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LA CANASTA DE MONEDAS PODRIA FUNCIONAR EN DOS O TRES AÑOS
Cavallo se fue con la canastita a Madrid

 

Por primera vez el superministro puso plazo a la relación entre el peso y un conjunto de monedas, que reemplazaría la actual relación de fidelidad absoluta entre el peso y el dólar. Cavallo llegó ayer a Madrid y volverá hoy a Buenos Aires, donde dijo que anunciará nuevas medidas �para reactivar la economía�. Vuelve con la posibilidad de un préstamo-puente.

Por Martín Granovsky

Por segunda vez en solo una semana como ministro de Economía Domingo Cavallo dijo ayer que la Argentina se encamina a ligar el peso con una canasta de monedas que incluya al dólar pero no se limite al billete con el rostro de George Washington. Y por primera vez le puso plazo a ese horizonte. Dijo que el proceso de ampliar la paridad cambiaria “podría demandar dos o tres años”. De este modo Cavallo insistió en lo que parece uno de sus objetivos actuales: mientras repite el valor sagrado de la convertibilidad y el uno a uno con el dólar, va desmontando el tabú de la relación peso-dólar que él mismo construyó. Quiera hacer natural, y no un sacrilegio, incluso la chance de una devaluación.
El ministro tocó el tema ayer en la Casa de América de Madrid, en una conferencia frente a empresarios españoles. Ante la consulta de Página/12, dos de los asistentes comentaron por teléfono que la canasta fue lo que más atrajo su atención.
–¿Solo despertó la atención o también produjo temor? –preguntó este diario a uno de ellos.
–Ningún temor –fue la respuesta–. Cavallo habló de reactivación y eso es lo mismo que queremos nosotros. La primera persona del plural abarca inversiones por 31 mil millones de dólares en los últimos diez años, en gas, petróleo, banca, seguros, telefonía y autopistas.
Fuentes financieras argentinas que cita el diario español Cinco Días Cavallo tejió en España la posibilidad de un crédito puente que se sumaría al blindaje obtenido a fines del año pasado, y del que participó el gobierno de José María Aznar.
Los activos españoles en la Argentina son el argumento de Cavallo para cualquier compromiso, aunque al menos ayer insistió en pedir el aumento del volumen de inversiones.
El nuevo hombre fuerte del gobierno también desplegó su argumentación sobre la necesidad de bajar los costos productivos en un 20 por ciento, exactamente el porcentaje en que, según el propio Cavallo, el peso está sobrevaluado frente al dólar.
El ministro nunca amenazó abiertamente con una devaluación, y tampoco lo hizo ayer en Madrid, pero menear la sobrevaluación, la necesidad de bajar costos, la urgencia de recibir nuevas inversiones y los comentarios sobre la canasta de monedas, todo al mismo tiempo, forman parte del menú de Cavallo, que suele describir el infierno como una perspectiva presente allí nomás. Así, queda como el hombre que puede salvar, aquí nomás, a la humanidad de las llamas. El mensaje es que una devaluación licuaría los activos españoles en la Argentina. Si no se consiguiera bajar costos en un 20 por ciento y la alternativa fuese devaluar, los activos, joder, perderían una quinta parte de su valor.
El superministro cuenta con la ventaja de que es muy respetado por la cofradía de los economistas de Madrid, una plaza cada vez más fuerte de los bancos europeos de inversión, y que es conocido como el inventor de la Convertibilidad, por lo que puede aparecer como el único capaz de desarmar la máquina y armarla de nuevo con otras piezas.
“El peso está respaldado actualmente en dólares, pero en los próximos meses del año se va a comenzar a revalorizar el euro y habrá una europeización de la economía argentina en respuesta a que nuestro comercio no es sólo con Estados Unidos, sino que también es con Europa”, dijo Cavallo. “Sobre todo cuando el euro y el dólar estén en un relativo equilibrio, no sería nada extraño que debiéramos tomar la decisión de ligar el movimiento de nuestra moneda a una combinación de dólar y euro y entonces podríamos evitar ese fenómeno que afectó en los tres últimos años a la economía argentina: al estar el peso pegado a una moneda que se apreció mucho, el dólar, importamos una deflación”. “Veo una evolución sin sobresaltos, sin abandonar la idea de una paridad fija pero acercándonos aun sistema de múltiples monedas que nos vinculara más con Europa”, pronosticó Cavallo.
Hoy, un euro vale 85 centavos de dólar.
Los expertos europeos calculan que en el 2002 puede invertirse la tendencia y el euro oscilará uno a uno con la moneda norteamericana. ¿Cuándo se atará la Argentina a una canasta de monedas? ¿Cuando la paridad esté en 0.95, en 1 o en 1.05? Nadie lo sabe a ciencia cierta, como nadie sabe los porcentajes de cada moneda que la Argentina pondrá en la canasta. Sí está claro, en cambio, que Cavallo quiere producir acostumbramiento a la idea de salir del corset peso-dólar, y que siempre que habla de canasta incluye al real, la moneda brasileña.
En rigor, el superministro utiliza a Brasil para dejar en claro los riesgos de un default argentino, el Virus A con que viene atemorizando a los financistas, y a la vez se diferencia de los vecinos:
u Brasil es malo. Ayer deslizó que la Argentina es fiscalmente superior a Brasil. “El peso se proyecta mejor que el real por la menor expectativa de inflación y su capacidad de generar menores tasas de interés”, dijo. “Brasil deberá decidir si está dispuesto a aceptar una disciplina monetaria y fiscal para ir a un sistema monetario único que asegure la estabilidad de precios”, añadió. Traducción: “Yo soy heterodoxo, pero igual soy más ortodoxo que Brasil”.
u Brasil es vulnerable. “Hoy el riesgo de devaluación de la Argentina está creándole problemas a la economía brasileña”, dijo Cavallo en España. “Estoy seguro de que tan pronto nosotros, con la Ley de Competitividad removamos la expectativa de devaluación en Argentina, el real va volver a su curso normal porque la política monetaria del Brasil apunta a la estabilidad de los precios”, explicó. Traducción: “Ayúdennos a salir de la crisis porque si no puede caer Brasil, donde las inversiones españolas están aumentando”.
Cavallo lanzó esta argumentación ante los empresarios y también en reuniones con José María Aznar y Rodrigo Rato, su colega español. “He venido aquí para darles seguridades de la salida de esta crisis en la que hemos estado inmersos a lo largo de tres años y que se agudizó en los últimos meses”, les dijo el superministro. Confiaba, seguramente, en la amnesia de los españoles, que en octubre pasado, es decir en tiempos del Cid Campeador, dieron un apoyo sin vueltas a Fernando de la Rúa y su entonces ministro de Economía, José Luis Machinea. En ese momento este diario fue testigo del asombro de directivos de empresas y consultores financieros. Estaban sorprendidos porque esos tíos seguían esgrimiendo un discurso fiscalista cuando ellos recomendaban más crecimiento, no solo en interés de sus empresas, ligadas al mercado interno argentino, sino en interés del mundo financiero, que con recesión no conseguiría cobrar los intereses de la deuda externa. Casi, casi la situación que se vive hoy.

Los españoles dan crédito

Por Fernando Gualdoni*
Desde Madrid

Fuentes del sector financiero aseguraron que los dos grandes bancos españoles, el BBVA (Banco Bilbao Vizcaya Argentaria) y el BSCH (Banco Santander Central Hispano), junto a los otros grandes inversores en Argentina: Repsol YPF, Telefónica y Endesa, tenían previsto reunirse en los próximos días para estudiar la posibilidad de abrir una línea de crédito para la Argentina. Fuentes de uno de los bancos aseguraron que de lo que se trata es de “no poner la soga al cuello de Argentina y transmitir su confianza en la recuperación económica del país a los mercados”. Domingo Cavallo se reunió por la tarde con el presidente de Telefónica, César Alierta, Alfonso Cortina de Repsol YPF y los máximos representantes de otras compañías, entre ellas Endesa, y por la noche se entrevistó con los responsables de los grandes bancos. En resumidas cuentas, según las fuentes, Cavallo quería, en esos encuentros, saber si cuenta con el apoyo financiero de esas empresas. Los dos bancos y las otras compañías tienen invertidos en Argentina unos 27.000 millones de dólares y si la crisis persiste, las acciones de estas empresas en la Bolsa de Madrid podrían sufrir más pérdidas de las que ya ha sufrido.Analistas españoles comentaron que probablemente sea verdad que Cavallo necesita más confianza que dinero por parte de los inversores para que Argentina salga de la crisis.
De El País, especial para Página/12.

HOY REGLAMENTAN EL IMPUESTO A LAS CUENTAS CORRIENTES
La tasa sería del 2 por mil

Por Raúl Dellatorre

La tasa del impuesto a las transacciones bancarias en cuenta corriente se fijaría, inicialmente, en el 2 por mil, de acuerdo a lo señalado anoche en fuentes del Palacio de Hacienda. “No podíamos ir más allá del tres por mil”, señaló la fuente, admitiendo la fuerte carga que tendrá el tributo sobre la actividad económica, precisamente cuando el objetivo explicitado por el ministro Domingo Cavallo es tender a bajar los costos de producción. El texto de la ley, votada el fin de semana y publicada ayer en un número extraordinario del Boletín Oficial, autoriza al Ejecutivo a fijar una tasa de hasta el 6 por mil y aplicar a partir de hoy el impuesto. Sin embargo, el sector bancario expresó sus dudas con respecto a que su implementación pueda instrumentarse en un plazo menor a una semana.
Los colaboradores de Cavallo en Buenos Aires, que mantuvieron permanente contacto con su jefe durante su estadía en España, esperaban anoche el regreso del ministro para dar los últimos retoques al decreto reglamentario del impuesto sobre las cuentas corrientes, que establecerá sus alcances, exenciones y condiciones para su liquidación y percepción por parte de los bancos. La intención es que hoy mismo sea firmada y promulgada por el Poder Ejecutivo.
Aunque las estimaciones sobre la potencial recaudación varían, una fuente altamente confiable del sector financiero señaló ayer a Página/12 que, de acuerdo al volumen de las operaciones de clearing (compensaciones interbancarias por operaciones en cuenta corriente), “a una tasa del 6 por mil sobre el total se recaudarían 18 mil millones de pesos al año, pero descontando las operaciones del sector público, las de entidades financieras entre sí y otras de comisionistas que seguramente van a estar exentas, se calcula que esa cifra baja a 4 o 5 mil millones”. De confirmarse la tasa del 2 por mil, la recaudación probable bajaría a alrededor de 1500 millones de pesos anuales.
De todos modos, señaló que hay una serie de variantes cuya significación sólo puede ser calculada estimativamente: cómo incidirá la obligación de pagar en cheque toda operación superior a 1000 pesos, la rehabilitación de los inhibidos por cheques rechazados, el alejamiento de clientes de poco número de operaciones que se desplazarían a operar en caja de ahorro (no gravada), etc. “No hay una cifra final certera, cualquier cálculo es a ojo”, señaló el financista.
Los bancos expresaron ayer su preocupación por la implementación del régimen y la urgencia del Ejecutivo por ponerlo en marcha de inmediato. La Asociación de Bancos Argentinos convocó para hoy a los técnicos de distintas entidades financieras para analizar la cuestión, previéndose que “sería imposible poner en marcha la aplicación del impuesto antes de una semana”.


El Congreso trabaja horas extra y la Bolsa las cobra

La lógica del mercado local siguió ayer el ritmo de la dinámica política. Como se prenunció en las últimas horas del viernes y tras el mayoritario apoyo legislativo del fin de semana, las acciones líderes de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires se recuperaron el 5,15 por ciento, en tanto que el nivel alcanzado por el riesgo país bajó un escalón. La misma tendencia registró la tasa interbancaria (call money), que luego de tocar picos del 80 por ciento el pasado viernes, giró ayer en torno al 30 por ciento.
A pesar de los datos poco alentadores sobre la evolución del producto, ventas minoristas, calificaciones de riesgo negativas de agencias internacionales y predicciones lúgubres de bancos de inversión, el mercado local experimentó ayer una fuerte alza, evidenciando la lógica antes política que económica de los operadores. Sin embargo, se prevé que la recalificación de Standard & Poor’s (ver aparte) pueda influir en las tasas pagadas a los 350 millones de pesos a 90 días en Letras del Tesoro (Letes) que el Gobierno desea colocar hoy. “Esperar tasas del orden del 10 u 11 por ciento es erróneo”, afirmaron desde Economía. “Las tasas de mercado reales hoy están entre el 14 y 15 por ciento”, agregaron operadores.
Pero la aprobación de la ley que crea el impuesto a los débitos y créditos en cuentas corrientes y la sanción en general en Diputados del otorgamiento de facultades legislativas al Ejecutivo fueron ayer decisivos para los mercados locales. Los índices disparados en las últimas semanas por las turbulencias políticas y las transiciones de equipos ministeriales en el Palacio de Hacienda regresaron ayer hacia niveles más normales.
Si bien la recuperación del Merval en 5,15 por ciento –acumulando 11,7 en sólo dos jornadas y 8,3 en lo que va del año– fue notable, el dato más significativo fue el descenso del riesgo país, al son del alza de los bonos. A pesar de que el banco de inversión Morgan Stanley sugirió deshacerse de títulos argentinos y Merril Lynch recomendó no subir la cartera de bonos locales, el índice de bonos MBA registró una suba del 2,52 por ciento. Según los operadores, la recuperación obedeció casi exclusivamente a las expectativas positivas disparadas por el paquete que, tras conseguir los superpoderes, anunciaría entre hoy y mañana Domingo Cavallo.
Pero a pesar de la recuperación, el balance de los mercados está lejos de haberse normalizado. El call al 30 por ciento anual pagado ayer habría sido considerado elevadísimo hace apenas tres semanas y el Merval está un 16,29 por ciento abajo del máximo alcanzado este año. En tanto, el brusco descenso del riesgo país apenas alcanzó para compensar la suba de la semana pasada. Los más optimistas, sin embargo, creen que los indicadores seguirán recuperándose a partir de que se conozcan los contenidos del nuevo programa económico.
En tanto, la evolución de las mercados internacionales tuvo ayer una influencia menor. Antes bien, Brasil fue empujado por el repunte argentino. En la Bolsa de San Pablo el índice Bovespa cerró 1,92 por ciento arriba y el real se recuperó respecto a la moneda estadounidense cotizándose a 2,135 por cada dólar. En Nueva York, Wall Street quedó con una suba de 1,92 por ciento en el índice Dow Jones de las principales firmas industriales y una caída del 0,52 por ciento en el Nasdaq de las tecnológicas.


STANDARD & POOR’S BAJO LA NOTA DE LA DEUDA ARGENTINA
Un evaluador muy desconfiado

La calificadora de riesgo Standard & Poor’s bajó la nota de la deuda argentina de largo plazo que pasó de “BB” a “B+” en moneda local y de “B+” a “BB-” en dólares. La rebaja coloca a los débitos argentinos en niveles inferiores a los de Brasil. La falta de apoyo político al nuevo ministro de Economía fue el argumento central esgrimido por la evaluadora. Esto, a pesar de que todo indica que los poderes extraordinarios reclamados por Domingo Cavallo le serán finalmente concedidos por el Legislativo. Aunque el plan del nuevo ministro aún no se conoce públicamente, el establishment financiero se adelanta a una posible reacción social adversa. Y advierte también que no admitirá relajamientos en las metas pactadas con los organismos multilaterales de crédito.
Las evaluaciones de las calificadoras tienen una frecuencia que va de los 3 a 5 años. Sin embargo, la dinámica de los mercados “emergentes” obliga a mecanismos más laxos, entre ellos la figura del CreditWatch (revisión) que sirve además de “preaviso” sobre los cambios inminentes. Así, Standard & Poor’s bajó la nota de la deuda soberana argentina, pero dejó las calificaciones en “revisión con implicancias negativas”. La evaluación para el endeudamiento de corto plazo se mantuvo sin cambios en “B”. También se mantuvo estable el endeudamiento Serie B por 250 millones con garantía renovable del Banco Mundial que fue dejado en “AAA”. Las restantes series bajan un nivel a “BB+”.
Diana Mondino, directora de la filial local de S&P, dijo a Página/12 que la recalificación respondió al “temor de que se demore o debilite el apoyo político a Cavallo”. La economista sostuvo que “existe el riesgo, si se aprueban los poderes especiales, de que el apoyo no se mantenga una vez sancionada la ley, lo que genera un problema de credibilidad en los inversores”.
El informe de S&P precisó que “la disminución de las calificaciones refleja las dificultades que enfrenta el Gobierno para calmar las presiones políticas y del mercado al introducir un programa económico viable que apunta a fortalecer la competitividad, reducir los desequilibrios fiscales y, finalmente, retornar al crecimiento”.
Sobre la naturaleza de estas dificultades, S&P no dejó espacio para la ambigüedad. “Aun cuando la clase política parece apoyar en grandes líneas el programa económico propuesto por el recientemente designado ministro de Economía, esto sólo ocurrió luego de que se tornara creíble la amenaza de una crisis fiscal y económica seria”. Como se ve, a los inversores no les interesa sólo el contenido sino también las formas.
En el horizonte evaluador también se avizoran los peligros electorales. “Las turbulencias políticas continuarán amenazando el programa mientras se acercan las elecciones legislativas de octubre”, sentencia. Además, “la reducción de los déficit fiscales provinciales se mantiene como un desafío clave”.
Y en el centro de la escena, el anatema: “Las metas fiscales acordadas con el FMI no se cumplirán. Aun cuando se prevé que el apoyo del FMI y otros acreedores oficiales continúe en el corto plazo, este apoyo podría ponerse en duda si las metas continúan incumpliéndose”, concluyó.

 

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