Orgullo de la tecnología rusa, símbolo de su poderío,
hito en la carrera espacial. Esos y tantos otros aplausos dialécticos
para la estación orbital Mir habrán quedado pulverizados
en la madrugada de hoy en 1500 pedazos esparcidos en el mar. Si todo sale
según las previsiones y en los horarios prefijados, a la hora del
café con leche y las medialunas, el orgullo-símbolo-hito
ya se habrá convertido en chatarra sumergida en el fondo del Pacífico.
Si todo sale según las previsiones: ayer la Comisión Nacional
de Actividades Espaciales advertía que una falla en la maniobra
de descenso podría esparcir restos de la maltrecha vanidad rusa
en el sur argentino. Y una precavida Fuerza Aérea monitoreaba el
vuelo final de la estación.
Quienes tenían más motivos para la zozobra eran los australianos,
los neocelandeses y sobre todo unos treinta barcos de pesca de atún
que justo en estos días se les dio por navegar en el Pacífico
sur. Los pescadores nada tenían para hacer salvo encomendarse al
santo de su devoción: la mayoría se encuentra a diez días
de la costa y ayer bramaban pues nadie los había informado de la
lluvia incandescente que mandarían los rusos.
A las ocho y media de ayer, la Agencia Espacial Rusa puso en marcha lo
que sería el ocaso de la Mir. De acuerdo con lo programado, la
caída se produciría en una zona comprendida entre los 44,2
grados de latitud sur y los 150,4 grados longitud este, donde se precipitaría
lo que quede de la Mir tras desintegrarse por la fricción del aire
atmosférico: unos 1500 trozos, algunos hasta del tamaño
de un colectivo y de dos toneladas de peso. De las 140 toneladas de peso
de la estación, las que no se consumirán en la caída
serán entre 20 y 30.
El programa informático de frenado comprendió tres poderosos
impulsos con las turbinas del cohete Progress acoplado a la estación.
Los dos primeros frenados sacaron la estación de su órbita,
iniciando su derrotero hacia la atmósfera terrestre. El tercer
y definitivo frenado estaba previsto para las 3.30 de hoy.
Aunque los especialistas auguran que nada hace prefigurar que la Argentina
se vea afectada, la Conae indicó que una falla en el motor
podría provocar que los residuos de la estación vuelen
mas allá de la zona programada, dentro del extremo sur de Argentina
y Chile para pasar luego hacia el Atlántico.
En Japón, Chile y otros países ribereños del Pacífico,
las fuerzas navales y aéreas se hallaban ayer en estado de alerta,
mientras Nueva Zelanda envió una señal de alarma a una flota
de 27 barcos pesqueros que se halla en la zona del impacto, al este de
las costas neocelandesas.
Aunque las autoridades rusas aseguraron hasta el hartazgo que de nada
había que preocuparse, la empresa espacial Rosaviakosmos, operadora
de la Mir, contrató un seguro por 200 millones de dólares
para cubrir posibles daños a terceros. Es que, incluso si todo
sale bien, el área oceánica de la caída es algo extensa:
una franja de 5000 kilómetros por 200 de ancho.
Las autoridades de la isla chilena de Pascua también manifestaron
su inquietud. Una vez que el aparato entre en la atmósfera,
no sabemos si vamos a recibir en la isla más de un pedazo,
se indignó el gobernador Alfredo Tuky Pate. La Fuerza Aérea
de ese país sugirió a las compañías de aviación
que cubren la zona que suspendan sus vuelos entre el jueves y el viernes.
En Nueva Zelanda, cinco vuelos internacionales que atraviesan el Pacífico
fueron atrasados por precaución.
Ayer, mientras en los alrededores del Pacífico se generalizaba
la psicosis, en Rusia llegaba al punto culminante la polémica por
la destrucción del orgullo nacional que para muchos implica la
caída de la estación. La Mir que en ruso significa
paz promete seguir generando batallas aun desde su nuevo
lugar en el cementerio oceánico.
Oficios para adolescentes
El gobierno porteño lanzó un programa para adolescentes
de entre 14 y 18 años, provenientes de familias con necesidades
básicas insatisfechas, para formarse en un oficio. La idea
apunta a jóvenes que están fuera del sistema educativo,
que podrán cursar carreras de oficios con una duración
de entre dos y tres años y recibirán becas de cinco
pesos por cada día efectivamente cursado. Los interesados
podrán inscribirse hasta el 29 en los centros de gestión
zonales.
|
|