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EL SECUNDARIO EN LAS CARCELES DE EZEIZA Y MARCOS PAZ
Presos y carceleros al aula

El programa de educación para adultos en las cárceles, ideado por la Nación y la provincia de Buenos Aires, prevé que no sólo los reclusos sino también los guardiacárceles estudien.

José Octavio Bordón y los ministros Jorge de la Rúa (Justicia) y Andrés Delich (Educación).

Por Laura Vales

Las cárceles federales de Ezeiza y Marcos Paz abrieron un programa para los presos que quieran terminar su secundario. El plan aspira a llegar a 1400 detenidos, y su costado más novedoso es que quiere sentar frente al pizarrón no sólo a los internos sino también a los guardiacárceles. Como se sabe, el porcentaje de suboficiales del Servicio Penitenciario que no completaron la escuela media es altísimo. “De entre el 35 y el 40 por ciento”, precisó ante este diario un funcionario del Ministerio de Justicia de la Nación. El programa no implica que presos y carceleros vayan a compartir las mismas aulas, sino que facilitará por separado a unos y otros la terminación de sus estudios.
Para los detenidos, la diferencia principal con el antiguo método estará en que ahora serán reconocidos como alumnos regulares del sistema educativo nacional. Hasta el año pasado, tenían que rendir materias libres ante un tribunal de docentes que se trasladaba a los penales.
Los nuevos servicios educativos tuvieron su presentación en sociedad en la cárcel de hombres de Ezeiza. Hasta allí llegaron ayer el ministro de Justicia Jorge de la Rúa, el de Educación Andrés Delich y su par bonaerense, José Octavio Bordón. Todos resaltaron el trabajo conjunto de Nación y provincia. “Quiero subrayar la profunda significación que tiene que –en medio de la problemática por la que atraviesa el país– nos hayamos encontrado para llevar adelante una propuesta de estas características”, apuntó el hermano del Presidente.
Cada una de las tres áreas tendrá funciones complementarias para el desarrollo del programa:
La provincia de Buenos Aires aporta los maestros, paga sus sueldos y hará los trabajos de seguimiento y orientación pedagógica.
El Ministerio de Justicia de la Nación cubrirá los gastos operativos de infraestructura y administración.
El Ministerio de Educación de la Nación hizo el diseño de los planes de estudio y se encarga de proveer los materiales para las clases.
Las experiencias de educación dentro de las cárceles –especialmente el ingreso de la universidad– han mostrado dejar, además de la capacitación, otros beneficios secundarios. “Los índices de reincidencia en el delito de quienes cursaron la universidad, por ejemplo, son bajísimos; la reincidencia es prácticamente inexistente”, detalló a este diario la secretaria de Política Criminal Marta Laferriere. Otros técnicos apuntaron que lo mismo pasó en Chubut con quienes se inscribieron en el programa para terminar el ciclo de educación media.
Un de los cambios que llevará el nuevo sistema a las aulas de los penales de Ezeiza y Marcos Paz es que los docentes ya no serán personal del Servicio Penitenciario Nacional sino maestros comunes, es decir sujetos a la política de la Dirección General de Escuelas bonaerense. Los viejos docentes penitenciarios, se aseguraba ayer, no serán despedidos, sino que se transformarán en tutores.
A diferencia de las otras escuelas, en el programa de estudios para las cárceles no habrá turnos fijos de llamado a examen. A lo largo de todo el año se ofrecerán distintas instancias para rendir, y los alumnos elegirán el momento en que se sientan preparados para hacerlo.
En lo formal, el acto sirvió también para dejar abierto el ciclo lectivo 2001 en todas las cárceles del país. “Es importante que en un momento en que faltan recursos para todo en la Argentina, nos hayamos dado cuenta de que vale la pena esta inversión de tiempo y recursos”, enfatizó José Bordón. Su par nacional Andrés Delich estimó que en todo el país hay “más de 7000 reclusos en condiciones de cursar, aunque con diferentes realidades, ya que algunos abandonaron en la escuela primaria”. Las clases comenzarán el lunes próximo. Durante esta semana los docentes están evaluando e inscribiendo; a modo de anticipo, el jefe de Educación de la Unidad 1 de Ezeiza, Carlos Grisuti, informó que allí habrá unos 280 alumnos. Para saber la cantidad de agentes del Servicio Penitenciario interesados en ponerse de nuevo el guardapolvo, habrá que esperar.

 


 

HOMILIA DE BERGOGLIO EN LA CATEDRAL
Educación es inversión

En la homilía de una misa en la catedral metropolitana, el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, advirtió que “no estamos dispuestos a claudicar, no estamos dispuestos a olvidarnos de educar, no estamos dispuestos a olvidar que la mejor inversión es educar y que estamos dispuestos a cuidarnos unos a otros y a sembrar esperanza”. La afirmación fue hecha en el marco de un acto religioso que se organizó con motivo del comienzo del ciclo lectivo, del que participó una multitud de niños y jóvenes de colegios católicos y de escuelas públicas de la Capital y al que asistieron también el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, el ministro de Educación, Andrés Delich; la vicejefa de Gobierno, Cecilia Felgueras, y el secretario de Educación porteño, Daniel Filmus.
En consonancia con los dichos de Bergoglio, el jefe de Gobierno porteño sostuvo que “en tiempo de dificultades, de crisis, de cambios vertiginosos es fundamental que no perdamos el rumbo y las estrategias”, subrayando que los argentinos “corremos el riesgo de olvidarnos de la importancia de la educación en nuestra sociedad”.
Las palabras del máximo jerarca de la Iglesia Católica de Buenos Aires y de la autoridad política de la Capital reafirmando su compromiso con la educación salen al cruce de los temores generados en las últimas semanas respecto de recortes presupuestarios para la educación. El Consejo Superior de Educación Católica (Consudec), el organismo que representa a los colegios e instituciones católicas a nivel nacional sostuvo en el editorial de su órgano oficial, que comenzó a circular ayer, que “al convertir la educación en parámetro de ajuste financiero, el recorte se convierte en suicidio colectivo”.
Dirigiéndose a los docentes y directivos, Bergoglio les dijo que “a ustedes, que son los alfareros de la educación, les pido que sean artesanos del hacerse cargo de los hijos y de cuidar. Crear la civilización de cuidarnos mutuamente, de no dejar que la indiferencia por el problema del que tengo al lado me paralice”, agregó el arzobispo.

 

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