Por Rocío
Ayuso
Desde
Los Angeles
Lo único seguro en la
73ª edición de los Oscar es que el humor de Steve Martin abrirá
y cerrará la ceremonia. El cómico estadounidense de 55 años,
protagonista de films como L.A. Story, Tres amigos y Roxana, se encargará
en esta edición de hacer reír a un público compuesto
de estrellas nerviosas a la espera de oír su nombre coronado con
la victoria de un Oscar. Si no podés ganar uno, será
mejor que te unás a ellos, fue la única declaración
que formuló Martin cuando aceptó este puesto, en obvia referencia
a que nunca ganó un Oscar. Martin sustituirá mañana
como maestro de ceremonias a Billy Crystal, actor que durante siete años
se ganó al público con sus presentaciones. Steve no
necesita ningún consejo porque él conoce la profesión
tanto como yo, comentó Crystal. Es un público
difícil porque nadie te ha venido a ver, afirmó a
su vez Whoopi Goldberg, que también trabajó como maestra
de ceremonias en una edición.
El director de este año, Louis J. Horvitz, afirma que más
de 60 millones de personas seguirán esta transmisión, al
sostener la hipótesis de que la mayor responsabilidad sobre el
resultado recaerá en los hombros de Martin. El cómico no
dio ningún anticipo sobre cómo se las arreglará para
sorprender a los asistentes y mantener caliente una ceremonia que ha llegado
a aproximarse a las cuatro horas a pesar de los esfuerzos porque no se
alargue. Este año la Academia citó a buena parte de las
estrellas a una cena de honor para pedirles brevedad en los discursos.
Steve será perfectamente capaz de construir y crear momentos
espontáneos que estaré escuchando para seguirlo con la cámara,
dice Horvitz. Sin embargo, nadie ha tenido acceso al guión de las
rutinas de Martin, del que depende una parte del éxito de su tarea.
Menos secreta es la lista de ayudantes que colaborarán con Martin
a la hora de entregar los premios o presentar films. El listado, que parece
la vía láctea, incluye a Sarah Jessica Parker, Penélope
Cruz, Annette Bening, John Travolta, Ben Affleck, Julia Roberts, Juliette
Binoche, Russell Crowe, Kate Hudson, Michael Douglas, Catherine Zeta-Jones,
Chow Yun-Fat, Julie Andrews, Julie Stiles, Morgan Freeman, Ashley Judd,
Halle Berry, Mike Myers, Samuel L. Jackson, Jennifer López, Nicolas
Cage, Angelina Jolie, Anthony Hopkins, Sigourney Weaver, Kevin Spacey
y Hilary Swank.
A pesar de las críticas recibidas en ediciones anteriores por los
números musicales que salpican esta ceremonia, que la alargan
innecesariamente, como afirma el humorista Garry Shandling, la Academia
ha vuelto a incluirlos en su programa. Para ello contará con Björk,
interpretando la canción candidata Ive Seen It All;
Sting cantará My Funny Friend and Me, y Randy Newman
se unirá a Susanna Hoff para ofrecer el tema A Fool in Love,
la decimocuarta candidatura para este compositor que nunca logró
un Oscar. La voz de Bob Dylan también se dejará escuchar
durante la ceremonia, si bien vía satélite desde Australia,
para interpretar la candidata Things Have Changed.
Ayer todo era febril en el auditorio Shrine. Las grandes estatuillas del
Oscar, reproducciones gigantescas de las que los ganadores se llevarán
a casa, ya están alzadas, flanqueando los arcos moriscos que conducen
al patio de butacas. La alfombra roja traza ya el camino a la gloria.
La actividad es frenética y se están colocando en su lugar
los centros florales y el cableado para alumbrar la transmisión
televisiva. Los ensayos terminarán hoy con la presencia de las
estrellas, que deberán aprenderse su papel e presentadores.
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