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LA DESREGULACION DE LAS OBRAS SOCIALES FUE AL FREEZER
Descompresión por orden de Cavallo

El ministro de Economía convenció al resto del Gabinete de la conveniencia de entregar un decreto que sigue siendo inaplicable a cambio de evitar una confrontación con el sindicalismo.

Patricia Bullrich, ministra de
Trabajo, dio las explicaciones.
“La filosofía de la desregulación
sigue vigente”, se atajó.

Los sindicalistas festejaron. El ministro de Salud, Héctor Lombardo, no supo cómo disimular el papelón de que le hayan bochado su proyecto. Y el vicejefe de Gabinete, Armando Caro Figueroa, explicó qué va a pasar. “Se enviará un proyecto de ley al Congreso para abrir un debate profundo con todos los interesados en el tema.” El tema es la desregulación de las obras sociales, que quedó suspendida hasta nuevo aviso por un decreto impulsado por Domingo Cavallo, quien de ese modo logró clausurar el mayor foco de conflicto con las centrales sindicales. Hugo Moyano, de la CGT disidente, anunció ayer el levantamiento del paro general convocado para el 5 y 6 de abril (ver página 7). Previamente, la CGT de los “gordos” había desactivado otra medida de fuerza, producto de la promesa del ministro de Economía –en una reunión a solas– de anular la apertura del negocio de la salud a las empresas de medicina prepaga.
El decreto que dejó sin efecto la desregulación señala que eso ocurrirá “hasta tanto haya sentencia definitiva con relación a las medidas cautelares dictadas en los procesos judiciales actualmente en trámite”. Sin embargo, Cavallo les dijo a los sindicalistas que se olviden del tema y que eventualmente se girará al Congreso un proyecto de ley, para lo cual se tendrá en cuenta su opinión. Pero no fue el ministro de Economía sino sus pares de Trabajo, Patricia Bullrich, y de Salud, Lombardo, quienes debieron salir a explicar públicamente por qué el Gobierno canceló una iniciativa que había defendido férreamente hasta hace apenas tres semanas. “La filosofía de la desregulación y que cada trabajador pueda elegir su obra social está absolutamente vigente”, dijo Bullrich.
Tanto o más que ella, Lombardo dio la pelea contra los sindicalistas para sostener su proyecto, al punto que casi terminó a los golpes un antológico debate con Carlos West Ocampo, del sindicato de la Sanidad, organizado por Cash para que cada uno explicara su posición. Ayer afirmó que era “imprescindible” dictar el decreto que paró la desregulación, debido a que su proceso se encontraba estancado en la Justicia. Desde que a fin de diciembre pasado se publicó el decreto que establecía el marco de la desregulación, 45 obras sociales sindicales y los sindicatos más importantes acudieron a la Justicia para evitar su implementación. Lograron una docena de medidas cautelares en ese sentido, por lo cual el proceso de apertura quedó en suspenso.
“Siempre acepté y me subordiné a las decisiones de la Justicia, por ello y hasta tanto se dicte la sentencia definitiva es imprescindible preservar la atención médica de los once millones de beneficiarios (del sistema de obras sociales) y que no se alteren las prestaciones”, señaló Lombardo, quien –contradictoriamente– especuló con la posibilidad de utilizar las facultades especiales de la ley de competitividad para resolver el tema con un nuevo decreto. Por su parte, Bullrich sostuvo que “el Ministerio de Salud buscará un mecanismo para poner rápidamente en marcha un sistema. No está decidido si será por ley o si se esperará la decisión final de la Justicia. Lo que no se podía era seguir en esta situación”. Armando Caro Figueroa, operador de máxima confianza de Cavallo, dio una versión más terminante: afirmó que “habrá un proyecto de ley”.
El titular de Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), Andrés Rodríguez, celebró la suspensión por decreto de la desregulación y consideró, en línea con Caro Figueroa, que “si el Poder Ejecutivo quiere modernizar el sistema o tratar de mejorarlo, lo mejor es un proyecto de ley que busque el consenso entre todos”. Desde el sector privado, que siempre se mostró disconforme con el esquema de apertura diseñado por Lombardo, el titular de la Confederación Argentina de Clínicas y Sanatorios Privados, Norberto Larroca, destacó que “es muy positivo que se haya suspendido el proceso desregulatorio”.

 

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