El hecho de que el 2 de abril vuelva a ser feriado como durante la dictadura,
divide opiniones. Aquel día de 1982 desembarcaron las tropas argentinas
en Malvinas enviadas por el dictador Leopoldo Fortunato Galtieri. Hoy
se lo considera Día del Veterano y de los Caídos en
la Guerra de Malvinas. Para la diputada frepasista Irma Parentella,
por ejemplo, fue un día negro en la historia argentina, no
comprendo que pueda ser un día de valoración positiva.
El diputado justicialista Miguel Angel Toma, ex secretario de Seguridad
Interior, considera que es un absurdo pensar que elegir al 2 de
abril es reivindicar a la dictadura, ¿qué culpa tienen los
ex combatientes?. Rosendo Fraga, analista de opinión, introduce
una variante y se pregunta si tiene algún sentido que la
cuestión Malvinas sea conmemorada con un feriado. No
lo tiene ni la guerra con el Brasil ni la Guerra de la Triple Alianza,
reflexiona.
Raúl Alfonsín abolió en 1984 aquel feriado instaurado
un año antes por el presidente de facto Reynaldo Benito Bignone.
Lo hizo porque evaluó que implicaba reivindicar la dictadura y
reimplantó como el 10 de junio el día de 1833 en que
Luis Vernet fue nombrado gobernador de Malvinas como Día
de la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Malvinas,
Islas y Sector Antártico. La decisión de que el 2
de abril vuelva a ser feriado (trasladable) en lugar del 10 de junio no
fue sólo una decisión del Congreso refrendada por un decreto
presidencial. Según reveló ayer Página/12, el ex
ministro de Defensa Ricardo López Murphy, en nombre de los militares,
acordó con el presidente Fernando de la Rúa elevar
el rango del tema de las islas Malvinas como una forma de compensar
el impacto del repudio a los 25 años del golpe de Estado. El lunes
el mandatario encabezará el desfile cívico-militar en el
Regimiento Patricios.
Estoy sorprendido por el cambio. Me gustaría saber quién
lo decidió y por qué. No es un tema banal, tendría
que haberse dado un debate más amplio. Es como si mañana
dijeran que el 25 de Mayo no es más 25 de Mayo. Me parece criticable
el mecanismo que se utilizó, planteó el secretario
de Relaciones Económicas de la provincia de Buenos Aires, Diego
Guelar.
La única justificación para apoyar este feriado es
el reclamo de los ex combatientes. Creo que la fecha debería ser
otra, porque aquel 2 de abril en que muchos vivaron en la plaza lo que
parecía un reclamo de soberanía, en realidad fue un acto
de irresponsabilidad de un régimen dictatorial que caía
y pretendía salvarse llevando a una guerra que no tenía
sentido, sostiene la diputada radical Margarita Stolbizer. El ex
canciller radical Raúl Alconada Sempé describe que
la nueva fecha genera contradicciones: fue una medida absurda y criminal
de Galtieri, pero a su vez significó la incorporación de
cientos de jóvenes a la causa justa de pelear por nuestro territorio.
También recuerda que cuando el gobierno de Alfonsín resolvió
recuperar el feriado del 10 de junio nos acusaban de querer desmalvinizar
el conflicto y hacerles una concesión a los ingleses.
Toma sostiene que pensar que reivindicar a los ex combatientes el
2 de abril es defender a la dictadura es una enormidad. Los
ex combatientes agrega son más bien la contracara de
la concepción absurda de una guerra inadmisible y de la irracionalidad
del terrorismo de Estado. Su reivindicación es la de las Fuerzas
Armadas que queremos. El radical Juan Pablo Baylac cree que está
bien que el 2 de abril sea reconocido porque es un hito de la recuperación
de las Malvinas, causa que no habrá de cesar.
Con otra perspectiva Fraga, director del Centro de Estudios Unión
para la Nueva Mayoría, dice: La pregunta es cuál es
la razón por la cual Malvinas debe ser motivo de una conmemoración
con un feriado, sea en abril o en junio. A su entender la
guerra transformó la cuestión en un sentimiento social,
más que en un valor político o ideológico, y fue
la fecha de abril la que lo transformó en un sentimiento de este
tipo.
Parentella reconoce que hubo un pedido fuerte al Congreso de la
gente que combatió en Malvinas para que el 2 de abril sea feriado.
De todosmodos dice no lo comparto como no compartí
que Galtieri nos vendiera la recuperación de las islas cuando en
realidad era un hecho arbitrario que sólo servía para mandar
a morir a tantos chicos.
OPINION
Por Manuel Justo Gaggero *
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¡Nena, por fin te
encontré!
Cuando jugábamos a las escondidas vos buscabas lugares insólitos,
pero siempre lograbas gritar: piedra libre.
Te conocí en marzo de 1943 cuando nuestro padre me dijo que
mamá me había traído una hermanita. Atravesamos
la ciudad de Paraná que estaba en pleno carnaval en el viejo
Studebaker del tío Juan. Recuerdo, como una imagen borrosa,
que al pasar por el corso se subió al auto un payaso, que
me transmitía una relativa inquietud y al mismo tiempo alegría.
Nunca pensé, al verte recién nacida, que serías
tan importante en mi vida. Vivimos una infancia alegre y divertida,
pese a la estrechez económica. La Nona cocinaba y atendía
la casa, y mamá trabajaba como docente, ya que papá
había muerto pocos meses después de que vos nacieras.
Juntos nos emocionamos leyendo Corazón de DAmicis,
y participamos de las aventuras de los Tres Mosqueteros o del Tigre
de la Malasia, a quien emulábamos en nuestros juegos. Luego
vino la secundaria, y comenzaron las preocupaciones por la situación
social y política, que luego sería fundamental en
tu vida.
El día de la recepción a los maestros egresados de
la Escuela Normal de tu promoción, bailamos con la música
de Glenn Miller, y aquella Serenata a la luz de la luna,
y fue inolvidable para mí.
A principios de los 60 ingresaste a la Facultad de Filosofía
y Letras de Rosario para estudiar Psicología. En esos años
te impactaron Los Beatles, y los cambios culturales que acompañaban
a las luchas populares en los países del Tercer Mundo.
Completado tu primer año de estudios te incorporaste a la
Agrupación Avanzada, que conformaban militantes de Palabra
Obrera, un grupo marxistatrotskista que militaba en
el peronismo. Años más tarde conocerías a Luis
Enrique Pujals, y junto a él integrarías el Ejército
Revolucionario del Pueblo y el Partido Revolucionario de los Trabajadores.
Ya recibida de psicóloga, tu compromiso militante fue creciendo,
al mismo tiempo que crecía tu rechazo a las injusticias y
a la explotación. El secuestro y desaparición de Luis,
en septiembre de 1971, te provocó un enorme dolor, que superaste
para luchar por su aparición con vida, al mismo tiempo que
tratabas de evitarle al pequeño hijo de ambos, Enrique Ramiro,
los daños que le causaba la ausencia forzada del padre. Durante
ese período nos veíamos más esporádicamente,
por las exigencias que suponía para ambos la militancia en
distintos espacios políticos. Sin embargo, y más allá
de las diferencias, el cariño y el afecto mutuo no disminuían
para nada.
Después del 25 de mayo de 1973, y a raíz de la salida
del diario El Mundo, empezamos a vernos más seguido. Vos
seguías participando en la actividad de solidaridad,
al mismo tiempo que fortalecías tus vínculos...
Los hechos se sucedieron con gran dinamismo en aquellos años.
Comenzó la represión desatada por la Triple A y temiste
por mi vida. Decías, y te equivocaste, que a mí, por
ser una figura de exposición pública, me iban a matar
antes que a vos.
A finales del 75 impulsamos juntos yo ya militaba en
el PRT el llamado a un frente antigolpista y el golpe del
76 nos encontró en el mismo espacio organizativo. El
27 de marzo de aquel fatídico 76 me dijiste que ibas
a una reunión, de la que no me podías dar detalles.
Estabas contenta porque te habían promovido al Comité
Central del Partido. Dos días después serías
víctima de la represión desatada por la dictadura,
y te asesinaron en una quinta de Moreno. Escondieron tu cadáver
y nos negaron toda información. Veinte años más
tarde, y mediante un recurso interpuesto en un juzgado de San Martín
y gracias a un juez y a una secretaria que creen en la justicia,
logramos finalmente reconstruir los hechos que rodearon tu asesinato,
y recobrar los que posiblemente sean tus restos.
Por eso, Nena, ahora puedo decir ¡Piedra libre, por fin te
encontré!
* Abogado y docente. Homenaje a Emilia Susana Gaggero de Pujals
a 25 años de su desaparición.
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