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EMPIEZA UNA SEMANA CLAVE DE LOS MERCADOS PARA LA GESTION CAVALLO
A la espera del saludo de la city

Con los superpoderes en la mano, Domingo Cavallo tiene todo para terminar de convencer a los financistas. La evolución del riesgo país y de las acciones mostrarán si lo ha conseguido. La estrategia para refinanciar la deuda definirá la reacción del mercado.

El analista de uno de los bancos de inversión más grandes del mundo estaba fatigado. En los últimos cuatro fines de semana tuvo que trabajar hasta la medianoche del domingo. En cada uno de esos días, al final de “Fútbol de Primera”, enviaba su informe a Nueva York, para que los inversores de bonos y acciones argentinas tuvieran, apenas arribaran a su oficina, el estado de situación de un lejano mercado emergente en crisis. Ayer, ese reporte tenía un final optimista, a diferencia de los tres anteriores. Domingo Cavallo estaba en camino de conseguir los superpoderes, algo recortados, pero superpoderes al fin. En ese escenario, el analista no imaginaba para hoy, al comienzo de las operaciones en el recinto, otro recorrido que al alza de las cotizaciones de los activos de riesgo.
Después de un viernes no apto para cardíacos, con el riesgo país llegando a los 1067 puntos, para terminar en los 984 cuando el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, adelantó el apoyo a los reclamos legislativos de Cavallo, los operadores esperaron ansiosos el desenlace en el Congreso durante el fin de semana. Esperan que hoy las acciones arrastren la suba de más del 6 por ciento con que terminaron en la última jornada.
Los financistas estudiarán el contenido de la ley, con las modificaciones introducidas después de un fin de semana de negociaciones políticas. Si bien Cavallo no consiguió todo lo que había pedido, lo obtenido es lo suficientemente importante –evaluaba el analista de ese banco de inversión– para que lo que se denomina “mercado” reciba positivamente esa ley. Destacó que en menos de una semana Cavallo presionó hasta conseguir la aprobación de dos leyes claves, en un Congreso que en los últimos años ha sido bastante esquivo a pedidos del Ejecutivo. A Cavallo le dieron un impuesto y facultades especiales.
Daniel Marx, el inmortal secretario de Finanzas.Para los corredores no deja de llamar la atención el doble discurso de Cavallo cuando se refiere al financiamiento del país. Por un lado, el ministro ha estado poniendo miedo con la cesación de pagos y la imposibilidad de acceder al mercado de crédito internacional. Y por otro, sostiene que el tema del financiamiento no le importa; que es una cuestión de funcionarios con niveles de secretarios de Estado, como Daniel Marx; que los bancos se pelearán por prestar plata al Gobierno y que la relación con el FMI no es un tema del ministro de Economía, sino de técnicos. Ese comportamiento displicente tendría su origen en que Cavallo se cree con un poder de seducción del mundo financiero sin límite o, como piensan muchos, en que ya tiene acordado un crédito extraordinario del Tesoro de Estados Unidos, el BID o el Banco Mundial.
Incluso en un informe reservado que circuló por la city el viernes pasado se precisaba una operación financiera que formaría parte de un golpe de efecto por parte de Cavallo. Esta consistiría en la emisión de un bono por unos 4000 millones de dólares por parte del Gobierno para cancelar deudas que mantiene con el sector privado en concepto de devolución del IVA, reembolsos de exportaciones, créditos fiscales y deudas a proveedores y a privatizadas. Esa inyección de fondos al sector privado motorizaría a la economía, tal como busca Cavallo, según se menciona en ese informe. Para que esa operación cierre se necesita que bancos y AFJP asuman el riesgo de comprar esos bonos. El Gobierno sólo cambiará de acreedores, manteniendo el stock de deuda constante.
Por lo pronto, Cavallo tendrá mañana, luego de regresar de su viaje relámpago a España en búsqueda de asistencia financiera por parte de los grupos ibéricos con intereses en Argentina, el primer test de mercado. Economía colocará una emisión de Letras del Tesoro (Letes) por 350 millones de dólares y el nivel de tasas de interés que pagará será un indicador de la confianza que existe entre los financistas sobre la posibilidad de éxito de Domingo Cavallo en su nueva gestión al frente del Palacio de Hacienda.

Protección a la industria
A partir de esta semana, el Mercosur, entendido como una unión aduanera, pasará a descansar en un freezer por un tiempo que resulta difícil precisar, para constituirse en una área de libre comercio hasta que Argentina supere la crisis. El Gobierno aumentó los aranceles de importación al 35 por ciento en todos los bienes de consumo finales con el objetivo de dar mayor protección aduanera a la producción local, en la medida que aún exista. Esa barrera más firme al ingreso de importados beneficia a sectores como indumentaria, juguetes, alimentos para el consumidor final, calzados, bienes de consumo durables y no durables. De acuerdo con cálculos realizados por el propio Domingo Cavallo, la protección nominal para esos rubros aumenta en promedio un 15 por ciento. Pero se eleva de un 30 a 40 por ciento adicional de protección efectiva. El ministro estimó que a ninguno de esos sectores se les encarecerá sus insumos, puesto que se mantienen los actuales niveles de aranceles para bienes intermedios. Cavallo ha jugado fuerte en cambiar la estrategia de política comercial de apertura, insistentemente defendida por el mismo ministro en su etapa I en Economía como sus sucesores en el cargo. El reclamo de mayor protección ha sido uno de los gritos más extendido entre los industriales nacionales. Pero para algunos ha llegado un poco tarde, como por ejemplo para los fabricantes de juguetes, de los que la mayoría se ha convertido en importadores cerrando sus plantas. El argumento de que una suba de aranceles derivará en aumento de precios y, por lo tanto, afectará a los consumidores, queda relativizado ante la incontrastable realidad del mercado: con recesión y deflación resulta poco probable que ese encarecimiento de importaciones se traslade a precios.

 

Mendiguren contra gurúes
El futuro presidente de la Unión Industrial Argentina, José Ignacio de Mendiguren, afirmó que el plan presentado por el ministro Domingo Cavallo cambió el eje de la discusión económica en el país, al abandonar los postulados de la ortodoxia liberal. “Cavallo destruyó las teorías de gurúes como Carlos Rodríguez, Daniel Artana, Roque Fernández y Jorge Avila”, expresó De Mendiguren. Sorprendentemente, el economista del Centro de Estudios Macroeconómicos de la Argentina (CEMA), Jorge Avila, sostuvo ayer que las medidas propuestas por Cavallo para salir de la recesión son como “aceite de ricino”. El economista ultraliberal afirmó que “el impuesto al cheque es indiscutiblemente necesario en este momento porque la alternativa es ir a un default dentro de tres meses”. Mendiguren, a la vez, apuntó que “ésos son los economistas que decían que no se podía hacer nada, que la economía debía estar en piloto automático y que cuando las cosas le salían mal les echaban la culpa a los factores exógenos”.

 

Abril, con nuevo impuesto
El nuevo impuesto a las operaciones en cuenta corriente comenzará a regir a partir del 1º de abril y tendrá vigencia hasta fines de 2002. El presidente Fernando de la Rúa firmó el decreto respectivo que establece ese gravamen, con una alícuota de hasta el 6 por mil para movimiento de cuentas corrientes. También, en esa misma norma, se dispuso la obligación de pagar con cheque montos superiores a 1000 pesos. De la Rúa promulgó así la primera parte de la Ley de Competitividad diseñada por Domingo Cavallo. Lo recaudado con ese impuesto se derivará a un Fondo de Emergencia Pública que administrará el Ejecutivo. Ese fondo fue concebido como un medio para tranquilizar a los acreedores y alejar el temor a una cesación de pagos. Esto es así puesto que el dinero de ese fondo, que no será coparticipado con las provincias, se utilizará para cumplir con los vencimientos del capital e intereses de la deuda. La alícuota tope prevista es del 0,6 por ciento, que en la práctica se convierte en un 1,2 por ciento al aplicarse tanto sobre el debe como sobre el haber del resumen de cuenta. En lo inmediato, el impuesto a las cuentas corrientes sólo será un nuevo gravamen. En el futuro podrá ser considerado pago a cuenta de Ganancias o IVA. Quienes tienen relación de dependencias sólo podrán aplicarlo a Ganancias. Pero quienes ganan menos de 1500 pesos (solteros) o 2000 pesos (casados), que no pagan Ganancias, deberán absorber todo el impuesto. Más complicada es la situación de los monotributistas. Según el texto de la ley, el Ejecutivo podrá disponer que el impuesto se tome en forma parcial o total como pago a cuenta del monotributo. Pero su aplicación no ha sido precisada y, según varios tributaristas, será de difícil implementación.

 

Y después, ¿habrá crecimiento?

Por Alfredo Zaiat

La economía arrastra una prolongada recesión no porque las estrellas del cosmos se hayan confabulado para castigar a la Argentina. Ese parate productivo es la manifestación de síntomas de profundos problemas estructurales que vienen de más lejos. Por lo poco que se conoce hasta aquí, la estrategia económica de Domingo Cavallo se diferencia en parte de la que él mismo impulsó en su etapa I y de la que le siguieron sus sucesores. Protección a la industria, aumento de impuestos para pagar la deuda y, superada la crisis, bajar con esa recaudación adicional alícuotas de tributos por sectores según su grado de deterioro. Si todo sale bien, con ese shock productivo, acompañado por su presencia avasallante y con superpoderes, la economía podría empezar a dejar atrás la recesión. Cavallo también corre con la ventaja de que, si aleja los actuales nubarrones, la industria necesariamente empezará a producir más debido a que tendrá que reconstruir inventarios, que están en niveles mínimos luego de varios trimestres de inmovilismo. Pero ese probable crecimiento no invalida ciertas dudas: ¿será un nuevo espejismo?; ¿la economía podrá enfrentar algún otro shock externo sin caer nuevamente en recesión?; ¿la vulnerabilidad externa seguirá siendo el talón de Aquiles del país?
Cavallo anunció que con su plan mejorará en un 20 por ciento la competitividad de la economía; es decir, que mejorará en esa magnitud el tipo de cambio efectivo para la industria vía devaluaciones “arancelarias” e “impositivas”. Pero el mundo sigue andando sin detenerse a ver el desmoronamiento o no de la economía convertible, salvo Brasil que por razones de geopolítica más que económicas acompaña las penas de su socio menor. Entonces, la competitividad que podría llegar a ganar Cavallo con sus medidas puede ser borrada rápidamente ante la evolución de variables externas que están fuera del alcance de su hiperactividad. Sólo para mencionar algunos ejemplos, la depreciación constante del real; el aumento de la productividad de la economía mundial por encima de la argentina; el movimiento errático de los precios de los commodities que exporta el país.
El elevado endeudamiento y la rigidez cambiaria, dejando de lado la ausencia de qué proyecto de país productivo se quiere, son limitantes para precipitar un proceso de crecimiento sostenido. Está claro que Cavallo no ha mostrado que tenga en mente una idea de qué país productivo quiere. Pero sí ha dejado expuesto cómo enfrentaría el problema de la deuda y del atraso cambiario.
Para la deuda, la renegociación y extensión de los plazos es su objetivo, imitando el esquema del Plan Brady. Aquellos que dicen que ese camino es imposible porque ahora los bonos están distribuidos en cientos de fondos de inversión, desconocen o se hacen los distraídos que en los últimos años Corea y Rusia, en forma compulsiva, e incluso parcialmente Brasil, en forma voluntaria, han reestructurado el perfil de la deuda luego de un crisis.
Para el tipo de cambio, Cavallo se acercará a una cesta de moneda para darle flexibilidad cambiaria a la Convertibilidad. Tarde o temprano, con Cavallo en el poder y según lo vaya definiendo la evolución de la economía, el 1 a 1 dejará pasó a una canasta de moneda.

 

 

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