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FESTEJO EL 2 DE ABRIL PARA COMPENSAR EL REPUDIO AL GOLPE
Otra gran obra de López Murphy

Página/12 pudo establecer la verdadera historia de por qué el feriado inamovible del 2 de abril recién fue aprobado el año pasado y estará vigente el próximo lunes, y el papel decisivo jugado por el ex ministro de Defensa Ricardo López Murphy cuando aceptó un argumento del Estado Mayor Conjunto: �Que se toque una campana que nos una a todos, y no tan negativa como la del 24 de marzo�. Cómo será el desfile cívico-militar.
De la Rúa, el ex ministro López Murphy y el jefe del Ejército Ricardo Brinzoni.
“El 24 de marzo va a ser un verdadero problema para las FF.AA.”, había dicho el ministro.

Por Irina Hauser y Nora Veiras

El 2 de abril volverá a ser feriado inamovible, como durante la última dictadura. La elección de esa fecha no es azarosa, ni sólo fruto de una ley del Congreso. Durante su gestión al frente del Ministerio de Defensa, Ricardo López Murphy en representación de las Fuerzas Armadas acordó con el Presidente Fernando de la Rúa “elevar el rango del tema de las Islas Malvinas” como una forma de compensar el impacto del repudio a los 25 años del golpe de Estado. El resultado fue la anulación del feriado del 10 de junio a cambio de la conmemoración del día en que las tropas argentinas desembarcaron en Malvinas, en 1982, por orden del dictador Leopoldo Fortunato Galtieri. De la Rúa, como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, encabezará el desfile cívico-militar del próximo lunes.
Una norma dictada el 28 de marzo de 1983 por el presidente de facto Reynaldo Benito Bignone, establecía al 2 de abril como “Día de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur”. Al año si-guiente, poco después de asumir, el ex presidente Raúl Alfonsín derogó aquella disposición que, interpretó, reivindicaba las acciones de la dictadura. “Memora un hecho cuya celebración resulta incongruente con los sentimientos que evoca”, señalaba el decreto presidencial de anulación. Y disponía también que volviera a ser feriado el 10 de junio, ya que ese día en 1833 Luis Vernet había sido nombrado gobernador de Malvinas. Se lo llamó “Día de la afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Malvinas e Islas del Atlántico Sur”.
El día del desembarco en Malvinas dispuesto por Galtieri no sólo vuelve a ser ahora feriado nacional, sino que entra en el grupo de los llamados “inamovibles”. Es decir, junto con el 25 de mayo y el 17 de agosto, el 2 de abril pasa a ser una de la tres fechas patrias consideradas como más importantes. Esta vez con la denominación de “Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas”.
“Hace diez años que veníamos pidiendo que se cambiara el feriado, y en esto nos acompañó mucho el diputado Lorenzo Pepe (PJ) con un proyecto de ley”, explicó Héctor Beiroa, titular de la Federación de Veteranos de Guerra de la República Argentina. A pesar de ese tiempo transcurrido, el Senado sancionó la ley en cuestión recién el 22 de noviembre de 2000. Fue precisamente a partir de la segunda mitad del año pasado cuando el ex ministro López Murphy aceitó las conversaciones tanto con los militares como con el Presidente, según pudo confirmar este diario a través de funcionarios que lo acompañaron en su gestión en la cartera de Defensa, y a través de voceros militares.
–El 24 de marzo va a ser un verdadero problema para las Fuerzas Armadas –le planteó López Murphy al Presidente, con el estilo castrense que lo caracteriza.
–Lo mejor será que ni el Ejército, ni la Armada, ni la Fuerza Aérea digan una sola palabra sobre esa fecha y entonces podemos hablar de elevar el rango del tema de las Islas Malvinas –le contestó De la Rúa.
En el Edificio Libertador, los uniformados constatan: “No se puede decir que hubo una negociación con todas las letras, pero sí que nosotros planteamos la intención de que se toque otra campana no tan negativa como la del ‘76. Una campana que nos une en un sentimiento que es de todos como el de la soberanía de Malvinas”. Y puntualizan que se trató de “una movida grande del Estado Mayor Conjunto”.
El actual ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, señaló a Página/12 que “la única razón por la que se dispuso cambiar el feriado para el 2 de abril, es que el Congreso sancionó una ley y es una decisión que, como tal, hay que respetar”. “Lo que quiero aclarar –continuó– es que los militares no tuvieron nada que ver ni hubo ninguna intención de reivindicar a la dictadura. Fue algo promovido por los veteranos.”
Beiroa explicó que la principal meta de los ex combatientes era esclarecer un tema de fechas “porque la gente confundía el 10 de junio conel día de la rendición, que fue el 14 de junio”. “Nosotros decimos que no tiene nada que ver el contexto político de la dictadura con la lucha de los combatientes”, añadió.
Sin embargo, este diario pudo establecer que el acuerdo sobre el tema entre el ex ministro y el presidente De la Rúa existió. Dialogaron antes, durante y después del debate parlamentario.
Es cierto que Lorenzo Pepe fue uno de los primeros en presentar un proyecto de ley, en 1998, junto con la diputada Dulce Granados, y que más adelante insistió con otro. Pero la propuesta que prosperó fue la de los senadores justicialistas Ricardo Branda, actualmente procesado por recibir dádivas, y Julio San Millán. Diputados trató ese proyecto el 5 de octubre del año pasado. Luego de un intenso debate, el trueque de feriados terminó refrendado por 130 legisladores, mientras que 13 votaron en contra y 3 se abstuvieron (ver aparte). Entre los pocos opositores que hablaron durante la sesión, figuraban los radicales Mario Capello y Marcelo Stubrin, y el frepasista Ricardo Vago. Pepe intentó marcar el espíritu de la votación mayoritaria con la siguiente pregunta: “¿Qué cuernos tiene que ver esta especulación barata, absolutamente insostenible, de querer ligar la recordación y el respeto hacia los muertos en Malvinas con la dictadura militar?”
El Senado terminó sancionando la ley en un expeditivo trámite. De la Rúa firmó el decreto para refrendarla el 12 de diciembre. Los jefes militares festejan diciendo así: “Es una reivindicación para los que estuvieron en Malvinas, más allá de los errores estratégicos y la oportunidad”.

 

Un debate encendido

El debate parlamentario más intenso sobre la ley que proponía al 2 de abril como feriado fue en Diputados, el 5 de octubre del año pasado. Los diputados Lorenzo Pepe (PJ) y José Gabriel Dumón (Alianza-UCR) fueron los que más alentaron la sanción de esa norma. Y cosecharon un apoyo casi masivo. El eje de la discusión estuvo lejos de recordar que Alfonsín había abolido ese feriado por sus connotaciones favorables a la dictadura. Sólo el radical Mario Capello lo planteó así: “Siempre sostuve que el 2 de abril no hay nada que festejar, pues a mi criterio es una fecha nefasta para la Argentina. Aquel día la dictadura adoptó una decisión en momentos en que este Parlamento no funcionaba”, dijo (ver aparte). Unos pocos, entre ellos el radical Marcelo Stubrin, el diputado Guillermo Alchourón (Acción por la República) y el frepasista Ricardo Vago lo acompañaron con planteos en sintonía. Dumón se opuso diciendo: “Nosotros pretendíamos alejar la imagen de la dictadura y dar un premio a los patriotas que combatieron por ese suelo irredento en manos del imperialismo británico”. Pepe dobló la apuesta: “¿Por qué no ver la cantidad de lágrimas y de sangre que se dejó en ese combate con esta especulación de la reivindicación de una dictadura que decenas de veces ha sido condenada por este plenario?”. Ambos se ganaron fuertes aplausos.
Stubrin hizo intento opositor este año al presentar un proyecto de ley para reinstalar el feriado del 10 de junio porque, sostiene, siendo el Día de la Reafirmación de la Soberanía Argentina, fue una importante herramienta en las presentaciones del país ante foros internacionales.

 

OPINION
Por Martín Granovsky

Estamos ganando

El Partido Militar aún no consiguió convertir el 24 de marzo en feriado nacional, pero puede abrigar esperanzas: este lunes embarcará a un Presidente elegido por el voto popular en la conmemoración de una de las principales decisiones políticas de la dictadura. Más aún: todo el país quedará obligado a festejar el desembarco en Malvinas del 2 de abril de 1982. Tan obligado que se trata de un feriado, y de un feriado inamovible. Igual que el 25 de Mayo, si el 2 de abril cae martes o jueves debe recordarse ese día y no podrá ser pasado al viernes o al lunes para estimular el turismo interno.
El festejo del próximo lunes es una prolongación natural del feriado establecido por ley el año pasado, pero no sólo eso. En rigor, continúa la línea fijada por el más dañino ministro de Defensa de los últimos años, Ricardo López Murphy, según la que “a los muchachos algo hay que darles”. Los muchachos son los efectivos que sufren el recorte del presupuesto militar, a quienes también habría que compensar por los juicios de la verdad, por ejemplo, como si éstos fueran un ataque a las Fuerzas Armadas y no el modo de esclarecer el papel de la mínima porción de oficiales en actividad sospechado de matar, torturar o secuestrar durante la dictadura.
Tanto la ley como el festejo instauraron el Día del Veterano. Los legisladores fueron sensibles al pedido de los veteranos de Malvinas, que en todos los pueblos del país exigieron un reconocimiento a su sacrificio en la guerra. Naturalmente, los legisladores debían acceder a ese pedido, que entrañaba también reparaciones materiales. Pero, ¿por qué mezclar a los heridos y los mutilados, y a quienes combatieron lealmente, con Leopoldo Galtieri, Jorge Anaya y Basilio Lami Dozo? ¿Por qué honrar una decisión política destinada a perpetuar el poder militar? ¿Por qué hacerlo, además, después de casi 18 años de democracia, y más todavía cuando la misma democracia, en 1984, suprimió el feriado del 2 de abril para pasarlo al 10 de junio, Día de la Soberanía en Malvinas? El desembarco en las islas fue respaldado entonces por la mayoría de la sociedad, la clase política incluida. Pero ni siquiera ese antecedente obliga a nadie a insistir hoy con su error de 1982.
En los Estados Unidos, el Día del Veterano se festeja el 11 de noviembre. No recuerda ni el principio de una guerra ni una batalla victoriosa, sino la paz: el 11 de noviembre de 1918 se firmó el armisticio que terminó con la Primera Guerra Mundial.
En la Argentina existe ya el Día del Soldado. Conmemora el nacimiento de Manuel Belgrano, el 3 de junio de 1770, que según el inspirador de la ley correspondiente, el capitán retirado Luis Tibiletti, fue “el más militar de los civiles pero, sobre todo, el más civil de los militares”. Galtieri podrá gritar el lunes, como en 1982: “¡Estamos ganando!”. Y esta vez, para él, será verdad.

 

DIPUTADO CAPELLO, EN CONTRA DEL CAMBIO DE FECHA
“Es reivindicar a Galtieri”

“Poner una fecha de la dictadura como feriado nacional es lavar para la historia un acontecimiento funesto.” El legislador Mario Capello (UCR-San Juan) es uno de los 13 diputados que votaron contra la ley que declaró feriado el aniversario del desembarco argentino en Malvinas. En diálogo con Página/12, criticó que se haya convertido en “fiesta” lo que fue un “acto deplorable” y confesó que en el Congreso algunos de sus colegas “en privado me decían que coincidían con mi planteo, pero tenían miedo de sostenerlo en público”.
–¿Cómo fue la sesión en la que se trató el proyecto?
–Venía de conversaciones entre las agrupaciones de veteranos de guerra y parlamentarios. Para algunos, el 2 de abril representa “la gesta de Malvinas”. Eso tuvo gran consenso en todos los bloques. Yo, en cambio, pienso que el 2 de abril de 1982 es una fecha nefasta para el país. Ese día, una persona sumida en los vahos del alcohol, con el intento de prolongar los tiempos de la dictadura, en un acto de enorme irresponsabilidad, llevó a cientos de jóvenes argentinos a la muerte segura. Por una causa que nadie duda justa, pero los llevó a la muerte. Y llevó a chicos de las familias más humildes del norte del país. Porque al frente de batalla no iban los hijos de los generales.
–Quiénes fueron los impulsores del proyecto?
–Lorenzo Pepe, por nuestro bloque (radical) el diputado Gabriel Dumont, Humberto Roggero. En privado, muchos me decían que coincidían con mi planteo. Pero tenían miedo de sostenerlo en público por el gran consenso que hay entre los propios veteranos.
–¿Cómo analiza usted que se haya aprobado el 2 de abril como feriado nacional?
–Para mí es una cuestión ideológica: es un grave error de la democracia no distinguir entre un hecho legítimo y un hecho ilegítimo. Se confunde la valoración, el sentimiento de un pueblo, con quien produce el acto, que en este caso eran quienes habían matado brutalmente a 30 mil argentinos. Por más que ellos no hayan querido decirlo así, esto es una clara reivindicación de Galtieri y sus secuaces. Podrían haber elegido otra fecha, por ejemplo, la del hundimiento del “Belgrano”, que sería más razonable, porque Malvinas fue una matanza de jóvenes argentinos.
–¿Cómo recibirán el feriado los militares que ordenaron la guerra con Gran Bretaña?
–Y... sin duda esto representa un triunfo espiritual para Galtieri, aunque tratemos de decir lo contrario, aunque le busquemos argumentos en otra dirección. Cómo estará Galtieri de contento que el 2 de abril, la fecha que él eligió para llevar a la guerra a la Argentina, será recordado como una fecha patriótica.

Reportaje: Martín Piqué.

 


 

Todos juntos celebrarán el Día D en Patricios

Visitas: �Los retirados no
están dados de baja. Seguramente estará el general Mario Benjamín Menéndez y Aldo Rico que combatió�, dijo un militar.

El jefe del Estado Mayor Conjunto, Juan Carlos Mugnolo, será el anfitrión del acto central.


Por N.V.

“El Estado Mayor Conjunto está organizando una movida grande”, explica un oficial para describir cómo se preparan para la ceremonia con la que el 2 de abril van a homenajear a los veteranos de Malvinas. El presidente Fernando de la Rúa asistirá al acto organizado por el comando en jefe de las Fuerzas Armadas, que comenzará con la colocación de una ofrenda floral en la Plaza San Martín y continuará con un desfile cívico militar en el Regimiento de Patricios. “Se va a conjugar a la gente en actividad, con los que fueron soldados y los retirados”, detallaron en el edificio Libertador.
–¿Van a invitar a Leopoldo Fortunato Galtieri?
–No sé, no creo que vaya. Pero hay que tener en cuenta que los retirados no están dados de baja de la fuerza. Seguramente estará el general Mario Benjamín Menéndez y Aldo Rico que combatió.
Al elegirse el día del desembarco en Malvinas como fecha del “homenaje”, el retorno de los impresentables de la última dictadura es más que probable. El 25 de mayo de 1999, Galtieri apareció en el tradicional chocolate del edificio Libertador. “Ceremonial lo invitó porque es un general retirado”, explicaron. La formalidad de ese argumento ocultó otra formalidad: Galtieri fue indultado por el presidente Carlos Menem y ese perdón borra la pena pero no el delito. Es decir que aunque conserve el grado militar sigue siendo un delincuente.
Al margen de la decisión política que llevó a la dictadura a iniciar la guerra con Inglaterra por la recuperación de Malvinas como último recurso para perpetuarse en el poder, las evidentes aberraciones militares dieron lugar a una investigación de la mismas Fuerzas Armadas. La comisión integrada por dos generales, dos almirantes y dos brigadieres, presidida por el teniente general Benjamín Rattenbach, recomendó en 1983, luego de una instrucción desarrollada a lo largo de 30 mil fojas, aplicar la pena de muerte a los ex comandantes Galtieri, al almirante Isaac Anaya y al brigadier Basilio Lami Dozo. Las desinteligencias entre las fuerzas fue una de las mayores críticas del informe. En 1986, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas condenó a 14 años de reclusión y destitución al almirante Anaya, 12 a Galtieri y 8 años a Lami Dozo, y absolvió a los otros 14 procesados.
Como resultado de la apelación obligatoria ante la Cámara Federal porteña, en 1988 a Galtieri se le ratificó la condena y se le agregó la destitución. A Lami Dozo se le incrementó en cuatro años la pena y a Anaya se le disminuyó en dos años. Los generales Mario Menéndez y Omar Parada y el vicealmirante Juan José Lombardo fueron absueltos. “Tengo que ir a Disco a comprar champaña para festejar”, declaró en aquel momento la esposa de Menéndez, satisfecha por la libertad del fugaz gobernador de Malvinas. El indulto dispuesto por Menem le permitió a Galtieri recuperar el grado. La sentencia no estaba firme ya que no había sido resuelta la apelación ante la Corte.
Aquellos militares podrán codearse el lunes con la actual cúpula castrense. Entre los asistentes al acto y desfile en el Regimiento de Patricios figuran el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Juan Carlos Mugnolo; el ministro de Defensa, Horacio Jaunarena; y los titulares de la Armada, almirante Joaquín Stella; la Fuerza Aérea, brigadier Walter Barbero; y el Ejército, teniente general Ricardo Brinzoni.
Desde el Ministerio del Interior, la Comisión Nacional de Ex Combatientes de Malvinas organizó un megafestival solidario para el domingo 1º, bajo la consigna “Malvinas, Música y Memoria”. En el encuentro se hará una colecta de alimentos no perecederos que se distribuirán en comedores escolares y se repartirán 30.000 velas entre el público, que serán encendidas un minuto antes de las 24. El festival comenzará a las 17, será en la avenida Vicente López y Smith, en la ciudad de Quilmes, y cantarán Mercedes Sosa, León Gieco, Eladia Blázquez, Julia Zenko, Candela y el Trío Laurel, entre otros.
“Los hechos y decisiones políticas no pueden ser juzgados; son sólo pasibles de la crítica o el elogio de la historia”, fue el argumento de la defensa de los responsables de Malvinas durante el juicio en la Cámara Federal.

 

otras voces

Rodolfo Gil, especialista en relaciones internacionales del PJ: “La sociedad argentina debe discutir si se conmemora un día en que un gobierno ilegítimo violó la ley internacional. Más allá de la gente que murió, de las esperanzas que se empeñaron y cómo se manipularon los sentimientos populares, debemos tener siempre presente que la guerra de Malvinas la llevó a cabo un gobierno ilegítimo, aislado internacionalmente por sus violaciones a los derechos humanos. Lo único que pretendió ese gobierno ilegítimo con la aventura de Malvinas fue conseguir un sustento popular del cual carecía totalmente. Ahora se pasa el feriado nacional del 10 de junio al 2 de abril. Evidentemente, todo es posible en la dimensión desconocida del gobierno de la Alianza.”
Carlos Escudé, especialista en relaciones internacionales: “Esto significa celebrar la simbiosis de una estupidez patética con un autoritarismo siniestro. Como tal, es una manifestación más de falta de tino y de ineptitud en la gestión de Gobierno. Se puede leer como una provocación, en cuyo caso muy infantil, porque la Argentina tiene la fuerza de un mosquito al lado de Gran Bretaña. Ocurre que la gran mayoría de la gente que sabe que eso fue una locura, o lo sabe de una manera pasiva, no es activista. En cambio, quienes no están conscientes de que fue autodestructiva son activos y vocingleros. Algunos de ellos, como ciertos grupos entre los veteranos de guerra, son víctimas que han terminado identificados con sus victimarios: los generales que los convirtieron en carne de cañón por una causa imposible. Otros son oportunistas que se envuelven en la bandera de la guerra porque consideran que al hacerlo ganan el apoyo de la minoría activista sin perder el apoyo de la mayoría pasiva que sabe que la guerra de Malvinas fue una locura, pero que es totalmente indiferente al tema. Esta es una trampa política y cultural de la que es difícil salir”.
Ricardo Vago, diputado nacional (Frepaso): “Es un debate que se dio sin clarificar demasiado. Si no eliminábamos el 10 de junio, quedaban dos feriados sobre Malvinas: esto implicaba una situación muy contradictoria y opuesta al sentido común. El 10 de junio, a pesar de que se conmemoraba el derecho de soberanía del país sobre Malvinas, nosotros hacíamos siempre una reivindicación del soldado que peleó la guerra, de su valor y del espíritu de cumplir la misión. Por eso me parecía un error pasar el feriado al 2 de abril: ese día está ligado al episodio de Galtieri, a la búsqueda de una salida trasnochada a la dictadura. Entonces, reivindicar el 2 de abril de 1982 es terrible. Ese día un gobierno en forma irresponsable produce un acto supuestamente patriótico pero sabe que conduce a una gran frustración”.

 

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