Una peruana de 37 años, de nombre Julia, que reside en la villa
Los Piletones, en Villa Soldati, es la segunda persona afectada por un
cuadro de leptospirosis detectada, en lo que va del año, en la
Capital Federal. La mujer, que se encuentra internada en el Hospital Muñiz,
recibió ayer la visita del jefe del Gobierno porteño, Aníbal
Ibarra, quien dijo a Página/12 que la paciente está fuera
de peligro y que es la única que padece la enfermedad dentro
de su núcleo familiar. Ibarra informó además que
en el Muñiz están en observación otros
cuatro pacientes, procedentes del conurbano bonaerense, que tienen síntomas
propios de la leptospirosis, aunque el cuadro todavía no ha sido
confirmado. Cuando son 86 los casos confirmados en todo el país,
el ministro de Salud de la Nación, Héctor Lombardo, instó
a no generalizar el problema cuando sólo hubo
un pequeño brote en la localidad de Quilmes, en el sur del
conurbano, que ya estaría controlado (ver aparte).
Sobre la situación en la ciudad de Buenos Aires, Ibarra recordó
que en forma habitual se producen cinco o seis casos por año
de leptospirosis, y puntualizó: Por ahora estamos dentro
de los niveles normales. La villa Los Piletones adquirió
notoriedad en los últimos tiempos porque allí tiene su comedor
comunitario Margarita Barrientos, quien fue elegida mujer del año
en 1999 en la Feria de las Naciones.
Es un barrio con calles de tierra que suelen convertirse en verdaderos
lodazales cuando llueve. Por eso se cree que el barro habría sido
el medio conductor del contagio, ya que es común que las personas
transiten descalzas. La mujer afectada por el mal vive en compañía
de su marido y de sus tres hijos, quienes no tienen síntomas del
mal, pero de todas maneras están siendo controlados para
evitar cualquier derivación, explicaron las autoridades sanitarias
del Hospital Muñiz.
Lo que queremos resaltar es que no hay ningún brote en la
ciudad, dijeron sucesivamente Ibarra y el secretario de Salud porteño,
Marcos Buchbinder. Como prevención, en los últimos días
se intensificaron los operativos de control en las villas de Barracas,
Lugano, Bajo Flores y en distintas zonas críticas de la ciudad.
El jefe de Zoonosis del Muñiz, Alfredo Seijo, confirmó que
hay otros cuatro pacientes en observación.
Precisó que se trata de casos sospechosos y que por
eso se comenzó con el tratamiento habitual para la leptospirosis
hasta esperar el resultado de los estudios y confirmar el diagnóstico.
Seijo aclaró que los pacientes en observación presentan
un buen estado de salud, sin ninguna complicación.
El especialista recordó que en el país se registran habitualmente
unos 40 casos. La última vez que se superó esa
marca anual fue en 1990, cuando se registraron 120 casos, incluyendo algunos
ocurridos en serie dentro de las Fuerzas Armadas.
Seijo aclaró que caminar descalzo por el barro es uno de los modos
más habituales de contagio, pero que a veces se producen por hechos
fortuitos y en lugares frecuentados por gente de clase media o alta, como
ser al zambullirse en una pileta o al practicar deportes acuáticos
en ríos que están contaminados. Buchbinder aclaró
que el único brote es el que se produjo en el conurbano,
en referencia a la situación planteada en el partido de Quilmes.
Los otros casos registrados en el país son los normales y
ahora salen a la luz por la difusión que tuvo el tema.
Tanto Seijo como Buchbinder coincidieron en que lo más notable
de lo ocurrido es la cantidad de casos mortales (ya se registraron seis),
circunstancia derivada de la virulencia de la cepa que se
dio en los casos de Quilmes. Buchbinder dijo que no hay una causa
única sino que se ha producido un cóctel explosivo
que aúnan en la mayoría de los casos las condiciones de
pobreza, los basurales, la presencia de roedores o el barro producido
por las intensas lluvias del verano.
El secretario de Salud porteño informó que este fin de semana
largo se realizarán operativos preventivos en todos los centros
de salud de la ciudad, especialmente en las distintas villas de la Capital
Federal. Como derivación no deseada de las tareas de prevención,
se reportó por lo menosun caso de intoxicación en niños
por el exceso de celo en las fumigaciones para terminar con los roedores.
El ministro baja el
tono
En diálogo con los periodistas, evidenciando por momentos
cierto malestar por las informaciones que publican los diarios,
el ministro de Salud, Héctor Lombardo, sostuvo que hay
que evitar confusiones en lo que respecta al brote de leptospirosis.
El problema es que hubo un pequeño brote en Quilmes
y hay que reducir el problema al lugar donde apareció y no
generalizar, sostuvo el funcionario nacional. Llamó
a los medios a no generar más angustia en la
población con informaciones que no están adecuadas
a la realidad. Precisó, como ejemplo, que se
dice que hay un brote en la Capital Federal, y eso no está
ocurriendo.
Las medidas que se van a tomar son las que ya se están
tomando, dijo enfáticamente Lombardo al ser consultado
sobre el tema cuando salía ayer por la mañana de la
Casa de Gobierno. Vamos a hablar (del tema) porque si no los
medios se confunden y están asustando a la población,
fue la frase de apertura de la conferencia de prensa al paso. Respecto
de las medidas, dijo que lo primordial es terminar con las
ratas, ya que los roedores son los principales generadores
del mal. Al recordar que lo habitual son 40 casos anuales, reconoció
que hasta ahora se han producido más de 80 en todo el país.
Otro dato en el mismo sentido fue decir que el año pasado
hubo 500 casos en Estados Unidos y otros 400 en Francia,
lo que indicaría que los países desarrollados
y con un nivel de vida muy bueno tienen problemas de leptospirosis.
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