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Por Diego Schurman
 La CGT rebelde levantó
el paro general del 5 y 6 de abril y anunció su integración
a la mesa de diálogo convocada por el Gobierno. La decisión
se tomó luego del compromiso oficial de crear un seguro de desempleo
y estudiar, sin apuro, un modificación del salario mínimo.
La central sindical también interpretó que las medidas económicas
anunciadas por el ministro Domingo Cavallo fueron bien recibidas por la
gente y que por lo tanto no había “clima político”
para insistir con la protesta.
Hugo Moyano hizo conocer el cambio de postura de la CGT rebelde luego
de un extenso y debatido plenario en el sindicato del gremio de los mecánicos
(SMATA), que cada tanto era interrumpido por llamados de funcionarios
de Trabajo, la ministra Patricia Bullrich incluida.
Los sindicalistas querían algo más que señales. El
anuncio de la suspensión del decreto de desregulación de
obras sociales no les era suficiente: es que ese proceso estaba parado
de hecho por sucesivos fallos judiciales.
En verdad esperaban que aquellas promesas que Bullrich les hizo llegar
la noche anterior al colectivero Juan Manuel Palacios y al abogado Héctor
Recalde se hicieran realidad. En privado, la ministra les contó
de su intención de reflotar el consejo del salario mínimo,
vital y móvil a fin de estudiar una mejora del piso legal de ingresos
de los trabajadores, congelado hace años en 200 pesos.
Cuando ayer supieron que el seguro sería puesto en marcha, los
sindicalistas rebeldes comenzaron a buscar la manera más elegante
de levantar la protesta sin perder la imagen de duros. Después
de intensos debates encontraron la fórmula: anunciaron que si bien
dan marcha atrás con el paro, mantendrán para el 6 de abril
una movilización en repudio a la presencia de los ministros del
ALCA (Asociación Libre Comercio de las Américas). El martes
definirán si las columnas marcharán hacia Plaza de Mayo
o directamente al Hotel Sheraton, donde se concentrarán los funcionarios.
La mayoría de los dirigentes de la CGT rebelde quedó conforme
con el cambio de postura. Pero hubo excepciones. Entre ellos los representantes
de gremios vinculados a organismos del Estado, que son susceptibles de
reformas, de acuerdo al plan Cavallo que en los últimos días
refrendó el Congreso.
De todos modos, privó la posición de aquellos que aseguraban
la imposibilidad de mantener un paro contra el “modelo económico”
una semana después de haber realizado otro por la misma causa.
“Nosotros no podemos desconocer que desde entonces hay nuevos elementos
y que con las nuevas medidas Cavallo aparece como un neoproteccionista
y crítico de organismos multilaterales de crédito”,
señaló Juan Carlos Schmid, líder del gremio de dragado
y balizamiento.
Carlos Ruckauf tampoco fue ajeno en las decisiones de Moyano. Encuesta
en mano, el gobernador le recomendó comenzar una etapa de negociaciones
ante el cambio de actitud de la gente, que ve en sentido positivo la asunción
de Cavallo. No por nada los dirigentes rebeldes mandaron emisarios al
Congreso, intentando morigerar aquellos aspectos de la Ley de Competitividad
que afectaban la vida sindical, como el impulso de una nueva ley laboral
y de jubilaciones.
“Aquí se modificó el ánimo general de la gente,
y nosotros no podemos ser ajenos a ello”, señaló el
jefe de prensa de al CGT, Julio Piumato. La frase resume todo un cambio
entre los rebeldes, que seguramente se verá reflejada la próxima
semana, cuando Moyano comience a participar de la mesa de diálogo
con el Gobierno y los empresarios.
BULLRICH
EXPLICA EL SEGURO DE DESEMPLEO
160 pesos para 206 mil indigentes
Por D.S.
–¿De qué
se trata el seguro de desempleo que logró levantar el paro?
–Alcanzará a 206 mil indigentes. Será de 160 pesos
por jefe o jefa de familia desocupada, a los que se agregarán 20
pesos por hijo.
–¿Por qué el universo de beneficiados es tan limitado?
Hay más de 2 millones de desocupados
–Esta es una primera etapa, que comenzará en pocos meses.
Y si bien el beneficio será para 206 mil hogares, éstos
representan a un total de 900 mil personas.
–Planteado de esta forma limitada, ¿el seguro no es una aspirina?
–No. Ayuda a ordenar a un sector importante de la población,
le permite tener acceso al consumo. Y eso produce un crecimiento del mercado
interno, en consecuencia un aumento del crecimiento y se achica la indigencia.
–¿De dónde provendrán los fondos?
–No habrá partidas extras. La idea es un reordenamiento de
planes, incluso de los planes Trabajar. Estuvimos trabajando en este tema
con el secretario de Empleo, Horacio Viqueira
–¿Qué pasó con la Agencia Social que iba a reagrupar
todos los planes sociales bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo
Social?
–Bueno, eso puede empezar a funcionar. Pero igualmente yo me estoy
ocupando de esto. De una u otra manera, después de un año
muy difícil, la ayuda va a llegar. Ahora si usted me plantea qué
es lo ideal, yo le respondo que la mejor política social es el
empleo, el empleo estable, decente, como dice la OIT. Pero por ahora ofrecemos
esto.
–Si Cavallo decide finalmente crear la Agencia Social, ¿el
seguro quedará en la nada?
–No, yo me estoy ocupando del tema. Va a empezar a funcionar en poco
tiempo. No hay marcha atrás.
–La autoría intelectual del seguro de empleo pertenece a la
Central de Trabajadores Argentinos. ¿Pidió permiso para
apropiarse de la idea?
–(Se ríe.) Sí, ellos fueron los primeros en hablar
del tema. Después se sumaron todos, incluso la Iglesia.
–¿Y por qué no logró que la CTA se sume a la
mesa de diálogo?
–Porque han planteado una situación de total enfrentamiento
y yo no quiero que se sienten a una mesa de diálogo para decir
a todo que no. Ellos no ven ni una pequeña luz. Y yo quiero que
vean que hay un camino posible. Parten de la idea que de Cavallo no puede
salir ninguna medida buena. Y así no tenemos ni siquiera un punto
de partida.
–¿Para usted las de Cavallo son medidas de “centroizquierda”,
como dijo el presidente De la Rúa?
–Yo diría que hay medidas que cubren el aspecto social. Se
sale de la cosa fiscalista. Y eso es bueno.
–¿Se imaginaba de Cavallo medidas como, por ejemplo, el arancelamiento
de bienes de consumo?
–Sí. Me imaginaba el plan Cavallo. La Convertibilidad tenía
una solución en el arco de un programa inteligente y sin devaluación.
–No parece entonces que vaya a prosperar un aumento del salario mínimo,
como les prometió a los sindicalistas.
–Lo que yo hice fue cambiar la resolución donde estaba como
presidente de la comisión del salario mínimo vital y móvil
José Uriburu (ex ministro de Trabajo menemista). Eso no quiere
decir que yo mañana convoque a discutir el salario mínimo.
Ese aumento únicamente vendrá de la mano de la reactivación.
Un
día de golosinas para los �gordos� de la CGT
Por D. S.
El tono amistoso que predominó
el encuentro quedó reflejado en una frase de Domingo Cavallo que
pocos escucharon.
–Ahora sí vamos a hacer el sistema bien solidario, ¿eh?
El sindicalista Carlos West Ocampo no pudo menos que devolverle una sonrisa.
El ministro de Economía hablaba de la decisión oficial de
barajar y dar de nuevo en materia de desregulación de las obras
sociales, una medida resistida por la CGT. Fue el guiño que más
empalagó a los líderes gremiales en la reapertura de la
mesa de diálogo con el Gobierno.
Los “gordos” –los dirigentes de las grandes corporaciones
sindicales– de la CGT oficial llegaron a la Casa Rosada entusiasmados.
En los hechos, estaban en representación de todo el arco gremial
ya que ni la CGT rebelde hizo tiempo para sumarse, ni la CTA fue de la
partida.
Como si fuera poco, tomaban como un triunfo propio el freno a la desregulación
de las obras sociales. Fue este sector el que negoció día
y noche con el ministro de Salud, Héctor Lombardo, y el superintendente
de Servicios de Salud, Rubén Cano, para evitar que las empresas
de medicina prepagas se “comieran” a los agentes de salud de
los gremios.
El propio Fernando de la Rúa se animó a hablar del nuevo
enfoque que le quiere imprimir al sistema. El Presidente hasta llegó
a mencionar la idea de moldear un sistema “solidario”, una palabra
que la CGT convirtió en sinónimo de impedir la competencia
entre prepagas y obras sociales sindicales.
De todos modos, la decisión del Gobierno no hizo más que
revelar el fracaso del plan de libre competencia que debía regir
a partir del 1º de abril. No sólo –como era previsible–
no conformó a los gremios sino que tampoco logró la adhesión
a las privadas. Es más, numerosos fallos judiciales ya habían
puesto reparos el decreto oficial. Por eso, ahora se buscará una
modificación al sistema a través del consenso de sindicalistas
y empresarios, con la idea de rubricar cualquier acuerdo a través
de una ley aprobada por el Congreso.
Claro que esa no fue la única música agradable que escuchó
la comitiva sindical, integrada entre otros por Armando Cavalieri, Oscar
Lescano, Andrés Rodríguez y José Pedraza. También
se mostraron a gusto cuando De la Rúa –acompañado por
los ministros Cavallo, Patricia Bullrich y Héctor Lombardo, y por
el jefe de Gabinete Chrystian Colombo–, habló de su idea de
instalar una nueva economía, basada en la producción y la
competitividad.
En ese marco, justificó que las negociaciones de Bullrich con distintos
gremios en forma individual se hayan iniciado con sectores como el metalúrgico
y de la vestimenta (ver aparte).
La CGT oficial –sin su líder, Rodolfo Daer, que se encontraba
en Ginebra– también resaltó el discurso de Jorge Aguado,
del grupo SOCMA. Sobre todo cuando planteó la necesidad de generar
“mayor trabajo en el país” como camino para reactivar
la economía. Junto a Aguado hubo otros empresarios: Gregorio Chodos
y Eduardo Baglietto, de la Cámara de la Construcción; Eduardo
Escassany, de la Asociación de bancos; Enrique Crotto, de la Sociedad
Rural; Jorge Di Fiori, de la Cámara de Comercio; y Osvaldo Rial
y Ignacio de Mendiguren, de la UIA.
Como si fuera poco, cuando se le recordó que los ajustes de todos
los planes económicos lo vienen sufriendo los trabajadores, Cavallo
volvió a seducirlos.
–Esta vez los ajustes los van a pagar los evasores.
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La vuelta del Loro
La ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, recibió ayer
a un grupo de sindicalistas textiles y del calzado y acordó
con ellos la conformación de una comisión que realizará
“un diagnóstico para concretar medidas que ayuden a
atenuar la crisis económica del sector”. También
se reunió con la cúpula de la Unión Obrera
Metalúrgica (UOM) en el marco del análisis de la ley
de Competitividad. La comisión estará integrada por
representantes sindicales, empresarios y funcionarios del Ministerio
de Trabajo y de la secretaría de Industria y trabajará,
a partir de la semana próxima, en un diagnóstico de
la situación de los sectores textil y del calzado “con
el objetivo de llevar a cabo medidas que ayuden a atenuar la difícil
situación por la que están atravesando”. En la
reunión, los sindicalistas le expresaron a la ministra sus
inquietudes a raíz de la importación de productos
desde otros países del Mercosur, la falsificación
de marcas y el trabajo no registrado, entre otras problemáticas.
Por la mañana, Bullrich se había reunido con la conducción
de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), encabezada por
Lorenzo Miguel, para hablar sobre temas similares a los abordados
con los dirigentes textiles y del calzado. Sobre la reunión
con los dirigentes de la UOM –Lorenzo Miguel, Naldo Brunelli,
Carlos Gdansky y Luis Guerrero– la ministra precisó
que “estamos comenzando los programas de competitividad por
sectores”.
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OPINION
Por Eduardo Aliverti
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La misma piedra
Y si no fuera así? ¿Si no fuera como dijeron que
es? ¿Y si fuera que todo ha sido y es, en verdad, una comedia
dramática, tan pero tan bien hecha que, por momentos, hasta
se creyó que era la mayoría popular la que estaba
arriba del escenario?
Para saber si se puede montar una obra semejante, no es en absoluto
imprescindible determinar si Fernando de la Rúa es un artista
maquiavélico en lugar del marciano, o del eterno dormilón
dormido, que casi todos dicen que es. Tampoco es necesario que realmente
lo sea, de modo que algún pérfido entorno pueda manejar
y decidir tranquilo mientras el Presidente duerme o prepara sus
bonsai. Puede ser una cosa, o la otra, o una mezcla de ambas y de
otras. Pero lo cierto –lo cierto de comprobable, de objetivado–
es que otra vez se les pudría el ajuste. Y que entonces apareció
un conjunto de extremistas con caras de bulldogs y de milicos para
provocar la ebullición del país, empezando por promover
los estudiantes a la calle y la toma de facultades. Y que entonces
surgió, en apenas horas, como para dar clara y democrática
cuenta de que habían tomado nota, el bombero. El Padre de
la Bestia. El tipo que estatizó la deuda externa privada,
que es lo mismo que hablar del que prendió el fuego original,
hace casi 20 años, de un pago de intereses que es casi el
doble de lo que gasta el Estado en servicios y empleados públicos.
La táctica es muchísimo más vieja que la escarapela:
correr todo a la derecha y a lo bruto, para que el menor atisbo
de diferenciación sea considerable como paso atrás.
Desde cualquier sabiduría de barrio, desde cualquier inteligencia
embroncada, se diría sin más vueltas que cómo
no van a poder disimular un poco, de vez en cuando, después
de todo lo que ajustaron y robaron.
El problema-madre, porque en él se encierra el estado de
la conciencia popular, es tanta de la simple gente que está
dispuesta a creerles otra vez. Porque de un grueso de la dirigencia
política podría lanzarse el e el “que se jodan”.
Alfonsín, los alfonsinistas, el núcleo duro de los
radicales, Chacho, el Frepaso... Se los fumaron en pipa, por “culpa”
de ellos mismos; de ese cinismo “progre” que ahora los
terminó de dejar con el trasero para el norte porque es Cavallo
quien con el “paso atrás” va a aplicar el programa
de la derecha que ellos vendieron como del centro para la izquierda.
Pero la simple gente... ¿Cómo puede ser que tanto
pueblo quiera comprar de vuelta los espejitos de colores de un bravucón
mediático? Hay tanto de donde sacar, pero tanto más
de no atreverse a que la movilización popular sea el sostén
de sacarlo. Hay una derrota cultural, ideológica, de cuya
responsabilidad participan la dirigencia y un conjunto de la sociedad.
Hay esa persistencia del pensamiento único, de “esto
o el abismo”, como si todas las crisis no fueran la misma,
provocada por los mismos que amenazan.
En estos días hace 25 años que comenzó a desarrollarse
esta derrota de la cabeza. Ayer con las armas. Y hoy con las palabras,
las imágenes, los miedos, la angustia. Pero idéntico
objetivo.
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