Por Maximiliano Montenegro
El mismo miércoles que
Fernando de la Rúa se reunía con Carlos Menem en la Rosada,
el gobernador riojano Angel Mazza presionaba desesperadamente al Banco
Nación para conseguir un préstamo sin garantías para
pagar los salarios públicos de marzo en la tierra del ex presidente.
Debido a la falta de avales, que hacen poco menos que imposible el recupero
del crédito, el pedido fue rechazado por el directorio del Nación,
que lo giró al Ministerio de Economía para que éste,
por escrito, asumiera o no la responsabilidad de concederlo. Domingo Cavallo
logró el miércoles que el senador Eduardo Menem hiciera
una defensa tan vehemente de la ley de superpoderes como no lo hizo hasta
ahora ningún funcionario del propio gobierno nacional, exceptuando
obviamente al superministro. Hay elementos de sobra para sospechar que
ese respaldo no fue desinteresado, sino que respondió al viejo
esquema de canje de votos en el Senado por dinero para las provincias,
que Cavallo explotó mejor que nadie durante su primera gestión
en Economía.
El apoyo de Eduardo Menem a los superpoderes en el Senado contrastó
con la posición de los otros dos senadores riojanos. Jorge Yoma,
con quien el senador Menem mantiene una interna a muerte, y el radical
Raúl Galván no estuvieron presentes en el recinto la madrugada
del jueves, cuando se selló la votación. Dicho sea de paso,
Mazza, además de delfín de Eduardo, fue secretario de Minería
de Cavallo, quien ayudó a financiar su camino hacia la gobernación,
donde llegó en 1995, cuando el Mingo todavía era ministro.
Entre las muchas mañas adquiridas por Cavallo en su primer paso
por Economía se destaca la estrategia de palo y zanahoria
con los gobernadores, distribuyendo discrecionalmente financiamiento entre
las provincias a cambio de apoyo a las medidas de Economía. Fue
él quien estableció que ninguna provincia podía endeudarse
con bancos privados locales o extranjeros sin autorización previa
de Hacienda, con lo cual cerró el grifo de la deuda a los gobernadores,
que debían pulular mansamente por los pasillos de Economía
para abrirlo.
Desesperado
Hoy el ahogo financiero de La Rioja es absoluto, tanto es así
que si Mazza no obtiene los 9 millones de dólares que, con urgencia,
solicitó por carta el 26 de marzo último al presidente del
Banco Nación, Enrique Olivera, no podrá pagar los salarios
de marzo. La provincia tiene cerrada la canilla de los bancos privados,
que en el contexto de la crisis son más reticentes a financiar
a los estados del interior, y mucho más a uno que tiene afectada
la coparticipación de impuestos, como garantía de deudas
anteriores, a un punto tal que ya no sirve para garantizar nuevos créditos.
La desesperación de Mazza por hacerse de esos fondos es tal que
operó sobre la sucursal La Rioja de la agencia Télam, de
donde salió un insólito despacho dando por otorgado el préstamo,
en el que además se decía que el gobierno riojano lo había
solicitado para afrontar las obligaciones financieras y salariales
más urgentes y anticipaba en qué condiciones lo devolvería
(ver aparte).
Sin embargo, desde el Nación negaron esa versión. No
hay crédito, no está otorgado para nada. El pedido fue denegado
porque no tenía garantías, dijo a este diario una
fuente del banco. La nueva Carta Orgánica del Nación autoriza
al directorio a conceder préstamos a las provincias a cambio de
una garantía autoliquidable, como son los fondos de
la coparticipación de impuestos federales que les transfiere el
gobierno nacional: si la provincia no puede pagar las cuotas
del crédito, entonces se van descontando automáticamente
de esa cuenta. Este mismo instrumento utilizan todos los bancos privados,
sabedores de que, de otro modo, los gobernadores podrían anteponer
otras prioridades a la devolución de los créditos. En tanto
que pleitear judicialmente, por ejemplo, en La Rioja, haría igualmente
incobrable el préstamo.
Hoy, el 62 por ciento de la coparticipación perteneciente a La
Rioja se halla afectada al pago de deudas. Así, de cada peso que
el gobierno nacional le debe girar a la provincia, los bancos acreedores
le retienen automáticamente 62 centavos.
Para deslindar toda responsabilidad en el asunto, con fecha 27 de marzo,
un día después del pedido de Mazza, el directorio del Nación
giró una nota al subsecretario de Provincias del Ministerio de
Economía, con copia al ministro Cavallo. Allí se da cuenta
de la demanda de Mazza. Se recuerda que conforme a la estipulado
por la Carta Orgánica del Banco Nación, en caso de concederse
un préstamo a una provincia, el mismo debería contar con
la garantía de la Secretaría de Hacienda o en su defecto
con la afectación de fondo de coparticipación de impuestos
federales. Y se concluye que en virtud de lo precedente la
operación crediticia no podría concretarse.
Luego se solicita a Economía que resuelva si el Tesoro nacional
garantizará el préstamo y si existe la posibilidad
cierta de utilizar como mecanismo de repago de la deuda el señalado
por el señor gobernador. La propuesta de Mazza es que el
préstamo se haga a cuenta de la reprivatización
del Banco de La Rioja, cuya venta original a Elías Sahad terminó
en cierre y para el que ahora se busca de un nuevo comprador. En el Nación
dicen que eso no es garantía de nada y argumentan que
Mazza confía en que el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Regional
le anticipe en las próximas semanas dinero por la privatización,
pero lo cierto es que este Fondo hoy está agotado.
Ahora Cavallo deberá decidir si elude la Carta Orgánica
del Nación y autoriza la operación, pese a los riesgos que
implicaría para el Banco y para el Estado nacional. Según
indican distintas fuentes, el ministro prometió eso y mucho
más a Eduardo Menem y Mazza, sus antiguos aliados dentro
del menemismo. Las normas preventivas del principal banco oficial tampoco
deberían ser un escollo para el superministro, en cuya primera
etapa en Economía el Nación otorgó los irrecuperables
préstamos al Grupo Yoma, entre otras escandalosas operaciones.
Cheques en blanco
En lo que va del año, no es la primera vez que Mazza pide
crédito al Banco Nación. El gobernador estuvo el 7
febrero en Buenos Aires, donde consiguió que le destrabaran
un préstamo por 12 millones. De ese crédito, 10 millones
serían destinados a planes de infraestructura en el marco
del Compromiso Federal para el Crecimiento y Disciplina Fiscal
firmado por Machinea con las provincias, y los 2 millones restantes
financiarían la la recolección vitivinícola
y de olivos. Sin embargo, el martes 13 de marzo volvió a
Buenos Aires, reclamándole al Banco que los dos millones
que iban para los agricultores se dieran como cheque en blanco,
sin el listado de los productores beneficiados. El directorio de
la entidad denegó la solicitud e hizo notar que Mazza estaba
utilizando los 10 millones ya otorgados para urgencias de corto
plazo, como pagar sueldos, en lugar de financiar proyectos de mediano
plazo, que era la finalidad original de los préstamos. Pero
como estaban garantizados contra la coparticipación no se
inquietó. Ahora que Mazza pretende directamente un cheque
en blanco sin garantía alguna la cosa es distinta.
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Una operación
con Télam
A veces la distancia entre la noticia y la realidad es mayor a
la que existe entre Buenos Aires y La Rioja. El jueves pasado, 29
de marzo, la agencia oficial Télam difundió un cable
fechado en La Rioja titulado El Banco Nación concedió
un préstamo puente de 9 millones a La Rioja se
aclaraba tras gestiones realizadas por el gobernador
Angel Maza con el presidente de la entidad, Enrique Olivera.
Luego decía que el gobierno riojano explicó
que el préstamo permitirá afrontar las obligaciones
financieras y salariales más urgentes, y acotaba que
la provincia debió recurrir a ese crédito dada
la iliquidez que sufre actualmente el Tesoro de la Nación.
Aunque no se explicita, el argumento de la administración
Mazza es que José Luis Machinea le venía pisando
los 225 millones de pesos anuales que según el gobierno
provincial acordó trasferirle De la Rúa a poco
de asumir como compensación de la reducción de los
cuantiosos ATN (Aportes del Tesoro Nacional) que le otorgaba Menem.
En cuanto al crédito, explicaba que era un préstamo
puente, porque será de inmediata devolución,
ya que la provincia aguarda que en un plazo no mayor a los 60 días
el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Regional le acredite poco
más de nueve millones de pesos correspondientes a la etapa
final de financiamiento por la reprivatización del Nuevo
Banco de La Rioja. Con el dinero del préstamo
el gobierno provincial prevé iniciar la próxima semana
el pago de los salarios de marzo a los empleados estatales,
concluye. Sorprendidos al leer el cable, en el Nación llegaron
a una sola conclusión: Están operando por todos
lados para conseguir los fondos.
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