Por Eduardo Tagliaferro
Las políticas de
Domingo Cavallo están en línea con la Carta de los Argentinos,
dijo Carlos Chacho Alvarez el jueves. Si pretendía
acallar el debate interno que recorre el Frepaso, es evidente que no lo
logró. Su definición pública, ocurrida tras más
de un mes de mutismo, potenció el espíritu rebelde y el
estado de asamblea que sacude al socio menor de la Alianza. Algo de eso
se verá hoy, tanto en el Plenario de la militancia
que hoy se desarrollará en la sede de la calle Ramos Mejía
de la Facultad de Ciencias Sociales como en el Congreso del Frente Grande
porteño que deliberará en el Club Vedra.
A su manera, Alvarez acusó recibo de las críticas internas.
Se puso en movimiento y dialogó con su tropa, buscando evitar la
diáspora. Su objetivo esencial es preservar la unidad para garantizar
la presencia del Frepaso en las listas de la Alianza. Pero no modificó
sus puntos de vista, antes bien redobló su apuesta cavallista.
Esto no impidió que implementará una serie de encuentros
para contener la diáspora.
Por primera vez en la historia de su fuerza, el líder partidario
recibió ayer en la Casa del Frente a todos los diputados provinciales
del Frepaso por Buenos Aires. El encuentro fue distendido e incluso Alvarez
se mostró amable con los que planteaban críticas. ¿Cuál
es el sentido de esta fuerza?, disparó el propio Chacho.
La pregunta llevaba implícita la respuesta. En su análisis,
el ex vice dijo que la primera premisa es mantener la Alianza.
En este punto opinó que no está dispuesto a discutir
el retiro del Frepaso del Gobierno porque sería como romper
la Alianza. El ex vice prefirió no analizar la actual composición
del gabinete nacional y las protestas que formulan sus allegados más
cercanos por haber sido radiados del mismo tras la renuncia de Ricardo
López Murphy.
La segunda definición que Alvarez disparó a sus compañeros
fue: El Frepaso no va a volver a nacer. La frase excluía
la posibilidad de volver al llano y ubicarse en la oposición a
las políticas oficiales. En este punto, algunos diputados le plantearon
a Chacho que el Gobierno había conformado otra Alianza. Una coalición
que incorporó a Cavallo y excluyó a los radicales y frepasistas.
Alvarez recuperó lo que ha sido su discurso público en esta
semana. Postuló que no había que quedarse con la imagen
del Cavallo de los 90 y reivindicó las políticas productivistas,
desechando las críticas de los diputados que, entre otros argumentos,
destacaron que el gravamen a las transacciones financieras es, si bien
encubierto, un nuevo ajuste que perjudicará a la clase media.
Hubo muchos silencios. Y algunas cabezas que asentían. Pero los
diputados provinciales no aceptaron que el Mingo vaya a convertirse en
un neodesarrollista. Si hoy Cavallo lleva adelante la Carta de los
Argentinos, eso será hasta las elecciones de octubre, porque en
diciembre estará levantando la Carta de los Norteamericanos,
sostuvo el diputado Horacio Piemonte.
Tengo un balance positivo de esta reunión porque ahora tenemos
mucha más claridad respecto de dónde está parado
Chacho Alvarez, manifestó la diputada Graciela Vanzán,
en un comunicado que titulaba: Hoy perdimos un referente del campo
popular. La legisladora manifestó a este diario que concurrirá
al plenario para reclamar la ruptura con el Frepaso. Piensa incorporarse
al Polo Social que candidatea al sacerdote Luis Farinello.
Aunque todavía no se puede saber qué ocurrirá en
el plenario, todo indica que no habrá muchos legisladores provinciales
que acompañen a Vanzán. Y que, entre los 12 diputados nacionales
convocantes, la mayoría no está dispuesta a romper, al menos
por ahora.
Ante las críticas que generó Cavallo, el líder frentista
tuvo por única respuesta que no hay otra alternativa.
Los legisladores provinciales sostuvieron que la misma respuesta les había
dado la conducción partidaria cuando los diputados denominados
rebeldes se opusieron al recorte del 12 por ciento a los sueldos estatales.
Si hoy Chacho reivindica las supuestas políticas productivistas
de Cavallo y critica los ajustes de José Luis Machinea, quiere
decir que en aquella ocasión teníamos razón,
comenta a este diario uno de los legisladores presentes.
Los legisladores provinciales también criticaron el perfil que
viene asumiendo su partido desde que la Alianza llegó al Gobierno.
Incluso resaltaron, con cierta tristeza, que las únicas voces críticas
que tuvo el Gobierno provienen del radicalismo.
Cuando se recortaron los sueldos estatales, las únicas voces
que se escucharon fueron las de Raúl Alfonsín y de Leopoldo
Moreau. Ahora, el único que plantea las cosas es (el ex ministro
del Interior) Federico Storani, dijo uno de los legisladores. En
este punto, Alvarez aceptó que si bien era posible criticar algunas
propuestas del Gobierno, éstas debían ser puntuales y analizadas
individualmente.
Algunos legisladores se encargaron de señalar que el plenario
de Sociales no será testimonial ni rupturista. Lejos de tranquilizarlo,
esta afirmación obligará a Alvarez a persistir en una tarea
que ha demostrado que no lo desvive: contener y organizar su fuerza.
A su manera, y con la ayuda de algunos destacados dirigentes, intentó
hacerlo en estos días. El diputado José Vitar y el jefe
de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, se movieron activamente
para disuadir a los rebeldes. Alvarez apeló a toda su influencia
personal para lograr que el diputado pampeano, Pablo Fernández,
desista de participar en el plenario rebelde. Al menos en esa gestión
tuvo éxito. A última hora de ayer, Fernández comunicó
que no participará del encuentro. Incluso asumiendo
como propios los argumentos del jefe partidario, sostuvo que el debate
no debe estar centrado en la adhesión o rechazo a una persona
sino en la adhesión a los principios de la Carta de los Argentinos.
La discusión interna también está presente entre
los frentistas porteños y se expresará en el congreso partidario
que sesionará en la mañana de hoy. El actual secretario
de Vivienda del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Eduardo Jozami,
dijo a este diario que la crisis interna tiene que ver con la incorporación
de Cavallo al Gobierno y es la más grave que atravesó el
Frente desde su nacimiento.
La interna partidaria crispó a más de un dirigente frentista.
El titular de la bancada aliancista en Diputados, Darío Alessandro,
reconocido por sus pares por su espíritu abierto y conciliador,
ayer sin embargo lo abandonó para desafiar a los rebeldes. Si
alguien está pensando que la salida política no es la Alianza,
que lo haga (que se vaya), dijo. Antes había vaticinado que
la convocatoria de los rebeldes sería mucho menor de lo que se
presuponía. Por su parte, Alvarez continúa desmintiendo
que él hubiera mocionado el ingreso de Cavallo al Gobierno. La
actual funcionaria porteña y esposa de Chacho, Liliana Chiernajowsky,
no fue tan contundente. En declaraciones radiales asumió que su
fuerza no se había opuesto al ingreso de Cavallo. Y se negó
a volver sobre sus dichos acerca de que el Frepaso no estaba preparado
para gobernar.
GUSTAVO
CARDESA (DIPUTADO PI)
El problema es político
Por E. T.
La crisis del Frepaso
no tiene nada que ver con la vivida por el PI, que de última era
una fuerza testimonial que estaba muy lejos del poder real, dice
el diputado Gustavo Cardesa para explicar la polémica que hoy divide
a los frentistas. Además de integrar el grupo convocante al plenario
disidente, Cardesa es el actual presidente del Partido Intransigente.
Al líder frentista, Carlos Chacho Alvarez siempre lo
estremeció pensar que su agrupación pudiera pasar por el
síndrome de la tercera fuerza; en diálogo con Página/12
Cardesa afirma que más que la crisis de las terceras fuerzas,
acá estuvo mal resuelta la contradicción entre la responsabilidad
y los principios.
La crisis de representación tuvo sus comienzos con el PI,
en la actualidad la crisis de representación superó a las
personalidades y la que está en cuestión es la política,
compara.
La militancia en el PI es para Cardesa su única experiencia política.
Este abogado de 45 años se incorporó a la huestes de Oscar
Alende en 1982, cuando ya se percibía la restauración democrática.
El primer local partidario marcaría su futura pertenencia interna:
la corriente liderada por el ex diputado Rafael Marino, que hizo de la
lucha por los derechos humanos una de sus banderas más importantes.
Fue uno de los fundadores de su partido en Berisso. Oriundo de Bahía
Blanca, estudió en La Plata y luego de casarse con una quilmeña
se radicó en Quilmes desde 1986. La ubicación geográfica
de su casa es casi un reflejo de su ubicación política.
Vive en una calle que marca la transición de un barrio lujoso y
una villa miseria.
Mi relación con los vecinos no se modificó cuando
asumí la diputación, a lo sumo recibo mayores reclamos sobre
las necesidades de la gente, dice cuando relata un día cualquiera
en Quilmes.
Cardesa fue uno de los que le disputó a Alende la personería
jurídica del PI. Alende se había incorporado a las listas
electorales del gobernador bonaerense Eduardo Duhalde y Cardesa se alineó
con los fundadores del Frente del Sur que candidateaba a Pino Solanas
en el 93.
La construcción de una nueva identidad que sintetizara las
distintas experiencias partidarias se hizo más difícil luego
de la muerte de (el dirigente frepasista) Carlos Auyero, razona.
Una de sus principales críticas al Frepaso es la falta de espacios
para el debate político. Se reprodujeron algunas prácticas
de los partidos tradicionales. El afán de ocupar espacios de poder
no sólo recreó a los viejos punteros sino que también
llevó a que algunos dirigentes aparecieran involucrados en denuncias
por corrupción, dice.
Su principal cuestionamiento no es metodológico sino la falta de
política para terminar con un modelo de exclusión, producto
del neoliberalismo. Desde el 97, cuando Graciela (Fernández
Meijide) ganó las elecciones de Buenos Aires, la gente no está
demandando calidad de gestión. Reclama que le resuelvan sus problemas
de bolsillo, sus dificultades económicas. Eso demuestra que lo
que está en crisis es el modelo, señala.
DIPUTADO
JORGE GILES
Debemos seguir juntos
Por E.T.
Su elección como diputado
nacional en 1997 fue la decantación de una larga trayectoria política
que lo encuentra participando del núcleo fundacional del Frente
Grande en el 93. A los 50 años, el diputado Jorge Giles recuerda
la obsesión del fallecido dirigente de ATE Germán Abdala
y del entonces diputado del Grupo de los 8, Carlos Chacho
Alvarez, por ampliar permanentemente el espacio político
de la agrupación y convertirla en un partido de mayorías.
Padre de cuatro hijos, Giles fue miembro de la primera mesa nacional del
Frente Grande junto a Carlos Auyero, Alvarez, Graciela Fernández
Meijide y Pino Solanas. Llegó al frentismo desde su militancia
en Ctera, al que se incorporó en el retorno de la democracia en
1983, cuando fue liberado de las cárceles de la dictadura en las
que estuvo preso ocho años. En 1975 fue detenido por el gobierno
de Isabel Perón, era miembro de la mesa de la Juventud Peronista
del Litoral. Fui uno de los que intentó resistir en la cárcel
del Chaco que se llevaran a los compañeros que mataron en Margarita
Belén, recuerda. Dio testimonio de la matanza ante la Cámara
Federal porteña que juzgó a las ex juntas militares y ante
el juez español Baltasar Garzón.
Nacido en Corrientes, en un hogar peronista, Giles recuerda: Mi
viejo era un activista peronista y ferroviario. Me crié en la resistencia
peronista ya que mi padre fue uno de los perseguidos por la Revolución
Libertadora.
Liberado, en 1983, se radica en Merlo. Se estaba gestando el Suteba. Experiencia
que Giles comparte con Mary Sánchez, Marta Maffei, Elsa Tata
Quiroz, entre otros. Desde nuestra agrupación, La Celeste,
veíamos con simpatía a algunos compañeros de la Renovación
Peronista. Comenzamos un diálogo fluido con los compañeros
de ATE y entablamos una gran amistad con Abdala, comenta. La
búsqueda de una nueva representación política de
las mayorías, como define Giles a la lista celeste, era lógico
que lo vinculara con el naciente Grupo de los Ocho. Mucha agua pasó
debajo del puente hasta este presente que lo encuentra discutiendo con
la conducción frentista el rol que debe tener el partido.
Yo no me puedo pelear con Chacho, siento afecto personal por él
y quiero creer que él siente lo mismo. Tengo un profundo respeto
por Chacho, lo considero un hombre íntegro y generoso hasta el
hartazgo. Eso no quiere decir que no disienta con su opción política
de apostar a la gobernabilidad de la derecha delarruista, porque ésa
no es la expectativa que la gente tiene hacia nosotros, dice para
explicar las diferencias.
Es tan necio que por nuestra disidencia se nos califique como grupos
sin peso político, como que nosotros dijéramos que la conducción
del Frente es cavallista, categoriza. La construcción
de un espacio de mayorías no presupone la incoherencia, no presupone
no tener un rumbo a seguir, En ese rumbo habrá distintos momentos.
Tenemos que seguir juntos respetando la razón de ser de esta fuerza
política, concluye cuando se le pregunta si se viene una
fractura dentro del Frepaso.
DIPUTADO
ALFREDO VILLALBA, EX DC
Democracia interna
Por E.T.
Ojalá que estos
plenarios movilicen al partido. Sólo así se evitará
la ruptura. Chacho era la idea permanente y hoy es un dirigente serio,
comenta a Página/12 el diputado Alfredo Villalba. Histórico
militante de la Democracia Cristiana, desde que comenzó a plantear
su disidencia con la conducción frentista, Villalba soporta los
comentarios permanentes de algunos compañeros de bancada cercanos
al oficialismo partidario. Vos te vas con (Luis) Farinello al Polo
Social, suelen repetirle.
¿Cuándo comenzó su militancia política?
Se remonta al tiempo en el que cursaba el colegio secundario. Además
de participar del centro de estudiantes fui presidente de la Confederación
Argentina de Estudiantes Secundarios.
¿Cuál es su profesión?
Soy abogado, estudié en la Universidad de Córdoba.
En esa época participé del integralismo cordobés.
Algunas huelgas y suspensiones me llevaron a que tuviera que terminar
mis estudios en Buenos Aires. Una vez recibido fui abogado de casi todos
los asentamientos de tierras que se daban en la Provincia de Buenos Aires.
¿Cuál era su partido político?
La Democracia Cristiana y más concretamente de la corriente
Humanismo y Liberación, en la que compartí momentos junto
a Carlos Auyero y Alberto Aramouni. Desde los años 78 y 82.
¿Siempre estuvo en la Democracia Cristiana?
Sí, pero vinculado con la izquierda social. Estaba muy vinculado
con la Pastoral Social tercermundista. Cuando Auyero rompe con la DC en
1985 me fui con él y participé del Frente Renovador, del
que nos fuimos cuando Carlos Menem le gana la interna del justicialismo
a Antonio Cafiero. Luego nos integramos a Democracia Popular. Compartí
esa experiencia con Auyero, Aramouni, Alberto Piccinini y Graciela Fernández
Meijide. De ahí fundamos el Frente del Sur primero, y luego el
Frente Grande.
Si no me equivoco, ¿actualmente es apoderado del Frente?
He sido apoderado del Frente Grande primero, del Frepaso después,
y ahora de la Alianza. Incluso soy presidente de la junta electoral nacional
del Frente Grande.
Este abogado, de 59 años, vecino de Avellaneda e hincha de Independiente,
está cumpliendo su segundo mandato como diputado nacional. Ingresó
por primera vez en el 95, renovó su banca en el 99.
No hay detrás de mis críticas una expectativa electoralista.
No aspiro a ningún cargo, dice. Cuando recuerda su ingreso
al Frente Grande insiste en que pensaba que se podía construir
una nueva identidad política que superara a los partidos políticos
tradicionales.
El fracaso de la gestión del Frente en las políticas
sociales profundizó las diferencias, sostiene. Aunque, a
la hora de repasar su militancia en la agrupación de Carlos Alvarez,
resalta la falta de democracia interna. Al hablar del ingreso
de Cavallo al Gabinete aliancista opina que lo más triste
de esto es que llevamos al Gobierno a quien considerábamos responsable
de la crisis social.
DIPUTADO
EDUARDO MACALUSE
Hemos retrocedido
Por E.T.
En 1999, Eduardo Macaluse renunció
al consejo directivo de Ctera para asumir como diputado nacional. Llegaba
a su banca luego de haber sido secretario adjunto de Suteba y uno de los
fundadores de la Confederación de Trabajadores Argentinos (CTA).
Hay lugares como la Ciudad de Buenos Aires, Rosario o Lomas de Zamora,
en los que estamos orgullosos de la experiencia aliancista en la gestión,
dice a Página/12 este diputado de 42 años. Mis hijos
tienen 14, 12 y 10 años y son todos de River Plate, dice
con orgullo antes de comenzar la entrevista.
Mi anterior militancia política se inscribe en el peronismo,
comenta. Antes del PJ trabajó durante diez años en una reserva
indígena junto al Obispo de Neuquén Jaime de Nevares. Esa
fue una experiencia que me marcó, dice recordando aquellos
años. Alternaba el trabajo social con su trabajo docente como profesor
de Lengua y Literatura.
Mi viejo era un obrero proveniente de una familia de librepensadores
y mi mamá docente y radical, comenta.
Participó de la construcción del Frente del Sur con Pino
Solanas y luego, del nacimiento del Frente Grande. En aquella época
todos los dirigentes del Frepaso decían lo que pensaban. Hoy se
perdió espontaneidad porque se privilegia la mirada institucional,
dice. Con Chacho siempre tuve una relación entrañable
y de profundo respeto intelectual. Es de los muy pocos políticos
que con una iniciativa puede cambiar un escenario porque siempre está
mirando dos o tres jugadas más allá de las que ve uno,
comenta.
A la hora de explicar las actuales diferencias que vive el Frepaso se
remite a la renuncia de Alvarez a la vicepresidencia. Se generó
una contradicción entre el mensaje que daba la renuncia de Chacho
y la acción del partido que daba un mensaje diferente. En esa tensión
se fue generando una telaraña que ahora dificulta los pasos a seguir,
dice.
Muchas veces los éxitos electorales taparon la falta de debate
político y organicidad del Frepaso. Nadie discute después
de un éxito. Ahora se nota porque estamos frente a un momento de
crisis, sostiene para explicar la polémica que lo enfrenta
con la conducción partidaria. Afirma que el Plenario que se realizará
hoy en la Facultad de Ciencias Sociales, marcará el comienzo de
un debate nacional. Debate que hasta el momento no se dio porque algunos
compañeros privilegiaron obtener espacios de poder para desde ahí
construir en lugar de construir desde la necesaria discusión política,
sostiene. Entre las tareas que le asigna a su partido está la de
liderar un debate cultural hacia una mejor sociedad. Según sus
puntos de vista, las elecciones electorales y ejercer el gobierno tiene
que ayudar a potenciar ese debate. Yo esperaba que el Frepaso ayudara
en la construcción de una sociedad más justa. Visto a la
distancia me parece que hemos retrocedido, esto no quiere decir que no
se puedan recuperar estas banderas, porque la trayectoria de muchos compañeros
de esta fuerza es de gran honestidad, sostiene insistiendo en que
no busca la ruptura de su partido y sí retomar las banderas históricas.
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