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El creador de la oveja Dolly, en
contra de la clonación de humanos

Es peligroso e irresponsable. Sin medias tintas, Ian Wilmut pidió que se abandonaran los dos proyectos
de clonación humana puestos en marcha por un médico italiano y la secta raeliana.

El investigador escocés Ian Wilmut publica hoy su exhorto en la prestigiosa revista “Science”.

“Si se intenta la clonación humana, los embriones que no mueran temprano pueden convertirse en niños y adultos anormales”, advirtió el investigador escocés Ian Wilmut, creador de la oveja Dolly. El alerta, que se publica hoy en la prestigiosa revista Science, sale al cruce de los proyectos del famoso especialista italiano en fecundación asistida Severino Antinori y de la secta norteamericana de los raelianos que anunciaron recientemente que ya están trabajando en la reproducción artificial de chicos (ver aparte). Abortos naturales, nacimientos prematuros, malformaciones físicas, complicaciones y altas tasas de muertes perinatales son las consecuencias que traería la clonación de personas. En el estado actual de los conocimientos es “peligrosa e irresponsable”, consideró Wilmut.
El artículo de la revista Science lleva la firma de Wilmut y Rudolf Jaenisch, del Instituto Whitehead de Investigación Biomédica de Boston. “Abandonen la clonación de seres humanos”, clamaron los especialistas. En el documento, Wilmut y Jaenisch señalan que, hasta ahora, los experimentos de clonación de animales han acabado casi exclusivamente en desastre. La mayoría de los clones mueren ya como embriones y sólo muy pocos llegan a nacer, pero sufren de problemas circulatorios y respiratorios. Incluso las excepciones que externamente se desarrollan de forma normal padecen casi siempre de graves problemas inmunológicos, de deficiencia renal o de funciones cerebrales anormales, alertaron. Según ambos científicos, todo indica que “experimentos de clonación humana tendrán la misma elevada tasa de errores que los experimentos de laboratorio de clonación de animales”.
¿Por qué predicen los científicos semejantes desastres, si está demostrado que el embrión clónico contiene todos los genes de un humano adulto perfectamente saludable? La razón es que algunos genes de la célula adulta están activados y otros están reprimidos, a veces de forma muy estable. Cuando el núcleo se transfiere a un óvulo, ese patrón de actividad genética tiene que reprogramarse para adoptar el patrón típico de un embrión.
La reprogramación es un proceso bastante natural. Las células que, en el curso normal de la vida, dan lugar a los óvulos y a los espermatozoides ejecutan esa reprogramación sin ningún problema. Pero cuentan para ello con meses o años. El núcleo adulto introducido artificialmente en un óvulo sólo tiene unos minutos y por eso el proceso falla muy a menudo. Si falla mucho, el embrión se muere. Pero lo peor es que falle sólo un poco, porque entonces el niño nacería con graves malformaciones.
Por ahora, cinco especies de mamíferos han sido clonadas, con una tasa de éxito que no excede el 3 al 5 por ciento: oveja, ratón, cabra, vaca y cerdo. La oveja Dolly, que fue en 1997 el primer animal clonado con éxito, es obesa. “No sabemos por qué”, confió Jaenisch. En el caso de Dolly, antes de tener éxito, se registraron 276 fracasos.
Antinori, muy conocido en Italia por haber inducido gestaciones viables en mujeres que habían sobrepasado ampliamente su edad fértil, armó un escándalo en Roma a principios de este mes al anunciar que tenía todo dispuesto para empezar a clonar niños en el plazo de unos meses, incluidas unas 600 parejas estériles de Italia y Estados Unidos que se habían prestado voluntariamente a la experiencia. Los raelianos, en tanto, aseguran que están trabajando desde diciembre en un laboratorio secreto en los Estados Unidos para clonar –a pedido de los padres– a un bebé que murió a los diez meses debido a un problema congénito coronario.
La voz de alarma en torno de la clonación humana se escuchó también esta semana en el Congreso norteamericano, donde una comisión investigadora convocó a varios expertos. Entre los invitados también estaban Panaiotis Zavos, uno de los médicos que trabaja con Antinori, y Rael, el fundador de la secta de los raelianos.

 

“Puerta a la vida eterna”

Con un traje blanco futurista con hombreras elevadas, que le da un cierto aire de astronauta, zapatillas blancas y rizos mal arreglados en un moño, Rael, el líder de la secta que asegura estar trabajando en la clonación de un niño en un laboratorio secreto de los Estados Unidos, contó su profecía. “La clonación es la puerta que nos llevará a lograr la vida eterna gracias a la ciencia. Podremos vivir eternamente. Jamás moriremos”, aseguró en una entrevista con la agencia AFP. Este ex periodista francés, cuyo verdadero nombre es Claude Vorilhon, es el fundador de los raelianos, la secta que profesa que la vida en la Tierra fue establecida por seres de otro planeta que vinieron en platos voladores hace 25.000 años y que los humanos son seres clonados.
La secta anunció recientemente que en diciembre comenzó los trabajos con miras a reproducir artificialmente –a pedido de los padres– un bebé muerto a los diez meses. Rael estima que lograrán el clon en 24 meses. En la tarea están trabajando dos biólogos, un genetista y un médico. Si finalmente el Congreso norteamericano prohíbe la clonación, no abandonarán el territorio estadounidense. “Tenemos ya un equipo de abogados listo para ir a la Corte Suprema”, adelantó el excéntrico personaje. La segunda etapa de la clonación “será cuando seamos capaces de obtener el crecimiento acelerado que permitirá clonar directamente un adulto, que será como una cinta de audio virgen. No tendrá memoria. Por último, la tercera etapa consistirá en transferir la personalidad, la memoria, en ese cuerpo nuevo, como lo hicieron los Elohim, los extraterrestres con los que me reuní”, aseguró, sin bromear.

 

OTRO INFECTADO DE LEPTOSPIROSIS EN LA PLATA
Las ratas atacan de nuevo

Otro paciente con leptospirosis fue internado en La Plata, mientras se confirmaba que hay más de 80 casos registrados en lo que va del año en el país, con un total de cinco muertos. Unos 500 vecinos de Quilmes protagonizaron ayer nuevos cortes de ruta en reclamo de mejores condiciones sanitarias, mientras la Municipalidad ponía 300 hombres en la calle para desratizar. Entretanto, el gobernador Ruckauf salió a criticar “la falta de prevención” del municipio de Quilmes –gobernado por la Alianza– y prometió “coordinar esfuerzos con el gobierno nacional”.
De los casos en lo que va del año, 44 corresponden a la localidad de Quilmes, 25 a la provincia de Santa Fe, dos a Misiones, dos a La Plata y uno a la Ciudad de Buenos Aires. De los cinco muertos, tres corresponden a Quilmes y dos a Misiones. El paciente internado en La Plata “estaba limpiando un galpón con pastos mojados y allí podría haberse contagiado”, explicó Mario Villalobos, director del Hospital Rossi. En Rosario hay dos internados; uno de ellos, un pescador de 42 años, en terapia intensiva. El Ministerio de Salud provincial estima que el principal foco está en las islas frente a la ciudad.
En Quilmes, ayer estaba cortada la avenida Monteverde, en su cruce con el arroyo Las Piedras: “Hace meses que reclamamos y no nos escuchan”, decía una vecina. Hace un mes fuimos a la Municipalidad, pero el intendente no nos recibió. No son solamente ratas: hasta caballos muertos aparecen en el arroyo. El barrio está lleno de perros vagabundos y nuestros chicos brotados de granos”. Cinco cortes movilizaron a unos 500 vecinos de San Francisco Solano.
No son sólo las ratas ni sólo la leptospirosis. El sanitarista José Escudero, profesor de las universidades de Buenos Aires y Rosario, observó que “esta enfermedad, como la tuberculosis o el sida, dan testimonio de que la trama social se está debilitando: es más la gente que cirujea, en contacto con la basura y con las ratas”. Gustavo Cañete, infectólogo del Hospital Isidoro Iriarte de Quilmes, comentó a este diario que “hasta ahora llegaba al hospital un caso por año de leptospirosis. La mayoría del tiempo debemos ocuparnos del sida: 500 pacientes por año”.
Por su parte, Carlos Ruckauf, gobernador de la provincia de Buenos Aires, sostuvo que “hubiese sido bueno más prevención” en Quilmes, aunque “muchas veces los intendentes dan una instrucción y alguna área no la cumple”. El funcionario aseguró que “mañana (por hoy) voy a hablar con el presidente De la Rúa para coordinar políticas sobre la leptospirosis”. En la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra anunció que el 30 de marzo se licita la eliminación de 15.000 vehículos abandonados que acumulaban ratas.
La Municipalidad de Quilmes destinó 300 personas a las áreas afectadas: “Donde se detectaron los focos de leptospirosis, tenemos unidades móviles para buscar casos nuevos” contó Omar Zein, director de Planificación de Salud de Quilmes. Para desratizar, “usamos cebos de efecto retardado porque las ratas tienen un comportamiento social muy particular: cuando aparece un alimento nuevo, sólo algunos ejemplares lo comen y si, un día después, no han enfermado, recién entonces las demás empiezan a comerlo”, explicó Zein.

 

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