Los últimos datos del INDEC, difundidos ayer, confirman el impresionante
deterioro de las condiciones sociales en los últimos años.
Según la información oficial, el salario promedio en todo
el país alcanza hoy sólo a los 586 pesos mensuales, mientras
que en el Norte del país ronda apenas los 400 pesos. Hasta ahora,
todas las evaluaciones que se hacían desde el Gobierno respecto
del salario promedio de la economía, por ejemplo para medir el
impacto sobre el bolsillo de nuevos impuestos, hablaban de 800 pesos,
una cifra que por lo visto, después de casi tres años de
recesión, quedó absolutamente descolocada. Además,
revela que casi el 40 por ciento de los asalariados no cuentan con cobertura
previsional.
El estudio del INDEC es una ampliación de los datos de la Encuesta
Permanente de Hogares (EPH) de octubre pasado, la que midió una
tasa de desocupación promedio en todo el país del 14,7 por
ciento de la población activa.
El informe puede desagregarse en tres partes. La primera, referida a los
ingresos de la población; la segunda, sobre la cobertura previsional
de los asalariados; y la tercera, sobre la situación del empleo,
la que desnuda que la dramática situación que se vive hoy
en el mercado laboral no se explica observando sólo las tasas de
desocupación, ni mucho menos.
Los resultados son los siguientes:
Ingresos. El salario
promedio, en los 28 aglomerados urbanos relevados por el INDEC, es de
586,8 pesos mensuales. Pero hay grandes diferencias regionales. Por ejemplo,
en la Patagonia alcanza a 710,8 pesos, mientras que en el Noroeste es
de sólo 397 pesos. En el Nordeste, en tanto, es de 403 pesos, en
Cuyo de 439 pesos, y en la Región Pampeana de 507 pesos.
Sobre las cifras anteriores valen dos acotaciones. Por un lado, el salario
promedio de la economía oculta la distribución del ingreso
entre los distintos grupos sociales, que en los últimos años
empeoró sustancialmente. Por otro lado, las diferencias salariales
por región no dicen nada del poder de compra salarial, ya que los
precios de la canasta familiar son también muy distintos según
el área. En la Patagonia, por caso, la canasta familiar es más
cara por los costos de transporte que se adicionan a las mercaderías.
Sin jubilación.
Las cifras del INDEC confirman que el 38,6 por ciento de la población
en todo el país no tiene ninguna cobertura social ni previsional.
Es decir, que no podrán contar con una jubilación en el
futuro y sólo pueden recibir asistencia médica en la actualidad
en el hospital público. Ese porcentaje llega al 44,5 por ciento
en el Noroeste, al 43 por ciento en el Nordeste y al 40,5 por ciento en
la región cuyana. Los asalariados en negro en el Gran Buenos Aires,
en tanto, son el 38 por ciento del total y en la Patagonia el 27 por ciento.
Mercado laboral. La
tasa de desocupación sólo es la punta del iceberg del drama
que se vive hoy en el mercado laboral en todo el país. Los últimos
datos del INDEC corroboran esta idea. Así, según la estadística
oficial, en el Gran Buenos Aires casi el 39 por ciento de la población
busca activamente un empleo. En esta situación se cuentan, obviamente,
los desocupados, pero también los subocupados (aquellos que trabajan
menos de 35 horas semanales y quisieran trabajar más), y los que,
siendo ocupados plenos, necesitan buscar otro trabajo para complementar
ingresos insuficientes. Ese porcentaje se eleva al 42 por ciento en los
partidos del conurbano y al 43 por ciento en el Noroeste. Pero tiene picos
sorprendentes en Mar del Plata (48,5 por ciento); San Juan (49 por ciento)
y Tucumán (casi 50 por ciento).
BRASIL
CASTIGA A LOS CEREALES POR LA AFTOSA
Una sanción desproporcionada
La Cancillería argentina
expresó a Brasil su profundo rechazo a la prohibición
dispuesta para el ingreso de productos de origen vegetal in natura.
Desde el vecino país, en tanto, negaron que la restricción
sea una medida paraarancelaria. La continuidad de la restricción
significará para Argentina recibir menores ingresos por alrededor
de 800 millones de dólares, lo que se sumará a los perjuicios
ya provocados por el cierre de los mercados mundiales para las carnes
locales.
Con duro tono, el Ministerio de Relaciones Exteriores rechazó la
traba comercial puesta por Brasil a los vegetales locales. El gobierno
argentino considera dicha medida desproporcionada y sin ninguna justificación
técnica, en virtud de que no existen antecedentes científicos
ni norma internacional que determine la posibilidad de transmisión
del virus de la fiebre aftosa a través de productos de origen vegetal.
Sin embargo, Brasil descartó que la medida sea una traba paraarancelaria
e insistió con su tesis: La medida no tiene nada que ver
con crear barreras comerciales sino con la necesidad de proteger a Brasil
de la contaminación de cualquier tipo de enfermedad, destacó
Benedito Rosa, secretario de Política Agrícola del vecino
país. Rosa recordó que la misma exigencia fue impuesta por
los países europeos a Brasil que tiene que certificar que
sus productos no proceden de regiones con aftosa, por lo que, reiteró,
apenas estamos aumentando las medidas de protección.
La decisión de Brasil, del que Argentina es el principal proveedor
de trigo, llega cuando aún resta colocar un volumen estimado en
3,6 millones de toneladas del cereal. La medida, no obstante, excluye
a los productos industrializados, como la harina de trigo. A este quebranto
se sumarán los menores ingresos por exportaciones de maíz,
que totalizarían, a valores actuales de plaza, más de 400
millones de dólares. La decisión brasileña compromete
también a otras producciones agrícolas, como la soja y el
arroz.
En tanto, desde la Oficina Internacional de Epizootias se señaló
que el virus de la aftosa no se propaga a través de los vegetales.
La medida de Brasil comenzó a regir ayer luego de su publicación
en el Diario Oficial del socio mayor del Mercosur y favorecerá
el ingreso a su mercado de los trigos y maíces producidos en Estados
Unidos y Canadá.
En otro orden los efectos también se sentirán sobre las
cotizaciones firmes y sostenidas que venían marcando ambos productos
en la plaza nacional, en especial por la baja producción mundial.
|