opositores, pero no mucho, es el espacio político en el que el líder frepasista, Carlos “Chacho” Alvarez, quiere ubicar a su fuerza. En la mañana de ayer, preocupado por la posible dispersión de su bloque parlamentario, el ex vicepresidente les reclamó “unidad” y los exhortó a “frenar los aspectos más autoritarios del huracán (Domingo) Cavallo”. Por la tarde se reunió con los funcionarios que aún ocupan las segundas líneas del gobierno y les pidió que “no abandonen sus puestos”.
Antes de comenzar a debatir la posición que la agrupación iba a tener en el Congreso, respecto de la “ley de competitividad”, el líder partidario realizó un largo monólogo en el que ratificando sus dotes de analista político, repasó los distintos momentos que llevaron al empantanamiento del Gobierno y al Frepaso a un estado deliberativo que puede conducir a una lenta y agónica fragmentación.
“La unidad del Frepaso es lo más importante”, le dijo Alvarez a sus legisladores. Dicha unidad aparece seriamente amenazada desde el mismo momento en que Cavallo se incorporó al gabinete de Fernando de la Rúa. Cuestionado por un grupo no menor de su bloque, Chacho sostuvo que en ningún momento alentó la incorporación del ex ministro de Carlos Menem. Para el ex vice, ésta fue una idea equivocada que reflejaron los medios de comunicación.
Acercándose al grupo más crítico de diputados, Alvarez les preguntó: “¿Cómo hacemos para frenar el huracán Cavallo?”. Fundamentalmente se diferenció de los aspectos más críticos de las propuestas del “Mingo”: los superpoderes para legislar sobre temas previsionales y reforma laboral. También les reclamó que deben oponerse a la privatización del Banco Nación y acotar la reforma del Estado.
Antes de presentar su idea para enfrentar la coyuntura, el titular del Frente enumeró largamente los desaciertos cometidos por el gobierno y por las distintas conducciones económicas. En su alocución no figuró su renuncia a la vicepresidencia y el “no” lugar político que ocupó luego de ello. Lugar desde el que impulsó un difuso “Movimiento de Participación Ciudadana”.
“Yo tenía una buena relación con (Ricardo) López Murphy. Por eso lo llamé y le recomendé que no insistiera con sus medidas ya que serían inaceptables”, les comentó Alvarez a sus diputados. Por supuesto que la comunicación fue un intento vano. Tan estéril casi, como el llamado del frepasista al Presidente.
En la cronología que ayer Alvarez le hizo a los suyos, figuró el encuentro que en noviembre del año pasado mantuvo con el ex titular de Economía José Luis Machinea. El titular del Frepaso reconoció que le recomendó a Machinea que dé un paso al costado para alentar un ministerio vinculado a la Producción. La idea de contar con un ministro que impulse la reactivación fue lo que llevó al ex vice a posar sus ojos en Cavallo. “Es más heterodoxo que López Murphy”, dijo Chacho, reiterando lo que ya es un slogan repetido por los frentistas.
Para otro momento se anotaron las discusiones pendientes, entre ellas las objeciones de quienes criticaron la actitud del Frente en los últimos cambios de gabinete y Cavallo, que sigue dando tela para cortar. Tanta tela, que es la figura que sigue dividiendo a los frepasistas.

 


 

EN LA CIUDAD REAFIRMAN LA ALIANZA Y SE DIFERENCIAN DE LA NACION
No sólo los separa la Plaza de Mayo

Por Santiago Rodríguez

A pesar de que los dos conviven en la misma ciudad y que tan sólo la Plaza de Mayo separa los despachos de uno y otro, la gestión de Aníbal Ibarra ha conseguido hasta aquí sortear la crisis política que tiene a mal traer al gobierno de Fernando de la Rúa. “En la ciudad la gente votó a la Alianza y su programa y hay que cumplir con ese contrato”, repiten los funcionarios porteños sin distinción. Esa es la línea que bajó el jefe de Gobierno y los radicales que lo acompañan en su administración la comparten a tal punto que, aun frente a la peor de las hipótesis sobre el futuro de la coalición a nivel nacional, aseguran hoy que la sociedad entre el Frepaso y el radicalismo continuará vigente en el distrito.
“En la ciudad estamos bien. Con los radicales mantenemos el mismo esquema y seguimos funcionando sin más roces que los propios de toda gestión. La crisis nacional no tuvo repercusión y la idea es que no la tenga”, comentó ayer un frepasista que trabaja en el gobierno porteño.
En esa idea los hombres del Frepaso cuentan con la venia de los radicales. “La dinámica y la impronta del gobierno de la ciudad no es la misma que la del gobierno nacional. Acá se mantiene el perfil y la identidad política que se ofreció al electorado y que De la Rúa no está respetando”, explicó a Página/12 un funcionario radical.
Ibarra les ratificó una vez más a sus colaboradores su decisión de mantener la Alianza en la ciudad y el programa de gobierno que los porteños votaron el 7 de mayo de 2000 en la reunión de gabinete del martes pasado, horas después de que De la Rúa cerrara sin ningún frepasista la incorporación de ministros a su gestión y a pesar de las quejas de algunos chachistas por esa situación. Entre los radicales jugó a su favor su advertencia de que a Domingo Cavallo no se lo podía sumar al Gobierno como “salvador”, sino en el marco de una estrategia que contuviera los ejes comprometidos por la Alianza, y su participación en las negociaciones entre el Frepaso y la UCR a nivel nacional.
“Valoramos como muy positivo el papel que jugó Aníbal promoviendo la integración de frepasistas al gabinete nacional. Coincidimos en que se debe fortalecer la Alianza nacional porque nos afecta en términos de lo que expresamos políticamente que este distrito tenga una diferenciación tan grande con la nación, donde la mitad del radicalismo y el Frepaso no están representados”, precisó otro importante radical porteño.
En esa reunión de gabinete Ibarra pudo capear también lo que sí hubiera sido el impacto de la situación nacional sobre su gestión: la renuncia de Norberto La Porta. Presionado por su partido (que hace tiempo le reprocha su falta de crítica a la administración delarruista y salió a criticar la designación de Cavallo en Economía), el socialista amagó con alejarse de la Secretaría de Medio Ambiente. La Porta no concretó su renuncia porque los demás –frepasistas y radicales– lo convencieron de que “se leería como una consecuencia de la crisis” y constituía, además, “un castigo para un gobierno donde la Alianza está funcionando tal como la votó la gente”.
Sin dudas sobre la continuidad de la Alianza, la redefinición del mapa político nacional podría traer alguna ventaja para el gobierno de Ibarra en la Legislatura. La idea no es incorporar a los cavallistas, pero sí tejer algún esquema de acuerdos. “Si van a ser oficialismo a nivel nacional...”, dicen los ibarristas, quienes tampoco descartan ampliar los consensos con los peronistas que no se alinearon con Carlos Ruckauf.

 

PRINCIPAL