En un texto de confuso articulado, que dará lugar a más
de una interpretación, el Poder Ejecutivo reglamentó el
impuesto a las transacciones en cuentas corrientes, que entrará
en vigencia a partir del 3 de abril y también alcanzará
a determinadas operaciones que se realicen en efectivo. A la exención
a las acreditaciones y retiros por pago de remuneraciones de sueldos,
jubilaciones o pensiones, se le agregan las correspondientes a operaciones
de los mercados de valores y cereales, las transferencias entre cuentas
de un mismo titular, el pago de las prestaciones de las AFJP, operaciones
específicas de los fondos comunes de inversión y de las
empresas de servicios electrónicos de pagos y/o cobranzas, y los
créditos en cuenta corriente originados en préstamos bancarios
y adelanto de fondos por descuento de valores (pagarés, facturas,
cheques al cobro, etc.).
La definición del alcance del impuesto, establecido en el artículo
2º del anexo al decreto reglamentario, es tan amplia que prácticamente
no dejaría operación de pago sin estar gravada. El artículo
mencionado establece, en su inciso b), que se considerarán alcanzados
por el gravamen todos los movimientos o entregas de fondos, propios
o de terceros aun en efectivo que cualquier persona, incluidas
las comprendidas en la Ley de Entidades Financieras, efectúe por
cuenta propia o por cuenta y/o a nombre de otra, cualesquiera sean los
mecanismos utilizados para llevarlos a cabo, las denominaciones que se
les otorguen y su instrumentación jurídica. Resulta
difícil imaginar alguna operación de pago o de cobro que
no quede abarcado por esta definición amplia, que sólo se
salvaría del impuesto si estuviera incluida en las exenciones (detalladas
más abajo).
Conforme a este texto, ni los depósitos y retiros en caja de ahorro
quedarían al margen del impuesto, como tampoco el pago de la cuenta
en el almacén. Antes del martes 3, la reglamentación seguramente
será sometida a revisión y corrección.
El decreto reglamentario ratificó lo ya adelantado 24 horas antes
por el secretario de Hacienda, Jorge Baldrich: la tasa general del impuesto
será inicialmente del 2,5 por mil y determinados contribuyentes
gozarán de una tasa preferencial del 0,75 por mil. Estos serán:
Corredores y comisionistas
de granos y consignatarios de ganado;
Entidades que operen sistemas
de cuentas electrónicas por Internet o sistemas de tarjetas de
crédito y/o compra (emisores), pero en este caso únicamente
por los pagos a los establecimientos (comercios) adheridos;
Las entidades financieras,
agentes de bolsas, corredores y casas de cambio por los débitos
y créditos en cuentas corrientes a su nombre, por el pago o cobranza
derivados de sus operaciones de intermediación y servicios.
En tanto, se declaran exentos en el decreto las operaciones siguientes:
Débitos y créditos
en cuentas utilizadas exclusivamente en su actividad específica
por los mercados de valores y de cereales, cajas de valores, entidades
de liquidación y compensación de operaciones autorizadas
por la CNV y por los fondos comunes de inversión;
Transferencias de fondos efectuados
por cualquier medio, excepto mediante cheques, con destino a otras cuentas
corrientes del mismo titular de la cuenta de origen;
Débitos y créditos
en cuentas utilizadas exclusivamente en su actividad específica
por empresas dedicadas al servicio electrónico de pagos y/o cobranzas
por cuenta y orden de terceros, de facturas de servicios públicos,
impuestos y otros servicios;
Débitos y créditos
en cuentas utilizadas exclusivamente en su actividad específica
por las AFJP para el pago de sus prestaciones, las abiertas a nombre de
los respectivos fondos y las utilizadas en igual forma por las compañías
de seguro de vida y de Retiro.
Débitos y créditos
en cuenta corriente por las remuneraciones de los empleados en relación
de dependencia, jubilados o pensionados;-
Créditos en cuenta corriente
originados en préstamos bancarios y adelantos de fondos por descuento
de pagarés, facturas, cheques recibidos en cobro, etc.;
La transferencia electrónica
de fondos, en tanto no genere débitos o créditos en cuenta
corriente bancaria;
Cuentas utilizadas en forma
exclusiva por la empresa Correo Argentino SA para realizar pagos por cuenta
y orden de las AFJP, Ministerio de Trabajo y la Anses.
El decreto establece que las rendiciones de gestiones de cobranza de cualquier
tipo, las rendiciones de recaudaciones y los pagos realizados por las
entidades financieras a los establecimientos adheridos a los sistemas
de tarjeta de crédito y/o de compra (salvo que sean acreditadas
en cuentas corrientes a nombre del beneficiario, en los tres casos) tributarán
el 5 por mil.
Según aseguraron fuentes bancarias, el requisito mínimo
de liquidez del dinero que se recaude por el impuesto será muy
alto y los bancos deberán liquidarle la recaudación al Estado
dos veces por semana, con lo cual no hay un potencial negocio para las
entidades, que no cobrarán comisiones por prestar este servicio.
Conforme a los trascendidos, el encaje sobre lo recaudado por el tributo
será del 80 por ciento, por lo cual sólo una quinta parte
podría ser aplicado como capacidad prestable de los bancos.
La aclaración del sector apunta a desalentar las versiones que
indicaban que los bancos podrían hacer un jugoso negocio con fondos
del Estado que tendrían a sus arcas sin pagar intereses y podrían
colocar, por ejemplo, en el call a una tasa altamente atractiva
(ayer superaba el 20 por ciento). Por más que las entidades deban
liquidar periódicamente la recaudación al fisco, las características
del impuesto hace que el fondo se realimente constantemente y, en consecuencia,
tenga las características de un recurso de disponibilidad permanente.
En cambio, una tasa del 80 por ciento de encaje le impondría una
alta inmovilidad.
LA
BOLSA REACCIONO A LA BAJA AL RECORTE DE PODERES
El mercado le puso fin al idilio
Si los movimientos positivos
de los mercados en el comienzo de la semana se debieron al
apoyo al nuevo ministro de Economía y no al tradicional carácter
especulativo de los operadores, ayer quedó claro que el idilio
con Domingo Cavallo terminó abruptamente. El índice MerVal
de las acciones líderes cayó el 2,33 por ciento y el riesgo
país se elevó en un 5,1 por ciento. La tasa interbancaria,
en tanto, volvió a ubicarse en el 30 por ciento.
El habitual manejo de las tendencias ejercido por los directivos de las
calificadoras de riesgo, con su reciente baja de calificación de
la deuda local, estuvo entre las explicaciones. Pero como era de esperar,
a la hora de las interpretaciones los hombres del mercado atribuyeron
los signos a un plan económico que prioriza el aumento de
la carga impositiva por sobre el recorte de gastos y los temores ante
un eventual levantamiento de la exención de Ganancias sobre transferencias
de títulos y acciones. Es decir que según estas
peregrinas argumentaciones y a diferencia de lo que ocurre en las principales
bolsas del mundo, donde los datos que marcan las tendencias son los de
la evolución de la economía real para los operadores
locales todo movimiento que se aparte de la ortodoxia liberal repercute
en forma negativa en los indicadores. Esto, a pesar de que los volúmenes
transados son prácticamente marginales. Ayer se negociaron apenas
18,2 millones de pesos en acciones y 12,6 millones en bonos.
Así, siempre según los operadores, la anulación del
decreto de desregulación de obras sociales y el recorte a la delegación
de facultades al Poder Ejecutivo también influyeron en la baja
acumulada del 3,63 por ciento en dos jornadas. Sobre 42 acciones operadas,
se registraron 3 alzas, 14 sin cambio y 25 bajas.
Los títulos públicos también cotizaron en baja. El
índice MBA registró una caída del 1,09 por ciento,
con un retroceso del 4,08 por ciento en marzo y del 1,99 por ciento en
lo que va del año. Tampoco fueron buenas las noticias en el costo
del dinero. La tasa interbancaria volvió a subir hasta ubicarse
en el 32 por ciento en pesos y 12 por ciento en dólares.
En tanto, en Wall Street, el índice Dow Jones de las principales
firmas industriales, ganó 13,71 puntos, equivalente al 0,14 por
ciento, y quedó en 9799,06 y el Nasdaq, mercado electrónico
que agrupa a las empresas tecnológicas, bajó 33,56 puntos,
el 1,81 por ciento, hasta los 1820,57.
Un guiño más
desde el Norte
El presidente del Banco Mundial (BM), James Wolfensohn, dijo que
es optimista acerca de que las reformas económicas de Argentina
y Turquía ayudarán a ambos países a superar
sus crisis. Creo que Cavallo es un hombre muy bueno,
aseguró el australiano que comanda la institución.
Wolfensohn se deshizo en elogios a las autoridades turcas, que por
estos días acordaron un nuevo programa con el Fondo Monetario
con el objetivo de salir de la crisis financiera que golpea al país
desde diciembre pasado. Y en particular afirmó que las medidas
tomadas por el ministro de Economía turco, Kemil Dervis,
fueron muy positivas. Consultado por Argentina, respondió:
Yo les daría la misma respuesta sobre Argentina, pero
cambio el nombre (del ministro) a español.
|
|