Por Felipe Yapur
El texto de la ley que le otorga
poderes especiales al ministro de Economía, Domingo Cavallo, está
escrito pero no termina de ser consensuado. Resistencias internas en el
Frepaso y el radicalismo llevaron a que las negociaciones continuaran
durante todo el día de ayer y, al cierre de esta edición,
los responsables de su redacción se encontraban en la residencia
de Olivos tratando de destrabar el desacuerdo. El justicialismo, en tanto,
continúa firme en su intensión de transformarse en el
corrector del proyecto. Sin embargo, primero debe disciplinar a
sus grupos internos, menemistas y ex gobernadores, que se mueren por apoyar
a Cavallo.
Durante todo el viernes Horacio Tomás Liendo, Armando Caro Figueroa
y el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, los diputados Rafael Pascual,
Darío Alessandro, Jesús Rodríguez y Raúl Baglini
trabajaron en la redacción final del proyecto. Poco después
de la una de la madrugada el propio Caro Figueroa anunció que estaba
todo resuelto. Pero no era tan así. Ayer por la mañana,
cuando volvieron a encontrarse en el despacho de Pascual, las diferencias
renacieron.
Puntualmente los ítem que hacen más difícil que el
consenso se logre son aquellos que definen la facultad que tendrá
Supermingo de derogar total o parcialmente impuestos, tasas o contribuciones.
Esto abre la posibilidad de que el Ejecutivo pueda derogar, por
ejemplo, los subsidios a los combustibles patagónicos y hasta el
fondo especial del tabaco, reconoció un legislador del Frepaso.
El segundo punto, y esto es una exigencia de Cavallo para poder generar
la competitividad, es el referido a la posible reforma de
la legislación laboral y previsional: La idea es que no se
toquen estas leyes o en caso contrario, acotarle el margen de maniobra,
confió un diputado radical.
Si bien la orden de Cavallo era que no trascienda ningún detalle
del texto que se trabajaba, tal vez el optimismo de algún integrante
de la comisión redactora permitió que se repartieran copias
de las últimas modificaciones del proyecto de ley.
Siete son los artículos que tiene la nueva propuesta donde el Parlamento
le otorga poderes especiales al Ejecutivo por un año. En él,
y tal como adelantó Página/12, le permitirán a Cavallo
lo siguiente:
Centralizar entes autárquicos,
reparticiones descentralizadas o desconcentradas o la descentralización
de organismos de la administración nacional. Este punto está
consensuado entre la UCR y el Frepaso.
Modificar la ley de ministerios.
La Alianza no tiene objeciones.
Derogar total o parcialmente
normas de rango legislativo que afecten al sector público. Este
punto es criticado por el PJ y el Frepaso ya que sostiene que le permitirá
a Cavallo modificar los convenios colectivos de trabajo y facilitar despidos.
Derogar total o parcialmente
normas de rango legislativo referentes a impuestos, tasa o contribuciones
y crear exenciones. Aquí es donde una vez más el PJ y el
Frepaso coinciden. Sostienen que no está claramente explicitado
la prohibición de modificar regímenes especiales como los
subsidios a las naftas y del tabaco.
Reestructurar los planes sociales
existentes con la intención de instrumentar un programa de seguro
o subsidio de desempleo. En otras palabras es la denominación de
la Agencia Social.
Excluir la privatización
de empresas públicas, universidades, entidades financieras oficiales
(por ejemplo el Banco Nación), entes reguladores, parques nacionales,
PAMI, AFIP y la imposibilidad de crear impuestos. Coinciden los principales
bloques.
Control parlamentario que tendrá
la facultad de derogar las medidas tomadas por el Ejecutivo y que no podrá
ser vetada. Condición exigida por todas las bancadas.
Pero más allá de las coincidencias que están alcanzando
los bloques de la Alianza, todavía falta resolver la posición
que tendrá eljusticialismo. El bloque que conduce Humberto Roggero
espera pero no está quieto. La mesa de conducción mantuvo
contacto informales durante todo el día con miembros de la comisión
redactora. Si bien ellos desconocen como versión oficial la copia
de las modificaciones que se conoció en el Congreso, dejaron trascender
que allí hay algunos puntos que son aceptables. Pero
la opinión en el PJ no es una sola. Las diferencias internas permanecen
y por momentos parecen profundizarse. Los diputados menemistas o los
2001 como los llaman en el bloque porque la mayoría
de ellos finaliza su mandato conforman el sector que no tiene problemas
en reconocer que a Cavallo le votarían el proyecto de ley tal como
lo mandó desde un comienzo. Otro foco de conflicto son los bonaerenses
que responden a Carlos Ruckauf, quien a decidido encolumnarse detrás
del ministro. Pero este grupo tampoco es homogéneo, en el bloque
juran que Eduardo Duhalde no coincide con el oficialismo del
gobernador bonaerense y mandó a los suyos a oponerse.
Con divisiones y coincidencias, y buscando casi con desesperación
el texto final de la ley que le otorga poderes especiales al Ejecutivo,
el oficialismo ya confirmó que para hoy a las 10 está convocada
la reunión de labor parlamentaria y hacia el mediodía piensan
que Pascual podrá abrir la sesión. En tanto, en el Senado
y acatando puntualmente la orden de Cavallo de tener la ley aprobada el
mismo domingo, ya convocaron para las 17 a reunión de presidentes
de bloque y, si todo va bien en Diputados, sesionar a partir de las 18.
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