Ecuador venció merecidamente a Brasil en el Estadio Atahualpa de
Quito y dio un paso espectacular en su propósito de acceder a la
clasificación para el Mundial del 2002. Con 19 puntos en 11 partidos,
superó otra vez a Colombia y quedó a sólo uno de
su vencido de ayer. Agustín Delgado anotó el gol del triunfo
a los 4 del segundo tiempo. La victoria ecuatoriana fue la primera
en 60 años de confrontaciones. Brasil había derrotado a
Ecuador en 18 ocasiones, con dos empates. Ayer se quebró la paternidad
absoluta.
Los nervios hicieron que las primeras jugadas fueran tímidas y
calculadas. Ninguno de los dos arriesgó, aunque Ecuador probó
a Rogerio a los dos minutos y provocó el primer tiro de esquina.
Transcurridos los primeros 10 minutos, Brasil se mostraba lento y calculador.
Los brasileños comenzaron a tocar y a atacar con el lateral Silvinho,
que probó de lejos, como Guerrón, que intentó sorprender
a Rogerio desde 40 metros. El primer disparo brasileño al arco
fue de Juninho, casi a los veinte. Muy poco.
El juego se ralentizó, con Brasil especulando, guardando aire en
una jornada muy pesada. Mientras ni Rivaldo ni Romario que sólo
dispuso de un mano a mano funcionaban, Kaviedes fue el que tuvo
las mejores oportunidades: a los 30 recibió en el área
brasileña y, tras una media vuelta, remató de zurda: la
pelota rozó el palo izquierdo cuando Rogerio estaba totalmente
vencido; y sobre el final recibió un pase de Aguinaga y enfrentó
a Rogerio, quien cubrió con el cuerpo.
Brasil sacó en el entretiempo a Ronaldinho Gaúcho. Entró
Euller, quien inquietó dos veces a Cevallos, de salida. Y cuando
nadie lo esperaba, a los 4, Kaviedes recibió la pelota en
el área, se metió en diagonal para sacarse la marca de Roque
Junior y disparó hacia el arco dejando sin chance a Rogerio, que
vio cómo Agustín Delgado metía la punta del zapato
anticipándose al cruce de Lucio para poner el 1-0.
Los brasileños sintieron el impacto y trataron de remontar. Se
fue Rivaldo, sustituido por Luizao, y apareció el que debía
aparecer. Tenorio se equivocó en una entrega y Romario con buen
remate le pegó al vertical izquierdo a los 21. Al estadio
entero se le cortó la respiración. Fue la más clara,
aunque el Chapulín tuvo un par más antes del final y no
pudo. No era su día ni el de Brasil. Era la fiesta ecuatoriana.
En buena hora.
URUGUAY,
SIN PASSARELLA Y SIN RUMBO
Un paraguazo Centenario
En un partido que terminó
siendo vibrante, Paraguay derrotó con justicia por 1-0 a Uruguay
en el mismísimo Centenario, y se afirmó en el segundo lugar.
Esta caída complica el futuro de los uruguayos y los pone en riesgo
de perderse el tercer mundial consecutivo.
La selección paraguaya fundamentó su victoria en el oficio
de sus jugadores, en una experimentada defensa, que se mostró segura
y controló bien los avances rivales, exponiendo sólo unas
pocas veces al arquero José Luis Chilavert, que respondió
bien. Durante el primer tiempo, los visitantes dejaron hacer más
al rival, obligado a ganar; luego, en el período complementario
y sobre todo tras la ventaja consiguieron jugar con la ansiedad
de los uruguayos y empezaron a controlar el ritmo del partido. Un rechazo
deficiente del arquero Fabián Carini le permitió a Cardozo
desbordar por izquierda y centrear para que Guido Alvarenga anotara con
remate cruzado y preciso. Sería el gol de la victoria. Sobre el
final, Paraguay pudo haber anotado el segundo, pero en un mano a mano
Carini logró quitarle la pelota al delantero Miguel Cáceres.
Los últimos minutos fueron emotivos. Los uruguayos se despertaron,
ante la amargura y el griterío de sus hinchas, y buscaron con desesperación
el empate, pero Paraguay cerró las puertas y aguantó hasta
el final.
|