Todo escenario le es propicio a Domingo Cavallo, ya sea para lanzar alguna
nueva iniciativa o para machacar sobre sus ideas. Ayer, en oportunidad
de presentar su último libro, utilizó ambas opciones. La
primera, para arrojar algunas provocativas propuestas respecto del funcionamiento
del Mercosur. El arancel externo común no le conviene a nadie,
señaló, cuestionando el instrumento clave de la actual unión
aduanera. La segunda opción la puso en práctica para volver
sobre el tema de la convertibilidad y su futuro. No la vamos a abandonar,
aseguró, aunque insistió en la idea de cambiar el dólar
como ancla por una canasta de monedas fuertes. No va a haber ningún
salto devaluatorio, tampoco dolarización, enfatizó
luego.
Su libro Pasión por crear, que recoge una serie de diálogos
con su amigo y economista Juan Carlos De Pablo, refleja opiniones que
desde el llano Cavallo arrojaba temerario, pero que ahora desde su cargo
como ministro no estaría dispuesto a llevar adelante. Eso fue lo
que ayer, por la mañana y antes de la presentación, le fue
a explicar al embajador de Brasil en Buenos Aires, Sebastiao do Rego Barros,
previendo la reacción del país vecino ante lo expresado
en el libro. Ayer se volvió a atajar de probables ataques durante
la conferencia de prensa de presentación de su trabajo: señaló
que su propuesta tenía apenas la intención de abrir un espacio
de discusión.
En su charla matinal con el embajador, Cavallo subrayó que las
expresiones recogidas en su libro eran sus ideas como economista, pero
no la línea de acción que llevaría a la práctica
como funcionario. El mismo argumento había utilizado una semana
antes, cuando visitó Brasilia para informar personalmente al ministro
de Hacienda, Pedro Malan, al canciller, Celso Lafer, y al ministro de
Industria y Comercio, Alcides Tapias, sobre las medidas arancelarias que
estaba por adoptar. Aprovechó la oportunidad para poner al tanto
a los funcionarios brasileños del inminente lanzamiento de su sexto
libro, donde anticipó que habría expresiones sobre la relación
entre ambos países que podrían sensibilizar la piel de los
socios comerciales. Les pidió que no se asustasen con la calificación
de instrumento proteccionista de la vieja economía
al arancel externo común. Los funcionarios brasileños recordaron
que en julio de 1989, en su primera visita a Brasilia como canciller,
Cavallo había prevenido a los funcionarios locales de que en su
libro aparecido pocas semanas antes, Economía en tiempos de crisis,
había señalado que si Brasil insistía en invadir
el mercado argentino con productos a bajo precio por la devaluación,
la Argentina debería cerrar sus mercados. Pero que como ministro
no pensaba aplicar dichas ideas.
Luego, en público dijo que el Mercosur debería concentrar
los esfuerzos en expandir el libre comercio hacia el resto de los países
de Sudamérica y en lograr la plena integración de todos
sus factores de producción, lo que es mucho más importante
que discutir por el Arancel Externo Común.
Consideró que es una tontería que peleemos con Brasil
por las barreras aduaneras respecto de terceros países cuando
se podría estar trabajando para mejorar la competitividad
de las empresas instaladas en el bloque. En este sentido defendió
la necesidad de avanzar en la integración de los mercados de capitales
y de los servicios de transporte aéreo y telecomunicaciones.
En cuanto a la política cambiaria, insistió en que la Argentina
no se moverá del esquema de convertibilidad. Cavallo indicó
que en el futuro puede ser mejor tener un respaldo en dólares,
en euros y en otras monedas y el peso tener su valor fijo, pero en relación
a ellas. Y descartó de plano la posibilidad de reemplazar
el peso por el dólar al asegurar que es un retroceso mental
identificar convertibilidad con dolarización, marcando un
abismo entre sus postulados y los que sostienen el ex presidente Carlos
Menem, el actual titular del Banco Central, Pedro Pou, y los economistas
del Centro de Estudios Macroeconómicos de la Argentina,orientado
por el ex ministro Roque Fernández y su ex jefe de asesores, Carlos
Rodríguez.
Como para agregar énfasis a sus enunciados, Cavallo anticipó
que pedirá al Banco Central que vuelva a poner en circulación
el billete de un peso, porque es el símbolo de la Argentina
que volvió a tener al peso como moneda nacional. Una especie
de homenaje a sí mismo, como padre de la Convertibilidad.
Puesto con el índice
Domingo Cavallo sigue acomodando las piezas. Ayer nombró
a un hombre de su confianza, Héctor Montero, como nuevo titular
del Indec. Ese cargo era ocupado hasta ahora por Osvaldo Kacef,
quien había sido promovido hace cinco meses por el entonces
ministro de Economía, José Luis Machinea. Montero
regresa a la jefatura del organismo en el cual se desempeñó
desde 1991 hasta noviembre de 2000. El anuncio fue formulado por
el secretario de Política Económica, Federico Sturzenegger,
quien reveló que el regreso de Montero fue especialmente
reclamado por Cavallo. El funcionario también dijo que la
intención del Gobierno es darle la mayor independencia
posible al Indec y señaló que se intentará
una descentralización para liberarlo de presiones políticas.
A pesar de esa declaración, Cavallo decidió eyectar
a Kacef y poner en su lugar al mismo funcionario que había
designado en el 91, en su primera etapa como ministro. Por
otra parte, Sturzenegger ratificó la realización del
Censo previsto para los días 27 y 28 de octubre próximos.
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COMO
PENSABA Y SE VEIA EL SUPERMINISTRO ANTES DE LLEGAR A SERLO
La pasión según Cavallo, autobiográfico
Pasión por crear, el
libro que Domingo Cavallo presentó ayer, recoge y reproduce extensos
diálogos entre el actual ministro de Economía y Juan Carlos
De Pablo, en el que habla de sus experiencias en la función pública
y de sus orígenes. Pero, sobre todo, Cavallo habla de sí
mismo. He aquí algunos pasajes de la obra:
Cuando estaba cursando
segundo y tercer año juntos, en un determinado día había
mesa de examen de Economía III y Economía II. Yo rendí
Economía III comercio internacional y me saqué
un diez. Después fui a rendir Economía II macroeconomía.
Cuando el profesor Raúl Ríos se enteró de que yo
había rendido Economía III, consideró que había
violado la disposición sobre correlatividades y me quiso castigar,
porque entendía que yo no respetaba las reglas de la facultad.
Igualmente me tuvo que poner un diez.
Cuando mi mamá
me enseñaba el catecismo, y a través de la religión
fui aprendiendo sobre la visión del ser humano que mis padres me
transmitían, quedé impactado por aquello de que el hombre
fue creado a imagen y semejanza de Dios, y está en una suerte de
permanente evolución para aproximarse a El, aunque nunca alcance
la perfección.
No creo que un gobierno
que no se haya preparado y no tenga ideas claras y equipos lúcidos
pueda sustituir esas carencias con asesores externos, o entrando a capacitarse
o a aprender sobre la marcha. Un gobierno con esas carencias tiene que
cambiar. Lo cual no significa que se tenga que ir el presidente. Menem
no se fue después de un año y medio de fracasos y muchos
errores sino que organizó un gobierno diferente, en el que participé
como ministro.
Para presidir una nación
que necesita cambiar se necesita una personalidad como la mía.
Probablemente el día que la Argentina tenga instituciones políticas,
económicas y sociales de la calidad de las de Estados Unidos, Canadá,
Australia y los países europeos más avanzados, alguien con
tantas ganas de introducir cambios no sea la mejor persona para liderar
el país.
No descarto realizar
alianzas con las fuerzas políticas tradicionales, porque creo que
uno tiene que dejar abiertas todas las puertas para proveer el mejor gobierno
para la Argentina. Pero voy a tratar de que nuestra fuerza política
(Acción por la República) sea vista como una alternativa,
con una diferencia fundamental: nada de clientelismo para la captación
de votos y fuerte dedicación para la preparación del gobierno.
Había renunciado
quince días antes (del 26 de julio de 1996) y esa misma semana
había reiterado mi renuncia. Cuando ese día fui a verlo
a Menem, le propuse que lo llamara a Roberto Alemann para que aceptara
el cargo (él me decía que no podía aceptarme la renuncia
porque no tenía con quién reemplazarme), pero Menem decidió
armar un show y mostrar que él me echaba del Ministerio de Economía.
(Aldo) Dadone está
preso, precisamente, porque yo aporté las pruebas del acto de corrupción
que se produjo en el Banco Nación. Lamentablemente a Dadone le
fallaron los frenos éticos que una persona debe tener frente a
una responsabilidad como la que asumió.
La responsabilidad en
materia de educación, salud, seguridad y justicia es fundamentalmente
de los gobiernos provinciales o, en todo caso, de los municipios, en la
medida en que las provincias hayan realizado adecuados procesos de descentralización.
Recién ahora noto que algunos funcionarios del gobierno de De la
Rúa advierten que estaban equivocados (en la época de campaña),
pero siguen muy condicionados por el discurso electoral.
Hay que distinguir algunas
privatizaciones que se hicieron mal, como la de Aerolíneas Argentinas
y ENTel o la de los 10 mil kilómetros de rutas, en las que se comenzó
a cobrar peaje por mantenimiento, aprovechando un sistema que venía
de la época de Raúl Alfonsín: el Régimen o
Concesión por Iniciativas Privadas. También se hicieron
mal las privatizaciones de aeropuertos y correos, después que yo
dejé el Ministerio de Economía.
Otra
reforma previsional
La polémica
reforma previsional que sancionó el Gobierno por decreto de necesidad
y urgencia quedará sin efecto. Tal como había anticipado
Página/12, Domingo Cavallo aceptó el argumento de Carlos
Alvarez de que era preferible cerrar el debate por ese proyecto y enviar
uno nuevo al Congreso. El secretario de Seguridad Social, Jorge San Martino,
confirmó anoche que se resolvió poner en marcha la redacción
de una ley que parta de la base de un amplio consenso. Es
la segunda de las medidas que más desgaste le generaron al Gobierno,
cuya aplicación se anula desde la llegada de Cavallo a Economía.
La otra, también sancionada por decreto, fue la desregulación
de obras sociales.
Es una estupidez que el Gobierno se haya comprado semejante conflicto
sólo por enviar una señal a los mercados, le dijo
Cavallo a Alvarez y a un grupo de diputados frepasistas quince días
antes que el ministro se sumara al Poder Ejecutivo. De todos modos, cuando
remitió al Congreso el proyecto de ley de competitividad, Cavallo
solicitó poderes extraordinarios para modificar, entre otros puntos,
la ley previsional. En el marco de la dura negociación por esa
ley, los presidentes de los bloques del radicalismo y del Frepaso, Horacio
Pernasetti y Darío Alessandro, le dijeron al ministro que era preferible
resignar ese punto y conseguir a cambio el resto de las atribuciones.
Cavallo aceptó.
San Martino dijo ayer que la nueva reforma tendrá tres objetivos:
Universalizar la cobertura, asegurar la solvencia del régimen
público de reparto y maximizar la transparencia y competitividad
del régimen de capitalización. Este diario pudo saber
que el nuevo proyecto eliminará el aumento de la edad jubilatoria
de la mujer y flexibilizará la baja de la PBU (Prestación
Básica Universal), que en el decreto firmado por De la Rúa
la eliminaba para todas las jubilaciones mayores a 800 pesos y la reducía
para los haberes de entre 300 y 800 pesos.
La
tasa del call se disparó hasta el 55%
La tasa de interés para
las colocaciones en el mercado interbancario (call money) llegaron ayer
a pactarse al 55 por ciento. Ese salto se explica por la profunda iliquidez
que dominó al sistema debido a que durante marzo se fugaron no
menos de 3000 millones de depósitos. Entonces, las entidades necesitadas
de fondos para constituir los requisitos de liquidez (encajes, el dinero
que deben inmovilizar los bancos de los depósitos captados), exigidos
por el Banco Central salieron desesperados a tomar dinero en el mercado.
Ante esa situación de estrangulamiento monetario, el BC informó
anoche que disminuyó en dos puntos los encajes para abril.
De esa forma, los bancos recibirán un auxilio monetario al aumentarle
la liquidez disponible. El Central autorizará, solamente para el
mes próximo, una rebaja del 20 al 18 por ciento el encaje. Si bien
se trata de una medida transitoria, la disminución de los requisitos
de liquidez es un reclamo de ciertos bancos y grupos empresarios que aspiran
a una baja de la tasa de interés para impulsar el crecimiento del
nivel de actividad económica.
En tanto, en la plaza bursátil se registró un aumento del
3,8 por ciento en el riesgo país, mientras que el índice
Merval de la acciones líderes experimentó una leve suba
de 0,1 por ciento. En un contexto volátil que se inició
con subas a principios de semana y caídas el miércoles y
jueves, los operadores esperan inquietos la reanudación de la actividad
que tendrá lugar el martes próximo, pues además de
que comenzará a regir el nuevo impuesto a los débitos y
créditos en cuenta corriente, se teme la posibilidad de que sean
gravadas las transferencias de títulos y acciones con el impuesto
a las Ganancias.
El riesgo país subió un 3,8 por ciento y cerró en
930 puntos. Así, se diluyó gran parte de la recuperación
de los últimos días. El Merval cerró el mes en 443,81
puntos, con una suba del 1,8 por ciento y del 6,48 por ciento en el primer
trimestre.
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