En el Senado no había ánimo de sorprender a nadie con el
tratamiento de la ley que confiere poderes especiales a Domingo Cavallo
y efectivamente así fue: poco después de las cuatro de la
madrugada de ayer los senadores aprobaron por amplísima mayoría
50 votos a favor y sólo 4 en contra el instrumento
legal que el superministro de Economía dice necesitar para sacar
al país de la recesión. La ley quedó tal cual había
sido remitida con media sanción de la Cámara de Diputados.
Los senadores sancionaron la iniciativa a esa hora y pusieron así
punto final a una larga sesión que había comenzado a las
tres y media de la tarde, en la que primaron discursos extensos y sin
mayor sentido que el de fijar posiciones personales: un acuerdo previo
en cada uno de los bloques establecía que los senadores podrían
dejar sentadas sus disidencias en la versión taquigráfica,
pero que al texto que contaba con media sanción de Diputados no
se le harían modificaciones.
La aprobación de la ley en la Cámara alta había quedado
asegurada el martes pasado, cuando el mismo Cavallo amnistió políticamente
a los senadores y acordó con el mayoritario bloque peronista que
le concedieran los superpoderes que reclamaba. Lo único que alteró
la sesión fue la extemporánea negativa de un grupo de senadores
del PJ a aprobar el artículo 8 de la norma, que establecía
la ratificación del decreto de necesidad y urgencia que implementó
el plan de infraestructura.
Con el jujeño Alberto Tell y el chubutense Osvaldo Sala a la cabeza,
los peronistas pidieron a las 3.45 un cuarto intermedio hasta que el Ejecutivo
asegurara el veto a ese artículo. Si los diputados se quedaron
hasta la madrugada y los senadores también, qué problema
hay en que el Ejecutivo nos dé la garantía ahora,
enfatizó el entrerriano Augusto Alasino
La Ley de Infraestructura que impulsó el Gobierno fue votada en
Diputados por la mayoría aliancista y su tratamiento se trabó
al llegar a la Cámara alta, donde el PJ pretendía modificarla.
Frente a la demora el Ejecutivo apeló a un decreto de necesidad
y urgencia.
La intención era llamar a Cavallo para que se comprometiera personalmente,
pero finalmente los peronistas aceptaron la palabra de los
radicales de que harían gestiones para conseguir el veto. La discusión
al respecto la cerró el titular del bloque del PJ, José
Luis Gioja, quien le pidió a Mario Losada, en su carácter
de segundo en la sucesión presidencial, que haga respetar
la palabra porque si no habrá problemas posteriores.
Ayer mismo Gioja y otros senadores del PJ se reunieron con el jefe de
Gabinete, Chrystian Colombo, para analizar el tema.
Superado ese obstáculo, la votación en particular de los
superpoderes quedó nuevamente allanada. En contra sólo se
pronunciaron los justicialistas disidentes Héctor Maya, Daniel
Varizat, Héctor Torino y Alicia Negre de Alonso. Otros legisladores
contrarios a la sanción de la ley directamente no concurrieron
al recinto o se ausentaron al momento de votar, como los radicales Raúl
Galván, Horacio Usandizaga, Luis León y Alcides López;
la neuquina Silvia Sapag y los justicialistas Jorge Yoma, Antonio Cafiero
y Jorge Villaverde. Los dos bonaerenses faltaron a la sesión a
pesar de las fuertes presiones que recibieron del gobernador Carlos Ruckauf
y Eduardo Duhalde para que dieran su apoyo a la iniciativa.
El cierre de la sesión corrió por cuenta de los jefes de
los bloques mayoritarios. Gioja destacó la colaboración
de la oposición, mientras que el radical Jorge Agúndez
reprochó a aquellos senadores que votarían en contra de
la ley por no acompañar a sus respectivos gobernadores en su voluntad
de cooperar con el Gobierno.
Meneghini puede retrasarse
La Cámara Federal porteña otorgó una prórroga
al senador radical Javier Meneghini para fundamentar su postura
en el informe ante ese cuerpo, en la causa que investiga el escándalo
de las coimas en el Senado. El escrito de Meneghini es el único
que falta presentar luego de que el martes los senadores Augusto
Alasino, Remo Costanzo, Ricardo Branda, Angel Pardo, Emilio Cantarero
y Alberto Tell defendieran la falta de mérito que había
dictado en su favor el ex juez federal Carlos Liporaci. Recién
una vez que cuenten con todos los escritos, los camaristas Luisa
Riva Aramayo y Horacio Vigliani deberán resolver si confirman
o revocan la resolución mediante la cual Liporaci dispuso
que no hay mérito para procesar a los once senadores del
PJ y la Alianza acusados de haberse beneficiado con dinero ilegal
a cambio de la aprobación de la Reforma Laboral.
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MARIN
Y ROMERO MUY CAVALLISTAS
Era él o el abismo
Los gobernadores de La Pampa,
Rubén Marín, y de Salta, Juan Carlos Romero, destacaron
ayer la necesidad de acompañar las medidas económicas que
tome el Gobierno en una muestra más del apoyo que el menemismo
sector en el que se alinean decidió darle a Fernando
de la Rúa. Los dos coincidieron en criticar a la Alianza por la
crisis y consideraron acertada la designación de Domingo Cavallo
en Economía, aunque el pampeano fue el más elocuente: Era
él o el abismo, advirtió.
Marín, quien hasta ahora había evitado referirse a las modificaciones
del gabinete nacional, afirmó que a Cavallo lo convocaron
porque el país y el gobierno de la Alianza se estaban yendo al
diablo, se caían en forma estrepitosa. En esa misma línea,
sostuvo que al líder de Acción por la República no
lo pusieron por convicción, sino por necesidad, y señaló
que la idea de convocarlo no surgió porque la Alianza hizo
las cosas mal, sino porque no hizo nada.
El pampeano explicó que a Cavallo le habían dicho
que había plata para quince días, pero en la reunión
con los gobernadores él mismo nos aseguró no hay un centavo
e insistió en que su nombramiento salvó a los argentinos
y al Gobierno de una caída estrepitosa.
Romero también opinó que la designación de Cavallo
ha sido acertada. El salteño subrayó que el
país tiene posibilidades de salir adelante si todos hacemos
el esfuerzo, pero remarcó que todavía se está
en riesgo institucional, por culpa de las desinteligencias de la propia
Alianza y los desatinos en materia económica y política.
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