Por Adriana Meyer
Aquí hay quien
sabe más de lo que dice y también quien dice más
de lo que sabe, expresó el fiscal de Cámara Germán
Moldes en un dictamen que asegura la continuidad de la causa de los sobornos
en el Senado. A fines del año pasado, el ex juez Carlos Liporaci
había dictado la falta de mérito de los once senadores imputados.
Los fiscales Federico Delgado y Eduardo Freiler apelaron esa medida en
relación a siete legisladores Augusto Alasino, Remo Costanzo,
Alberto Tell, Angel Pardo, Ricardo Branda, Emilio Cantarero y Alberto
Meneghini y pidieron su procesamiento por cohecho. Moldes podría
haber desistido de la apelación o pedido la nulidad de todo lo
actuado, lo cual hubiera significado la virtual paralización de
la investigación. Sin embargo, aunque coincidió con sus
subordinados en solicitar que la Cámara Federal revoque la falta
de mérito dictada por Liporaci, no coincidió con ellos en
cuanto al pedido de procesamiento. El fiscal de Cámara adelantó
un par de días su pronunciamiento y calmó así la
activa ansiedad que sobrevoló Comodoro Py en las últimas
semanas.
Según Moldes, el renunciado juez Liporaci no valoró totalmente
los elementos de prueba que sostienen el proceso. Por lo tanto, afirmó
que es insoslayable deber republicano extremar los esfuerzos para
impedir que esta investigación naufrague, ya por intolerables pactos
de silencio, ya por obscenos afanes de exhibicionismo. En
tal sentido, al fiscal le preocupa la confusa memoria de algunos
testigos y la disparidad de actitudes que se observa en algunos
destacados actores de la dirigencia política, y ello se ha traducido
en grandilocuentes declaraciones en las escalinatas de este edificio,
lamentablemente relativizadas al llegar a la sala de audiencias.
El escrito sintetiza las pruebas que fueron recolectadas, los documentos
y las 26 declaraciones testimoniales. El senador Antonio Cafiero afirmó
claramente su convicción sobre la existencia del hecho, es
decir, el pago de sobornos para la sanción de la Reforma Laboral,
mientras que el senador Daniel Varizat declaró que su par
(Augusto) Alasino le dijo expresamente que cambie su voto negativo porque
existía dinero. También recordó los testimonios
de dirigentes gremiales sobre la tan difundida reflexión
del entonces ministro de Trabajo Alberto Flamarique: a los senadores
los arreglo con la Banelco. El representante legal del Hotel
Elevage Alejandro de Robertis afirmó haber visto a los imputados
en ese establecimiento. El ex jefe de Gabinete Rodolfo Terragno expresó
que Cafiero le dijo que los fondos para el soborno provenían de
la SIDE y el ex vicepresidente Carlos Chacho Alvarez afirmó
en un programa de televisión y ante el juez que los fondos para
el pacto venal provinieron del Gobierno. El auditor de la
Sindicatura General de la Nación (Sigen) Ricardo Pérez Vélez
se explayó sobre las irregularidades detectadas en el manejo de
los fondos de la central de inteligencia. Además, indicó
Moldes, las versiones taquigráficas que documentan la sanción
de la ley grafican en forma patente, casi rozando el grotesco, el
total desconocimiento de algunos senadores, ajenos a la conducción
del bloque, del texto que estaban votando y convirtiendo en ley.
En tal sentido, el fiscal de Cámara indicó que deviene
inexplicable el cambio de opinión del senador Costanzo en relación
a la Reforma Laboral.
Moldes recordó que el 11 y 14 de abril de 2000 la SIDE retiró
del Banco Nación dos cheques que suman 6 millones 500 mil pesos.
Es justamente en ese lapso temporal en el que la conducción
del bloque mayoritario del Senado decide cambiar su opinión
frente al proyecto de ley, expresó el funcionario judicial.
Y concluyó que corresponde profundizar la pesquisa para dilucidar
aspectos aún no esclarecidos de la maniobra, por ejemplo
los posibles mecanismos de distribución del dinero proveniente
del pacto venal, materializar el entrecruzamiento telefónico ya
ordenado, agotar la recopilación de información financiera,
ordenar los careos pendientes y acreditar la posible relación con
el hecho de los depósitos detectados enlas cuentas de algunos imputados.
Moldes se quejó, además, de la inusitada lentitud
de organismos oficiales y privados en remitir la documentación
que se les fue requiriendo a lo largo de la investigación. La
presunta existencia de pactos espurios entre poderes del Estado resultaría,
de comprobarse, un hecho de gravedad tal que afectaría la esencia
misma del sistema que nos rige, opinó el fiscal en los últimos
párrafos de su dictamen. El martes 27 expondrán sus argumentos
los representantes legales de los imputados y luego la sala I de la Cámara
Federal resolverá su situación.
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