Por
Juan José Panno
River se quedó con todos los premios. Mejor equipo de la cancha,
mejor dirección técnica, mejor banda de sonido, mejor protagonista,
mejor actor de reparto, mejor idea original de juego, mejor guión
y sobre todo, mejor aprovechador de regalos. San Lorenzo, por su parte,
se adjudicó todos los premios desconsuelo.
Que the winner iba a ser River se supo bien temprano, a poco
de comenzada la fiesta en el Nuevo Gasómetro. Ya antes de que Sánchez
estirara la mano cobrando un penal polémico que dividió
las críticas; ya antes de la caída fatal de Ameli en el
segundo; ya antes de que Paredes obsequiara el pase previo al tercero;
ya antes de la magnífica rabona de Coudet completada con el toque
de Saviola; ya antes de que Michelini se convirtiera en el antihéroe
de la noche; antes de todo empezó a germinar la idea de que River
era más. Al final del primer tiempo, con el partido 3 a 1, con
una tribuna exultante y la otra enloquecida de bronca y depresión,
se podían haber cerrado las puertas y terminada cualquier transmisión
para que nadie se quedara dormido. Total, ya estaba todo dicho y no había
más nada que discutir.
Revisemos
los regalos más importantes. 1) Centro de Saviola, falla enorme
de Ameli que se tropieza torpemente, toque de Cardetti. 2) Falla de Paredes
(a), rechazando sin fuerza. Toque de Astrada para Coudet, remate rebote,
duda de Campagnuolo (b), nuevo centro de Coudet, en este caso de rabona,
y toque de Saviola con el arco vacío. 3) Amarilla para Michelini
por protestar el penal y amarilla más roja para Michelini por violenta
falta desde atrás a Saviola. En el foul se le pudo haber ido la
pierna y eso es consecuencia del juego. Pero en el penal se le fue la
boca y eso es una estupidez en un jugador profesional con su experiencia.
La duda queda en el penal de Michelini a Saviola. ¿Hubo falta?
¿Exageró la caída el pibe de River? Todo San Lorenzo,
con Miele a la cabeza, quiere condenar a la hoguera al árbitro
y lo rankea como el principal responsable de la derrota; pero ya fue dicho
que con penal o sin él, la distancia entre ambos equipos fue notable.
Si Sánchez no hubiera cobrado ese penal, de todos modos River habría
ganado el partido.
Los premios desconsuelo que otorgó la hinchada de San Lorenzo a
sus jugadores y al DT fueron para Leo Rodríguez, hostigado cada
vez que tiraba un pelotazo sin destino o perdía en una pelota trabada;
para Tuzio, reprobado cuando le entregaba la pelota a un rival; para Ameli,
vituperado cada vez que salía a destiempo; para Pellegrini abucheado,
cuando puso a Abreu y lo sacó a Romeo pudiendo sacar a Tuzzio o
Paredes; para todo el equipo, silbado al final.
Cualquiera que entienda un poquito de fútbol comprenderá
que el hipotético error de Sánchez no fue decisivo y que
los que se agarran del mal arbitraje sólo tratan de salvar posiciones
individuales.
San Lorenzo hizo mucho para perder, es cierto; pero River aportó
lo suyo para quedarse con los tres puntos que le despejan la ruta hacia
el título. Anduvo un fenómeno Saviola, imparable en todo
el primer tiempo, con su gambeta en zigzag en diagonal hacia el arco;
anduvo muy preciso con la pelota Coudet que jugó como carrilero
por la derecha y encontró siempre el hueco para recibir libre;
anduvo certero Cardetti en el toque y la definición; no anduvo
mal Ortega y no desentonaron los otros.
La diferencia de velocidades entre los dos equipos fue notable. A favor
de esa mayor rapidez los de River se podían juntar en los diferentes
sectores del terreno para triangular, tocar y salir, manteniendo el absoluto
control del juego.
Cada vez que San Lorenzo partía en contraataque se chocaba con
la marca de los volantes de contención del rival, o perdía
demasiado tiempo con la gambeta del pobre Romagnoli que tenía que
intentarlo todo solo, a falta de acompañamiento. Aun cuando descontó
y se puso 2 a 1, San Lorenzo dio la imagen de equipo achicado, impotente
ante un rival superior. En el segundo tiempo River se amparó en
la impotencia de su rival y se dedicó a esperar el final de la
fiesta, con los tres puntos de oro del premio principal en el bolsillo
ULTIMA
PAGINA DE LA NOVELA
Saviola
al Barsa
Por Adrián De Benedictis
La novela del pase de Javier Saviola al Barcelona de España podría
definirse en los próximos días. A pesar de que los medios
españoles aseguran que el juvenil ya tendría un contrato
firmado con la entidad catalana, en el transcurso de la semana llegarán
enviados de la entidad española para dialogar con el representante
del jugador, Alfredo Cabrera Brizuela, y cerrar los términos de
la operación. En principio, le ofrecerán al delantero un
convenio millonario: por un vínculo de seis años, el jugador
recibiría 9,5 millones de dólares netos, o sea, cerca de
13,4 millones de dólares brutos.
Uno de
los puntos fundamentales para acordar será el día del arribo
de Saviola a España. Mientras los directivos catalanes quieren
contar con él para la próxima temporada que se iniciará
en junio, el jugador desearía hacerlo en diciembre de este año.
Pero los catalanes no vendrán sólo a buscar al goleador
de River. El otro nombre que quieren sumar al plantel es el del volante
de Boca Juan Román Riquelme, otro que también tiene ganas
de iniciar su experiencia europea. Además, los dos futbolistas
podrían ser dirigidos por un técnico argentino, ya que el
futuro entrenador del equipo estará entre Héctor Cúper,
Carlos Bianchi o César Menotti.
Pero Saviola no sería el único que se alejaría de
River. El que le seguiría los pasos es Eduardo Coudet. Al mismo
tiempo que los dirigentes resuelven la compra definitiva del volante en
2,2 millones de dólares, el grupo empresario dueño de su
pase aprovecharía la oportunidad para ubicar al ex jugador de San
Lorenzo en el Olimpyque de Marsella. Otro que tampoco arregló su
nuevo contrato con el club es el arquero Roberto Bonano, que podría
quedar libre en junio. Si eso se concreta, su reemplazante sería
Damián Grosso, el actual arquero de Almagro.
En relación a las elecciones presidenciales que se desarrollarán
a fin de año, el candidato opositor Hugo Santilli aclaró
ayer algunos de sus deseos para el futuro del club. Entre los jugadores
que pretende incorporar están Matías Almeyda, Roberto Ayala,
y el chileno Marcelo Salas. Para el puesto de director técnico,
Santilli destacó que sus preferidos son Ramón Díaz,
Héctor Cúper, Carlos Bianchi, y Marcelo Bielsa. Y aclaró
que le gustaría contar con José Pekerman para que se encargue
de coordinar todas las divisiones inferiores de la institución.
Después del triunfo de ayer, el técnico Américo Gallego
estaría en los planes del Betis de España para conducir
al equipo el próximo campeonato dijo que el equipo
anduvo bien, al final me preocupé un poco porque podíamos
hacer más goles y no los hicimos.
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