Por Verónica Abdala
Hasta que abre su irreverente
bocota, Joan Rivers no se diferencia en mucho de esas mujeres que matan
las tardes en confiterías paquetas, degustando té con masas.
Su aspecto es el de una señora de 60 con cirugías, de buen
pasar y modales más o menos refinados. La realidad, sin embargo,
es distinta: tiene más de 70 años, una vida llena de altibajos
profesionales y personales su marido y padre de su hija Melissa
se suicidó en 1989 y el mérito de haberse convertido,
a fuerza de constancia, en un símbolo de desfachatez y mordacidad
en un ámbito en el que pocos se atreven a ser políticamente
incorrectos. Un mundo en que la sinceridad, a veces, parece insultante:
el de la televisión, y en particular, el de los programas dedicados
al espectáculo y la moda. Para colmo, en el templo de la frivolidad,
en Hollywood. Joan es la única capaz de afirmar cosas: En
este programa, todos son tratados como si fueran bellos, como si de una
manera u otra tuvieran belleza. Para agregar: No puedo creer
que dije eso. Son cosas de los guionistas. Voy a vomitar.
Ese tipo de comentarios son los que le han valido muchas adhesiones, pero
también feroces críticas. En Hollywood, buena parte de las
estrellas acostumbradas a lidiar con Joan y Melissa (que, inseparables
desde hace algunos años, están actualmente a cargo para
la señal E! de los exteriores de los Oscar, y demás eventos
de espectáculos y moda de la temporada) han aprendido a respetarla.
Es habitual verla en pantalla conversando con luminarias como Tom Hanks,
Julia Robert o Sylvester Stallone, y es sabido que los actores/actrices
algo menos conocidos lentifican el paso cuando pasan delante suyo, con
la ilusión de que alguna frase los alcance, bendiciendo su entrada
a la fama.
Para otros, sin embargo, la acidez de sus comentarios sigue siendo difícil
de digerir. ¿Qué suponen que pensó Geena Davis cuando
tras anunciar que, contratada para la conducción de una entrega
de premios, evitaría interrogar a sus colegas acerca de cuestiones
relacionadas con la moda, la Rivers se apareció en pantalla con
un cartel que decía Acepte la última pregunta poco
profunda antes de la señorita Davis? Y no se quedaba allí:
mientras, por lo bajo, Joan se preguntaba: ¿Irá a
interrogarlos acerca de la situación en Bosnia?. O cuando
a una estrella de la pantalla grande que atravesaba su mejor momento le
dijo con cara de póker: Querida, ¿quién te
aconsejó ponerte esa pollera horrible?.
Por supuesto que esta señora puede ser igualmente encantadora,
a la hora de halagar la elegancia de Sean Connery o el lustre de los zapatos
de Johnny Depp. Después de todo, se codea con ellos en las doradas
filas del jet set, y su negocio no es ganarse un enemigo cada día,
sino, por el contrario, mantener el reconocimiento que con justicia se
ha ganado. La fórmula de su éxito parece ser el equilibrio
entre el glamour y la compostura que debe caracterizar a toda diva que
se precie de tal y la capacidad de reírse desvergonzadamente y
sin medias tintas de la frivolidad que la rodea, y que incluso promueve.
Acaso un símbolo de esa combinación sea su perrito: tan
monono como el de Susana Giménez, sólo que éste luce
cuernitos de diablo en su página de Internet (www.joanrivers.com).
Este año, el público argentino tendrá la oportunidad
de verla en los especiales que E! prepara para la noche de la entrega
de los Oscar, prevista para este domingo. A las 14 se inicia la cuenta
regresiva, con el especial Live Academy Awards Countdown, que se extenderá
por seis horas. Mientras que entre las 20 y las 22, hora de inicio de
la ceremonia, se lanzará el Live Academy Awards Pre-show. Este
será el escenario en el que Rivers hará gala de su talento,
conversando con las estrellas del cine sobre la alfombra roja que conduce
al salón del Shrine Auditorium. Para reaparecer, una vez que esta
haya concluido, alrededor de las 2, en los Live Academy Awards Post Show.
No sería extraño que a esa altura apareciera algo cansada.
Y que dijese a cámaras: ¿Y por qué yo no puedo
lucir mis mechas despeinadas si Tom Hanks cobró varios millones
de dólares por hacer lo mismo en Náufrago?.
|