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“TEATRO POR LA IDENTIDAD” VA POR MAS
Ahora, manos a la obra

En el ciclo que se relanza hoy, promovido por Abuelas de Plaza de Mayo y un grupo de artistas, se estrenarán en simultáneo a partir de abril cuarenta piezas breves.
Esta noche se verá en el teatro Liceo “A propósito de la duda”.

Por Hilda Cabrera

“Ser un desaparecido vivo no es haberlo perdido todo. Tus abuelos, tus hermanos, tus tíos, Alezzo pondrá 'Supongamos'tus primos, tal vez tu mamá o tu papá te buscan y ahora te esperan.” La intención que alentaba ese pedido de las Abuelas de Plaza de Mayo en la primera función de Teatro por la Identidad –un proyecto generado por Abuelas en el 2000– era que nadie se quedara con la sospecha de ser hijo de un desaparecido, porque “no es la duda lo que daña, sino la mentira”. Aquella primera apuesta, concretada en la Sala Batato Barea del Centro Cultural Ricardo Rojas, tenía nombre: A propósito de la duda, un montaje con dramaturgia de Patricia Zangaro (autora, entre otras obras, de Pascua rea y Auto de fe entre bambalinas) y dirección de Daniel Fanego. Se trataba de un semimontado sobre fragmentos de testimonios de la Agrupación H.I.J.O.S., de nietos, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo referidos a los niños desaparecidos, secuestrados y apropiados durante la dictadura militar, que viven con la identidad robada o falseada. Colaboraron entonces numerosos intérpretes: Manuel Callau, José María López, Pepe Monje, Valentina Bassi, Elsa Berenguer, Belén Blanco, Catalina Speroni y muchos más. Ejercer el derecho a la identidad era la consigna de aquel montaje, casi un acto político –como dice hoy Zangaro a Página/12–, que no se prolongaría más allá de las cinco funciones programadas. Una suposición equivocada.
 Manso dirigirá 'Contracciones' Requerida por militantes y público, A propósito... se sostuvo hasta finalizar el 2000, primero en el Rojas y después en el Centro Cultural Recoleta. Se organizó incluso una presentación en Plaza de Mayo y un festejo de fin de año en Entrecasa del Espectáculo (Salguero 666) para recaudar fondos. La importancia de aquel enganche con el público abrió el camino a una convocatoria para el 2001. Se pensó en un ciclo con varias obras. Nuevamente la respuesta fue positiva: se presentaron 114 trabajos. De ahí la puesta en marcha del ciclo que se iniciará el próximo 9 de abril con el estreno en simultáneo de cuarenta piezas breves, la mayoría escritas ex profeso. Las distintas obras podrán verse todos los lunes, con entrada gratuita, en las salas hasta ahora disponibles: Pablo Neruda (del Complejo La Plaza), Del Nudo, Belisario, Del Pueblo, IFT, Centro Cultural Recoleta, Margarita Xirgu y Entrecasa del Espectáculo. Para reunir fondos se han puesto ya a la venta (en esos y otros teatros) bonos-contribución de un peso, sobre diseño gráfico del dibujante Hermenegildo Sábat, y remeras con un logo alusivo.
El lanzamiento del ciclo –encauzado por Abuelas y sostenido por el trabajo solidario de los participantes– tendrá lugar hoy a las 20.30, en el Teatro Liceo (Rivadavia y Paraná). De Gambaro se verá 'El nombre'.Coordinado por la actriz Cristina Fridman y otros integrantes de la comisión de dirección (Valentina Bassi, Daniel Fanego, Claudio Gallardou y Luis Rivera López, entre otros), el evento contará con el aporte artístico de importantes figuras, como las actrices Leonor Manso, Cipe Lincovsky y María Rosa Gallo, los actores Enrique Pinti, Patricio Contreras y Víctor Laplace y la cantante de tango Adriana Varela. También hoy se representará A propósito... con algunos cambios respecto del elenco pionero. Esto se debe a que “no todos los actores tienen los lunes disponibles”, según observa Zangaro, autora de otra pieza a publicar, Tiempo de aguas, donde “dos mujeres intentan reconstruir un mundo a través de la palabra”. El elenco de A propósito... está compuesto por veintidós actores y actrices que juegan diferentes roles, como los de una hija recuperada o un joven que acepta con gusto a sus padres adoptivos. En este montaje hay lugar para todos, también para los represores y apropiadores.
Sobre esta obra, que apela a una simbología muy puntual para radiografiar el terror (como el ruido que producen el motor y las aspas de un helicóptero) o señalar el cinismo de los represores (es el caso del personaje que confiesa haber participado de grupos de tareas, saber cómose realizaron algunas expropiaciones y cremaron cadáveres), se realizó un montaje en Francia, con actores de ese país, y se la destacó por su contundencia en varias publicaciones internacionales. Además, se realizó una puesta en el Teatro Colón de Mar del Plata, con un elenco local dirigido por Jorge García.
“La mayoría de las obras del ciclo va al grano. Acá el objetivo es claro”, apunta a Página/12 el  El autor Pedro Sedlinsky. director Javier Margulis, quien presenta El inocente, de Jorge Huertas, “una vuelta de tuerca sobre el tema de la identidad, que el autor ubica en el año 2052”. A punto de reponer su impactante Ritual de comediantes, en el teatro La Barraca, destaca el papel de la mujer en esta lucha y asocia el ciclo al despertar cultural que en 1981, y a posteriori, generó Teatro Abierto. “Acá también nos faltan condiciones para hacer un buen trabajo, pero igual buscamos la excelencia.” Otro director, y prestigioso maestro de actores, Agustín Alezzo, relaciona también este acontecimiento con Teatro Abierto. Participa con Supongamos, de Alicia Muñoz (la misma de Alcen las barreras, El día que no se puso el sol y Ciudad en fuga, de 1979), una puesta minimalista basada en el trabajo de dos actrices, cuyos protagónicos -dice– “poseen caracteres muy bien plantados”. En cuanto a El nombre, de Griselda Gambaro, incluida en la programación, no se trata de un escrito reciente. “La directora Mónica Scandizzo la presentó a los organizadores porque le encontró relación con el tema de la identidad”, precisa Gambaro. Fue escrita en 1975, estrenada al año siguiente en el Teatro Estrellas y publicada en periódicos y en formato libro. La autora prepara, fuera del ciclo, otras tres piezas cortas bajo la dirección de Helena Tritek, otro “gasto emocional”, como lo es de alguna manera esta reposición de El nombre, que se interna en zonas que le interesan especialmente, como las referidas a la memoria y a esas concesiones cotidianas que acaban en una pérdida de la libertad o en la muerte.
También participa Pelicori.“Me acerqué al movimiento apenas se lanzó la convocatoria (en octubre y noviembre del 2000). Tantas veces soñé con un teatro que pudiera modificar, que sirviera para algo concreto, que el proyecto me entusiasmó –cuenta la actriz Ingrid Pelicori–. Además de poner sobre el tapete el tema de la identidad, el proyecto demostraba que todavía podemos lograr algunos objetivos. Pensé en todos los chicos apropiados que durante todo este último tiempo pudieron restituir las Abuelas”. Pelicori es la única protagonista de La tierra sabe lo que hace cuando tiembla, de la poeta María Mascheroni. La obra, “un diálogo entre una hija y su madre apropiadora”, es el resultado de una sucesión de poemas, a los que imprimió teatralidad la directora Susana Torres Molina.
Sangre, piel, huesos, alma es el revulsivo título del material elaborado por el autor Pedro Sedlinsky para este ciclo. Lo componen cuatro monólogos (dirigidos por Francisco Javier) dichos por cuatro mujeres, a través de las cuales hablan otros tantos personajes: un padre que intenta hallar a su hijo para la prueba del ADN, una hermana que busca a su hermano, un antropólogo forense y una joven madre arrojada desde un avión. Como puntualiza Sedlinsky (autor, entre otras obras, de Dibujo sobre un vidrio empañado), “quizás uno de los problemas más difíciles que debemos resolver los autores sea tomar distancia de lo que ocurrió, poder realizar un trabajo que supere a la crónica y hacer de la escritura un hecho artístico”.

La lista del horror y la esperanza
Estas son algunas de las obras que se verán a partir del 9 de abril. Entre paréntesis, el nombre de los directores.
- El nombre, de Griselda Gambaro. (Mónica Scandizzo)
- Pequeño cuento deportivo, de Alejandro Zingman. (Fernando Orecchio)
- Oye tu voz muchacho. Libro y dirección G. Espinosa.
- Madresperanza, de Mario Cura. (Eugenia Levin)
- El último coro. Autora y directora Lorena Rizzo.
- Esclava del alma, de Amancay Espíndola. (H. Malamud)
- Las letras de mi nombre, de Vita Escardó y V. Egea. (Escardó, Egea y M. Lucía Vitale)
- Margarita, de Adriana Tursi. (M. Trajtenberg y A.Sahade)
- Vagamente familiar, de Carlos Balmaceda. (Balmaceda y María Laura Siano)
- El que borra los nombres, de Ariel Barchilón. (G.Ghio)
- Contracciones, de Marta Betoldi. (Leonor Manso)
- La fuerza del desatino, de Norberto Lewin. (C.Garófalo)
- El espejo, de Mónica Felippa. (Luis Rivera López)
- El método, de Silvia Aira. (O. Peluffo)
- El inocente, de Jorge Huertas. (Javier Margulis)
- Sorteo, de S. Gutiérrez Posse, Susana Torres Molina y Víctor Winer. (Rubén Pires)
- Viudas, de Ariel Dorfman. (Luis Rossini)
- Sangre, piel, huesos, alma, de Pedro Sedlinsky. (Francisco Javier)
- Viva la mentira, de Alejandro Urdapilleta, sobre idea de Sol Canesa y M. Salazar. (Julia Muzio, Canesa y Mariana Pastore)
- Supongamos, de Alicia Muñoz. (Agustín Alezzo)
- A propósito de la duda, de Patricia Zángaro. (D. Fanego)

 

 

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