Se parecía a un capítulo de “El túnel del tiempo”, versión cordobesa. Ayer por la tarde, en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, el Presidente tomó juramento a los integrantes del equipo de Domingo Cavallo, casi todos colaboradores históricos del ministro en su anterior paso por Economía. Jocoso, el cordobés Carlos Sánchez, flamante secretario de Industria y ex viceministro de Cavallo en el gobierno anterior, comentó: “Estamos reincidiendo”. Quien lo escuchaba, también sonriente, era su comprovinciano Gustavo Parino, ex titular de Aduana, quien salió de la función pública procesado y hasta pasó algunos días en la cárcel.
Del nuevo equipo, fue el secretario Legal y Administrativo, Alfredo Castañón, quien ayer bajó línea sobre la estrategia de Cavallo. Castañón, ex jefe de la bancada de diputados de Acción por la República y quien está procesado por una causa judicial abierta por su paso por el Correo oficial en 1993 (ver página 6), aseguró que después de 33 meses de recesión “no es muy difícil mejorar” la situación económica, pero admitió que “si no hay resultados rápidos” es posible que el respaldo político que consiguió Cavallo en los últimos días “se diluya”.
De la Rúa, además de a Sánchez y Castañón, tomó juramento a otros cuatro integrantes del equipo económico: Débora Giorgi, ex funcionaria de Machinea, como secretaria de Comercio; Jorge Baldrich, un hombre del riñón de la Fundación Mediterránea, que en la etapa anterior se había desempeñado como subsecretario de Provincias, como secretario de Hacienda; José María Farré, como secretario de Ingresos Públicos, un cargo similar al que ocupó en el pasado; y Marcelo Regúnaga, como secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, quien también había desarrollado esa función anteriormente con Cavallo. También juraron dos secretarios del Ministerio del Interior, a cargo de Ramón Mestre. En particular, el ex dirigente ruralista René Bonetto, en la estratégica Secretaría de Relaciones con las Provincias, habría contado con el visto bueno de Cavallo, quien nunca descuidó ese instrumento de negociación fiscal con las provincias.
En cambio, no juraron por retener cargos ya en ejercicio Daniel Marx, secretario de Finanzas, ahora también viceministro; Carlos Winograd, de Defensa de la Competencia y el Consumo; Enrique Martínez, secretario de Pequeña y Mediana Empresa. Y tampoco lo hizo Guillermo Mondino, por tratarse su cargo de la Jefatura de Asesores.
Sin la presencia masiva de banqueros ni empresarios, con la excepción de los directivos de la UIA, Osvaldo Rial y José Ignacio de Mendiguren, y de la construcción, como Aldo Roggio, los abrazos y sonrisas de funcionarios entrantes, asesores y economistas de la Fundación Mediterránea contrastaban con las caras serias de funcionarios históricos y radicales, que participaron del acto con una mezcla de curiosidad y extrañeza.
El ex ministro de Educación, Juan José Llach, en primera fila, dijo a este diario que no participará oficialmente del equipo de Cavallo, pero que ayudará desde el sector privado. “Voy a dar un respaldo total al ministro y voy asesorarlo en cada uno de los temas que me pida, pero desde afuera”, afirmó Llach, quien en la primera gestión de Cavallo se desempeñó como secretario de Programación.
“Va a haber un cambio importante en las expectativas y por eso le pedimos al sector financiero que esté en consonancia con ellas”, sostuvo Castañón, al explicar la decisión de Cavallo de no tomar préstamos de los bancos locales para financiar al Estado hasta que bajen la tasa de interés. E insistió con la estrategia de tomar prudente distancia del FMI: “En el pasado se ha abusado en otorgarle importancia a las opiniones del organismo”, aseguró.

LAS AGENCIAS MOODY’S Y FITCH TAMBIEN BAJARON LA NOTA
Cavallo no seduce calificadoras

Por ahora, Domingo Cavallo logró seducir a los operadores, pero no a las instituciones de la city. Los corredores están entusiasmados con el empuje del ministro. En cambio, las agencias de riesgo no han tenido contemplación con quien se dice es el niño mimado del mercado.
Hace dos días, Standard & Poor’s bajó la nota a la deuda argentina y ayer hicieron lo mismo las otras dos calificadores importantes del mercado, Moody’s y Fitch. Como recibimiento para Cavallo no ha sido muy alentadora, y mucho menos el argumento esgrimido para degradar la deuda soberana: las tres agencias sostienen su decisión a que el aumento del riesgo país no permitiría cumplir las altas necesidades de financiación ante el débil crecimiento económico.
En tanto, el mercado bursátil operó con escaso volumen (21 millones de pesos) y tras tres jornadas con alzas concluyó la rueda con una caída del 1,3 por ciento en su índice MerVal. Teniendo en cuenta el contexto internacional, con el Dow bajando 1,6 por ciento y el Nasdaq derrumbándose 6,0 por ciento, la evolución de la plaza local ha sido bastante meritoria.
El MerVal terminó en 454 puntos, registrando apenas 7 alzas, 31 bajas y 13 empresas sin modificaciones. El riesgo país se mantuvo en el mismo nivel que en la jornada anterior: 898 puntos. Los bonos globales con vencimiento en el 2027 subieron 0,8 por ciento, mientras que los 2017 crecieron 1,4 por ciento.
La evolución de las variables financieras no reflejan por ahora el clima de mejora de expectativas por el desembarco de Cavallo en Economía. Las reservas internacionales cayeron en lo que va del mes 2656 millones de dólares, según informó oficialmente el Banco Central. El 28 de febrero las reservas internacionales del sistema financiero totalizaban 33.830,1 millones de dólares, mientras que la posición de esos activos al 26 de marzo pasado, alcanzaban a los 31.174 millones de dólares. En ese sentido, Moody’s apuntó para justificar la baja de la nota en que “esto está teniendo un efecto en la habilidad del país para acceder a nuevas fuentes netas de financiación externa”.

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