Por Irina Hauser y Nora Veiras
El 2 de abril volverá
a ser feriado inamovible, como durante la última dictadura. La
elección de esa fecha no es azarosa, ni sólo fruto de una
ley del Congreso. Durante su gestión al frente del Ministerio de
Defensa, Ricardo López Murphy en representación de las Fuerzas
Armadas acordó con el Presidente Fernando de la Rúa elevar
el rango del tema de las Islas Malvinas como una forma de compensar
el impacto del repudio a los 25 años del golpe de Estado. El resultado
fue la anulación del feriado del 10 de junio a cambio de la conmemoración
del día en que las tropas argentinas desembarcaron en Malvinas,
en 1982, por orden del dictador Leopoldo Fortunato Galtieri. De la Rúa,
como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, encabezará el desfile
cívico-militar del próximo lunes.
Una norma dictada el 28 de marzo de 1983 por el presidente de facto Reynaldo
Benito Bignone, establecía al 2 de abril como Día
de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur. Al año
si-guiente, poco después de asumir, el ex presidente Raúl
Alfonsín derogó aquella disposición que, interpretó,
reivindicaba las acciones de la dictadura. Memora un hecho cuya
celebración resulta incongruente con los sentimientos que evoca,
señalaba el decreto presidencial de anulación. Y disponía
también que volviera a ser feriado el 10 de junio, ya que ese día
en 1833 Luis Vernet había sido nombrado gobernador de Malvinas.
Se lo llamó Día de la afirmación de los Derechos
Argentinos sobre las Malvinas e Islas del Atlántico Sur.
El día del desembarco en Malvinas dispuesto por Galtieri no sólo
vuelve a ser ahora feriado nacional, sino que entra en el grupo de los
llamados inamovibles. Es decir, junto con el 25 de mayo y
el 17 de agosto, el 2 de abril pasa a ser una de la tres fechas patrias
consideradas como más importantes. Esta vez con la denominación
de Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de
Malvinas.
Hace diez años que veníamos pidiendo que se cambiara
el feriado, y en esto nos acompañó mucho el diputado Lorenzo
Pepe (PJ) con un proyecto de ley, explicó Héctor Beiroa,
titular de la Federación de Veteranos de Guerra de la República
Argentina. A pesar de ese tiempo transcurrido, el Senado sancionó
la ley en cuestión recién el 22 de noviembre de 2000. Fue
precisamente a partir de la segunda mitad del año pasado cuando
el ex ministro López Murphy aceitó las conversaciones tanto
con los militares como con el Presidente, según pudo confirmar
este diario a través de funcionarios que lo acompañaron
en su gestión en la cartera de Defensa, y a través de voceros
militares.
El 24 de marzo va a ser un verdadero problema para las Fuerzas Armadas
le planteó López Murphy al Presidente, con el estilo
castrense que lo caracteriza.
Lo mejor será que ni el Ejército, ni la Armada, ni
la Fuerza Aérea digan una sola palabra sobre esa fecha y entonces
podemos hablar de elevar el rango del tema de las Islas Malvinas le
contestó De la Rúa.
En el Edificio Libertador, los uniformados constatan: No se puede
decir que hubo una negociación con todas las letras, pero sí
que nosotros planteamos la intención de que se toque otra campana
no tan negativa como la del 76. Una campana que nos une en un sentimiento
que es de todos como el de la soberanía de Malvinas. Y puntualizan
que se trató de una movida grande del Estado Mayor Conjunto.
El actual ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, señaló
a Página/12 que la única razón por la que se
dispuso cambiar el feriado para el 2 de abril, es que el Congreso sancionó
una ley y es una decisión que, como tal, hay que respetar.
Lo que quiero aclarar continuó es que los militares
no tuvieron nada que ver ni hubo ninguna intención de reivindicar
a la dictadura. Fue algo promovido por los veteranos.
Beiroa explicó que la principal meta de los ex combatientes era
esclarecer un tema de fechas porque la gente confundía el
10 de junio conel día de la rendición, que fue el 14 de
junio. Nosotros decimos que no tiene nada que ver el contexto
político de la dictadura con la lucha de los combatientes,
añadió.
Sin embargo, este diario pudo establecer que el acuerdo sobre el tema
entre el ex ministro y el presidente De la Rúa existió.
Dialogaron antes, durante y después del debate parlamentario.
Es cierto que Lorenzo Pepe fue uno de los primeros en presentar un proyecto
de ley, en 1998, junto con la diputada Dulce Granados, y que más
adelante insistió con otro. Pero la propuesta que prosperó
fue la de los senadores justicialistas Ricardo Branda, actualmente procesado
por recibir dádivas, y Julio San Millán. Diputados trató
ese proyecto el 5 de octubre del año pasado. Luego de un intenso
debate, el trueque de feriados terminó refrendado por 130 legisladores,
mientras que 13 votaron en contra y 3 se abstuvieron (ver aparte). Entre
los pocos opositores que hablaron durante la sesión, figuraban
los radicales Mario Capello y Marcelo Stubrin, y el frepasista Ricardo
Vago. Pepe intentó marcar el espíritu de la votación
mayoritaria con la siguiente pregunta: ¿Qué cuernos
tiene que ver esta especulación barata, absolutamente insostenible,
de querer ligar la recordación y el respeto hacia los muertos en
Malvinas con la dictadura militar?
El Senado terminó sancionando la ley en un expeditivo trámite.
De la Rúa firmó el decreto para refrendarla el 12 de diciembre.
Los jefes militares festejan diciendo así: Es una reivindicación
para los que estuvieron en Malvinas, más allá de los errores
estratégicos y la oportunidad.
Un debate encendido
El debate parlamentario más intenso sobre la ley que proponía
al 2 de abril como feriado fue en Diputados, el 5 de octubre del
año pasado. Los diputados Lorenzo Pepe (PJ) y José
Gabriel Dumón (Alianza-UCR) fueron los que más alentaron
la sanción de esa norma. Y cosecharon un apoyo casi masivo.
El eje de la discusión estuvo lejos de recordar que Alfonsín
había abolido ese feriado por sus connotaciones favorables
a la dictadura. Sólo el radical Mario Capello lo planteó
así: Siempre sostuve que el 2 de abril no hay nada
que festejar, pues a mi criterio es una fecha nefasta para la Argentina.
Aquel día la dictadura adoptó una decisión
en momentos en que este Parlamento no funcionaba, dijo (ver
aparte). Unos pocos, entre ellos el radical Marcelo Stubrin, el
diputado Guillermo Alchourón (Acción por la República)
y el frepasista Ricardo Vago lo acompañaron con planteos
en sintonía. Dumón se opuso diciendo: Nosotros
pretendíamos alejar la imagen de la dictadura y dar un premio
a los patriotas que combatieron por ese suelo irredento en manos
del imperialismo británico. Pepe dobló la apuesta:
¿Por qué no ver la cantidad de lágrimas
y de sangre que se dejó en ese combate con esta especulación
de la reivindicación de una dictadura que decenas de veces
ha sido condenada por este plenario?. Ambos se ganaron fuertes
aplausos.
Stubrin hizo intento opositor este año al presentar un proyecto
de ley para reinstalar el feriado del 10 de junio porque, sostiene,
siendo el Día de la Reafirmación de la Soberanía
Argentina, fue una importante herramienta en las presentaciones
del país ante foros internacionales.
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OPINION
Por Martín Granovsky
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Estamos ganando
El Partido Militar aún no consiguió convertir el
24 de marzo en feriado nacional, pero puede abrigar esperanzas:
este lunes embarcará a un Presidente elegido por el voto
popular en la conmemoración de una de las principales decisiones
políticas de la dictadura. Más aún: todo el
país quedará obligado a festejar el desembarco en
Malvinas del 2 de abril de 1982. Tan obligado que se trata de un
feriado, y de un feriado inamovible. Igual que el 25 de Mayo, si
el 2 de abril cae martes o jueves debe recordarse ese día
y no podrá ser pasado al viernes o al lunes para estimular
el turismo interno.
El festejo del próximo lunes es una prolongación natural
del feriado establecido por ley el año pasado, pero no sólo
eso. En rigor, continúa la línea fijada por el más
dañino ministro de Defensa de los últimos años,
Ricardo López Murphy, según la que a los muchachos
algo hay que darles. Los muchachos son los efectivos que sufren
el recorte del presupuesto militar, a quienes también habría
que compensar por los juicios de la verdad, por ejemplo, como si
éstos fueran un ataque a las Fuerzas Armadas y no el modo
de esclarecer el papel de la mínima porción de oficiales
en actividad sospechado de matar, torturar o secuestrar durante
la dictadura.
Tanto la ley como el festejo instauraron el Día del Veterano.
Los legisladores fueron sensibles al pedido de los veteranos de
Malvinas, que en todos los pueblos del país exigieron un
reconocimiento a su sacrificio en la guerra. Naturalmente, los legisladores
debían acceder a ese pedido, que entrañaba también
reparaciones materiales. Pero, ¿por qué mezclar a
los heridos y los mutilados, y a quienes combatieron lealmente,
con Leopoldo Galtieri, Jorge Anaya y Basilio Lami Dozo? ¿Por
qué honrar una decisión política destinada
a perpetuar el poder militar? ¿Por qué hacerlo, además,
después de casi 18 años de democracia, y más
todavía cuando la misma democracia, en 1984, suprimió
el feriado del 2 de abril para pasarlo al 10 de junio, Día
de la Soberanía en Malvinas? El desembarco en las islas fue
respaldado entonces por la mayoría de la sociedad, la clase
política incluida. Pero ni siquiera ese antecedente obliga
a nadie a insistir hoy con su error de 1982.
En los Estados Unidos, el Día del Veterano se festeja el
11 de noviembre. No recuerda ni el principio de una guerra ni una
batalla victoriosa, sino la paz: el 11 de noviembre de 1918 se firmó
el armisticio que terminó con la Primera Guerra Mundial.
En la Argentina existe ya el Día del Soldado. Conmemora el
nacimiento de Manuel Belgrano, el 3 de junio de 1770, que según
el inspirador de la ley correspondiente, el capitán retirado
Luis Tibiletti, fue el más militar de los civiles pero,
sobre todo, el más civil de los militares. Galtieri
podrá gritar el lunes, como en 1982: ¡Estamos
ganando!. Y esta vez, para él, será verdad.
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DIPUTADO
CAPELLO, EN CONTRA DEL CAMBIO DE FECHA
Es reivindicar a Galtieri
Poner una
fecha de la dictadura como feriado nacional es lavar para la historia
un acontecimiento funesto. El legislador Mario Capello (UCR-San
Juan) es uno de los 13 diputados que votaron contra la ley que declaró
feriado el aniversario del desembarco argentino en Malvinas. En diálogo
con Página/12, criticó que se haya convertido en fiesta
lo que fue un acto deplorable y confesó que en el Congreso
algunos de sus colegas en privado me decían que coincidían
con mi planteo, pero tenían miedo de sostenerlo en público.
¿Cómo fue la sesión en la que se trató
el proyecto?
Venía de conversaciones entre las agrupaciones de veteranos
de guerra y parlamentarios. Para algunos, el 2 de abril representa la
gesta de Malvinas. Eso tuvo gran consenso en todos los bloques.
Yo, en cambio, pienso que el 2 de abril de 1982 es una fecha nefasta para
el país. Ese día, una persona sumida en los vahos del alcohol,
con el intento de prolongar los tiempos de la dictadura, en un acto de
enorme irresponsabilidad, llevó a cientos de jóvenes argentinos
a la muerte segura. Por una causa que nadie duda justa, pero los llevó
a la muerte. Y llevó a chicos de las familias más humildes
del norte del país. Porque al frente de batalla no iban los hijos
de los generales.
Quiénes fueron los impulsores del proyecto?
Lorenzo Pepe, por nuestro bloque (radical) el diputado Gabriel Dumont,
Humberto Roggero. En privado, muchos me decían que coincidían
con mi planteo. Pero tenían miedo de sostenerlo en público
por el gran consenso que hay entre los propios veteranos.
¿Cómo analiza usted que se haya aprobado el 2 de abril
como feriado nacional?
Para mí es una cuestión ideológica: es un grave
error de la democracia no distinguir entre un hecho legítimo y
un hecho ilegítimo. Se confunde la valoración, el sentimiento
de un pueblo, con quien produce el acto, que en este caso eran quienes
habían matado brutalmente a 30 mil argentinos. Por más que
ellos no hayan querido decirlo así, esto es una clara reivindicación
de Galtieri y sus secuaces. Podrían haber elegido otra fecha, por
ejemplo, la del hundimiento del Belgrano, que sería
más razonable, porque Malvinas fue una matanza de jóvenes
argentinos.
¿Cómo recibirán el feriado los militares que
ordenaron la guerra con Gran Bretaña?
Y... sin duda esto representa un triunfo espiritual para Galtieri,
aunque tratemos de decir lo contrario, aunque le busquemos argumentos
en otra dirección. Cómo estará Galtieri de contento
que el 2 de abril, la fecha que él eligió para llevar a
la guerra a la Argentina, será recordado como una fecha patriótica.
Reportaje: Martín Piqué.
Todos
juntos celebrarán el Día D en Patricios
Visitas: �Los retirados no
están dados de baja. Seguramente estará el general Mario Benjamín
Menéndez y Aldo Rico que combatió�, dijo un militar.
El jefe
del Estado Mayor Conjunto, Juan Carlos Mugnolo, será el
anfitrión del acto central.
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Por N.V.
El Estado Mayor Conjunto
está organizando una movida grande, explica un oficial
para describir cómo se preparan para la ceremonia con la que
el 2 de abril van a homenajear a los veteranos de Malvinas. El presidente
Fernando de la Rúa asistirá al acto organizado por el
comando en jefe de las Fuerzas Armadas, que comenzará con la
colocación de una ofrenda floral en la Plaza San Martín
y continuará con un desfile cívico militar en el Regimiento
de Patricios. Se va a conjugar a la gente en actividad, con los
que fueron soldados y los retirados, detallaron en el edificio
Libertador.
¿Van a invitar a Leopoldo Fortunato Galtieri?
No sé, no creo que vaya. Pero hay que tener en cuenta que
los retirados no están dados de baja de la fuerza. Seguramente
estará el general Mario Benjamín Menéndez y Aldo
Rico que combatió.
Al elegirse el día del desembarco en Malvinas como fecha del
homenaje, el retorno de los impresentables de la última
dictadura es más que probable. El 25 de mayo de 1999, Galtieri
apareció en el tradicional chocolate del edificio Libertador.
Ceremonial lo invitó porque es un general retirado,
explicaron. La formalidad de ese argumento ocultó otra formalidad:
Galtieri fue indultado por el presidente Carlos Menem y ese perdón
borra la pena pero no el delito. Es decir que aunque conserve el grado
militar sigue siendo un delincuente.
Al margen de la decisión política que llevó a la
dictadura a iniciar la guerra con Inglaterra por la recuperación
de Malvinas como último recurso para perpetuarse en el poder,
las evidentes aberraciones militares dieron lugar a una investigación
de la mismas Fuerzas Armadas. La comisión integrada por dos generales,
dos almirantes y dos brigadieres, presidida por el teniente general
Benjamín Rattenbach, recomendó en 1983, luego de una instrucción
desarrollada a lo largo de 30 mil fojas, aplicar la pena de muerte a
los ex comandantes Galtieri, al almirante Isaac Anaya y al brigadier
Basilio Lami Dozo. Las desinteligencias entre las fuerzas fue una de
las mayores críticas del informe. En 1986, el Consejo Supremo
de las Fuerzas Armadas condenó a 14 años de reclusión
y destitución al almirante Anaya, 12 a Galtieri y 8 años
a Lami Dozo, y absolvió a los otros 14 procesados.
Como resultado de la apelación obligatoria ante la Cámara
Federal porteña, en 1988 a Galtieri se le ratificó la
condena y se le agregó la destitución. A Lami Dozo se
le incrementó en cuatro años la pena y a Anaya se le disminuyó
en dos años. Los generales Mario Menéndez y Omar Parada
y el vicealmirante Juan José Lombardo fueron absueltos. Tengo
que ir a Disco a comprar champaña para festejar, declaró
en aquel momento la esposa de Menéndez, satisfecha por la libertad
del fugaz gobernador de Malvinas. El indulto dispuesto por Menem le
permitió a Galtieri recuperar el grado. La sentencia no estaba
firme ya que no había sido resuelta la apelación ante
la Corte.
Aquellos militares podrán codearse el lunes con la actual cúpula
castrense. Entre los asistentes al acto y desfile en el Regimiento de
Patricios figuran el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Juan Carlos
Mugnolo; el ministro de Defensa, Horacio Jaunarena; y los titulares
de la Armada, almirante Joaquín Stella; la Fuerza Aérea,
brigadier Walter Barbero; y el Ejército, teniente general Ricardo
Brinzoni.
Desde el Ministerio del Interior, la Comisión Nacional de Ex
Combatientes de Malvinas organizó un megafestival solidario para
el domingo 1º, bajo la consigna Malvinas, Música y
Memoria. En el encuentro se hará una colecta de alimentos
no perecederos que se distribuirán en comedores escolares y se
repartirán 30.000 velas entre el público, que serán
encendidas un minuto antes de las 24. El festival comenzará a
las 17, será en la avenida Vicente López y Smith, en la
ciudad de Quilmes, y cantarán Mercedes Sosa, León Gieco,
Eladia Blázquez, Julia Zenko, Candela y el Trío Laurel,
entre otros.
Los hechos y decisiones políticas no pueden ser juzgados;
son sólo pasibles de la crítica o el elogio de la historia,
fue el argumento de la defensa de los responsables de Malvinas durante
el juicio en la Cámara Federal.
otras
voces
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Rodolfo Gil, especialista
en relaciones internacionales del PJ: La sociedad argentina
debe discutir si se conmemora un día en que un gobierno ilegítimo
violó la ley internacional. Más allá de la
gente que murió, de las esperanzas que se empeñaron
y cómo se manipularon los sentimientos populares, debemos
tener siempre presente que la guerra de Malvinas la llevó
a cabo un gobierno ilegítimo, aislado internacionalmente
por sus violaciones a los derechos humanos. Lo único que
pretendió ese gobierno ilegítimo con la aventura de
Malvinas fue conseguir un sustento popular del cual carecía
totalmente. Ahora se pasa el feriado nacional del 10 de junio al
2 de abril. Evidentemente, todo es posible en la dimensión
desconocida del gobierno de la Alianza.
Carlos Escudé,
especialista en relaciones internacionales: Esto significa
celebrar la simbiosis de una estupidez patética con un autoritarismo
siniestro. Como tal, es una manifestación más de falta
de tino y de ineptitud en la gestión de Gobierno. Se puede
leer como una provocación, en cuyo caso muy infantil, porque
la Argentina tiene la fuerza de un mosquito al lado de Gran Bretaña.
Ocurre que la gran mayoría de la gente que sabe que eso fue
una locura, o lo sabe de una manera pasiva, no es activista. En
cambio, quienes no están conscientes de que fue autodestructiva
son activos y vocingleros. Algunos de ellos, como ciertos grupos
entre los veteranos de guerra, son víctimas que han terminado
identificados con sus victimarios: los generales que los convirtieron
en carne de cañón por una causa imposible. Otros son
oportunistas que se envuelven en la bandera de la guerra porque
consideran que al hacerlo ganan el apoyo de la minoría activista
sin perder el apoyo de la mayoría pasiva que sabe que la
guerra de Malvinas fue una locura, pero que es totalmente indiferente
al tema. Esta es una trampa política y cultural de la que
es difícil salir.
Ricardo Vago, diputado
nacional (Frepaso): Es un debate que se dio sin clarificar
demasiado. Si no eliminábamos el 10 de junio, quedaban dos
feriados sobre Malvinas: esto implicaba una situación muy
contradictoria y opuesta al sentido común. El 10 de junio,
a pesar de que se conmemoraba el derecho de soberanía del
país sobre Malvinas, nosotros hacíamos siempre una
reivindicación del soldado que peleó la guerra, de
su valor y del espíritu de cumplir la misión. Por
eso me parecía un error pasar el feriado al 2 de abril: ese
día está ligado al episodio de Galtieri, a la búsqueda
de una salida trasnochada a la dictadura. Entonces, reivindicar
el 2 de abril de 1982 es terrible. Ese día un gobierno en
forma irresponsable produce un acto supuestamente patriótico
pero sabe que conduce a una gran frustración.
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