Por Juan Jesús
Aznárez*
Desde
México, D.F.
Visiblemente satisfecho por
la atención recibida a su paso por once Estados y Ciudad de México,
el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) emprendía
ayer su regreso a las selvas del sureste mexicano después de haber
comparecido ante la Cámara de Diputados reconociendo los esfuerzos
del gobierno para reanudar las negociaciones de paz en Chiapas. Nos
vamos, pero no con las manos vacías, declaró el subcomandante
Marcos. El presidente Vicente Fox, por su parte, consideró un hecho
la reanudación del diálogo con el EZLN, suspendido en 1996.
El primer encuentro oficial desde entonces se registró la noche
del miércoles.
El Comisionado oficial para la Paz, Luis H. Alvarez, y el comandante
Germán, Fernando Yáñez, acordaron sostener nuevos
contactos para abordar la certificación del repliegue militar en
el estado sureño, la liberación de presos zapatistas y la
aprobación parlamentaria del proyecto de ley sobre cultura y derechos
indígenas. Yáñez, que mantuvo ayer su segunda reunión
con miembros de la Cocopa (Comisión de Concordia y Pacificación),
y la primera con Rodolfo Elizondo, un delegado especial del presidente
para el diálogo con ONGs, dijo que las armas están
bien guardadas, y casi olvidadas. Estamos, con paso firme,
en el camino a los acuerdos de paz. (...) Este es el punto de partida.
Ahora viene lo bueno, declaró el jefe de gobierno, beneficiario
de la distensión observada tras la sesión del miércoles.
Hasta entonces recibió fuego graneado por su política de
concesiones. Su partido, sin embargo, el conservador Partido Acción
Nacional (PAN), recibió duras críticas por haberse opuesto,
en bloque, a la cesión de la tribuna de oradores del Congreso al
EZLN, y ya ayer los panistas más recalcitrantes estaban bajándose
de sus posiciones previas.
El ordenado desarrollo de la sesión de la Cámara de Diputados,
en la que comparecieron, encapuchados, 23 jefes insurrectos, mereció
un generalizado aplauso entre las fuerzas mexicanas y el Ejecutivo, confiado
en que el arropamiento político ayude al objetivo de conseguir
que el EZLN se sume al juego democrático y abandone las armas.
Incluso el más acérrimo adversario del zapatismo, Diego
Fernández de Cevallos, coordinador de los senadores, dijo que el
acto fue histórico. En un comunicado, el PAN admitió
que el encuentro acabó siendo positivo. Cevallos, sin
embargo, lanzó una carga de profundidad al manifestar que las negociaciones
con el EZLN deben abordarse con cuidado pues Chiapas, dijo, almacena ingentes
recursos naturales ambicionados por intereses extranjeros.
No tenemos nada de que avergonzarnos. Todo lo hicimos de buena fe,
manifestó el jefe Diego al referirse a los reproches
por la inasistencia de los legisladores del partido. Desde la izquierda,
Martí Batres Guadarrama, coordinador de los diputados del Partido
de la Revolución Democrática (PRD), arremetió contra
el partido oficial, alejado de los postulados de Fox en los referente
a Chiapas. Algunos no quisieron escuchar. A ellos los escuchamos
todos, aunque no todos ellos escucharon a los demás. Escuchar no
significa pensar igual, sólo aceptar que existe otro. A los que
no escucharon hoy, los llamamos a rectificar porque, cabría preguntarse:
¿es lícito discrepar del otro sin escucharlo?.
La magnitud del desafío por delante atempera, no obstante, las
nuevas expectativas de paz, y la optimista reacción del jefe de
gobierno. Antes de la formal reanudación del proceso de negociaciones,
suspendido durante el gobierno de Ernesto Zedillo (1994-diciembre del
2000), deberá aprobarse el proyecto de ley sobre autonomía
indígena que tradujo los acuerdos de San Andrés Larrainzar,
cuyo alcance divide a los principales partidos mexicanos. El refrendamiento
de la iniciativa preparada por la parlamentaria Comisión de Concordia
y Pacificación (Cocopa) hace cinco años es improbable en
sus actuales términos. Queda por ver la reacción del EZLN
a las enmiendas en preparación, ya que advirtió que únicamente
aceptaría aquellas de carácter técnico-jurídico.
El PAN y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que suman 417
de los 500 escaños de la Cámara de Diputados, objetan la
redacción original del proyecto por estimar que abre el paso a
choques civiles por la propiedad de tierras, y, en el futuro, a la balcanización,
a reclamaciones independentistas entre algunas de las 57 etnias nacionales,
que agrupan a diez millones de indígenas, el 10 por ciento de la
población total de México. El discurso de la guerrilla en
la Cámara baja fue comedido, positivamente valorado por las fuerzas
políticas, y reconoció los esfuerzos pacificadores del presidente,
puestos en solfa durante semanas por el subcomandante Marcos. Asimismo
pretendió transmitir una imagen de moderación y llegar a
la mayoría de los 100 millones de mexicanos a través de
la enumeración de problemas e injusticias por todos aceptadas.
El comandante David, encargado de informar sobre la comparecencia,
coincidió con Fox en que se abre el camino al diálogo
y la paz, aunque falta mucho para que lleguemos a la paz que queremos.
El EZLN seguirá movilizando a los suyos para evitar, según
dijo su portavoz, que el proceso hacia la reanudación de las negociaciones
sufra un nuevo retroceso. No se duerman, hermanos y hermanas,
pidió la comandante Esther en una concentración
junto al Congreso.
Adelfo Regino Montes, portavoz del Congreso Nacional Indígena (CNI),
una organización civil, aseguró a los legisladores que los
pueblos indígenas, al reclamar autonomía, no pretenden crear
nuevas repúblicas, o ignorar las leyes federales. El proyecto de
ley persigue, dijo, la dignidad ausente durante siglos y el reconocimiento
constitucional del derecho a la diferencia, a los usos y costumbres de
las comunidades indígenas. Preguntó, sin embargo, cómo
era posible que los territorios originarios de los indios fueron ricos
en recursos naturales, y las comunidades que los habitan sufran pobreza
extrema.
* (De El País de Madrid, especial para Página/12.)
Claves
Luego de haber hablado
ante el pleno de la Cámara de Diputados mexicana para abogar
por la aprobación de la ley indígena, la comandancia
zapatista se prepara para volver al estado sureño de Chiapas.
Hasta el oficialista
Partido Acción Nacional (PAN), que se opuso a esta presencia
aún a costa de desacreditar al presidente Vicente Fox, tuvo
que admitir ayer que el hecho fue positivo.
El gobierno y el zapatismo
ya iniciaron ayer los contactos para lograr la discusión
de la ley indígena en el Congreso y para supervisar las otras
demandas zapatistas: liberación de sus presos y la salida
del Ejército de Chiapas.
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La
euforia de los diarios mexicanos
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LA JORNADA *.
Una nueva democracia
Ayer se abrió una nueva posibilidad de participación
y presencia de la sociedad. Se trata, pues, de un nuevo vínculo
entre la sociedad y los poderes del Estado, de un acercamiento a
la democracia participativa. Este logro se lo debemos en buena parte
a las acciones de un presidente que desde su toma de posesión
anunció su voluntad por resolver el conflicto y que a la
fecha ha mantenido esa postura y, por otra parte, a la representatividad
social alcanzada por el EZLN y la determinación y firmeza
de su lucha que radica en la legítima búsqueda de
la justicia y dignidad para los indígenas. El camino del
diálogo está puesto, ahora es el tiempo de canalizar
los logros hacia el camino de la paz.
* Editorial
EXCELSIOR *.
Una imagen de
esperanza
Si en el conflicto zapatista la imagen ha representado un
factor importante, todo o casi todo lo dice la fotografía
que muestra a los comandantes del EZLN, hombres y mujeres, con el
rostro cubierto y los atavíos a su respectiva etnia, desfilando
en silencio por el pasillo que los conduciría a la más
alta tribuna del país. Contra el temor a insultos e imprecaciones,
el discurso pausado y persuasivo; la invitación a ser escuchados
y la disposición para escuchar. La imagen de esa entrada
al recinto parlamentario, ansiada por quienes quieren la paz, queda
ahí como testimonio de un paso importante triunfo zapatista
y de Fox; revés para el oscurantismo panista en la
esperanza de que comienza el proceso para alcanzarla.
* Editorial
REFORMA *.
Reconozco que
fue positivo
Comienzo por reconocer y decir que la presencia de las delegaciones
zapatistas y de la delegación del Congreso Nacional Indígena
en el Congreso de la Unión fue positiva. A final de cuentas,
el diálogo pudo darse de cara a la opinión pública,
en un intercambio de ideas que fue, en general, respetuoso y fructífero.
La paz, ciertamente, está hoy más cerca que ayer.
Creo que es mérito de Fox y también de la comandancia
del zapatismo. No puede regatearse tal mérito a ninguno de
ellos. El debate sobre la tribuna, insisto, quedó atrás.
De ahora en adelante, lo que queda es impulsar por todos los medios
que el proceso de paz que se ha puesto en marcha no se detenga.
* Felipe Calderón Hinojosa, coordinador del oficialista PAN
en la Cámara de Diputados y uno de los más fervientes
opositores de la presencia zapatista en el Congreso.
UNO MAS UNO *.
México
se da sus lujos
La jornada que vivió este país es verdaderamente
ejemplar en varios sentidos que merecen ser exaltados. No todos
los países pueden darse el lujo de tener en su tribuna republicana
por excelencia a representantes de un grupo armado sin que se haya
declarado la paz; pocos pueden presumir, también, de que
los medios de comunicación brinden a un evento de esta naturaleza
una cobertura privilegiada como la que hubo ayer. Y pocos grupos
armados, con una declaración de guerra vigente, pueden haber
en el mundo que se expresen de una manera tan ejemplar como la que
protagonizaron los comandantes del EZLN. Si bien el PAN tendrá
que entrar en período de reflexión para explorar todo
lo que le salió mal, para el resto de la clase política
viene el trabajo duro de verdad.
* Editorial
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OPINION
Por Rigoberta Menchú *
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Globalización
indígena
El movimiento indígena ha saltado al primer plano y está
influyendo en la acción
política. Al igual que con la justicia, lo que tenemos es
la globalización de los pueblos indígenas. Unicamente
mediante el diálogo cultural basado en el respeto mutuo y
el destierro de todas las huellas del colonialismo, racismo y superioridad
se podrá remediar la triste existencia de los 40 millones
de indígenas que viven en el continente y los 11 millones
que habitan en Guatemala. Ya empezó el nuevo milenio y aún
podemos constatar con tristeza cómo todavía continúan
las sistemáticas violaciones a los derechos inalienables
de los pueblos indígenas. Ante esta condición vergonzosa
es preciso prevenir la desaparición de los pueblos indígenas.
El conflicto de Chiapas nos plantea precisamente ese desafío,
es decir, erradicar las causas mismas que dieron origen a ese conflicto.
* Activista guatemalteca de derechos indígenas y Premio
Nobel de la Paz 1992.
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