En
1999, la OTAN lanzó una campaña de bombardeos contra Yugoslavia
para impedir que ese país lanzara una ofensiva contra la guerrilla
de la etnia albanesa en su provincia de Kosovo. Ahora, después
de lograr la victoria y asumir responsabilidad por esa provincia, la Alianza
Atlántica observa incómoda como el Ejército macedonio
lanzó una ofensiva propia en el interior de Macedonia contra la
guerrilla albanesa local. Durante 12 días, esta fuerza de albaneses
étnicos provenientes en gran parte desde la misma Kosovo establecieron
una especie de zona liberada en el noroeste de Macedonia, región
mayoritariamente albanesa. El gobierno, con ministros albaneses pero conducción
eslava, les exigió que se replegaran o depusieran las armas. La
respuesta de la guerrilla no fue satisfactoria, y ayer el Ejército
lanzó una gran ofensiva para erradicar las presencia de los
extremistas. La Unión Europea (UE), consciente de que los
precedentes le son ambiguos, se limitó a pedir que la respuesta
de los macedonios no fuera desproporcionada.
En realidad, no es nada seguro que incluso un esfuerzo máximo del
Ejército macedonio sea suficiente para derrotar a los guerrilleros.
El gobierno hace mucho hincapié en que está empleando todo
su arsenal, incluyendo tanques, blindados, y helicópteros artillados.
Las imágenes de televisión confirmaron esto al mostrar las
colinas al norte de la ciudad de Tetovo capital de la
región étnica albanesa cubiertas de explosiones y
humo. Pero la capacidad de la tropa macedonia de derrotar a los guerrilleros
es mucho más dudosa. De los 15.000 hombres del Ejército,
un 30 por ciento pertenece a la etnia albanesa y un diez por ciento a
otras minorías, como los turcos. Del 60 por ciento restante que
pertenece a la mayoría eslava, muchos son conscriptos o reservistas
con muy poco entrenamiento. Al comienzo de la ofensiva de ayer, un conscripto
de 25 años confesó estoy asustado: sólo quiero
que esto termine para poder volver a mi casa. El fuego guerrillero
lo había atrapado junto con su pelotón detrás de
una pared, y tuvo que ser evacuado en un blindado.
Es cierto que estos chicos de la guerra estaban recluidos en Tetovo, que
se encuentra completamente bajo control del Ejército, si bien todavía
es el blanco de disparos de francotiradores. En la línea del frente,
las fuerzas macedonias no parecían ser tan frágiles. La
vanguardia estaba compuesta por profesionales del Ejército y soldados
de élite de la policía militarizada, un total de alrededor
de 500 hombres. Numéricamente no gozaban de ninguna ventaja contra
los aproximadamente 800 guerrilleros atrincherados en las colinas, por
lo que se apoyaban en el uso generoso de su mayor poder de fuego. El ataque
de ayer estuvo precedido por una hora y media de bombardeo de artillería,
y al avanzar las tropas macedonias acribillaron cada casa y colina que
encontraban a su paso. Al caer la noche habían logrado ocupar las
ruinas de la aldea de Garje. Sus bajas habrían sido de sólo
dos heridos, según fuentes del hospital de Tetovo. Un portavoz
militar macedonio aseguró que esto terminará en sólo
unos días. En el exterior no había muchos que compartieran
su optimismo. Varios analistas consideraron que las tropas macedonias
no eran suficientes. En Francia, el jefe del Estado Mayor, Jean-Pierre
Kelche, enfatizó que los macedonios tenían poco material
y anunció que su país les enviará vehículos
y equipos de visión nocturna. Es uno de los muchos pequeños
pasos con los que la Unión Europea está pasando de la defensa
de las minorías balcánicas a su represión.
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