Argentinos
Juniors que llegaba con la expectativa de mantenerse cerca de la
punta cayó en Parque Patricios frente a Huracán por
2 a 1 en un encuentro de escaso fútbol y muchísima violencia
entre la policía y la hinchada del conjunto perdedor. Los goles
del equipo de Carlos Babington fueron marcados por Iván Gabrich
y Juan Padra, mientras que Cristian Zermattén descontó para
Argentinos.
La primera situación del encuentro estuvo en los pies de Iván
Gabrich y el arquero Raúl Sanzotti salvó su arco y a los
19 minutos fue el de Huracán, Martín Ríos, quien
se lució en el mano a mano ante Federico Insúa. A partir
de allí, el partido cayó en un pozo donde ninguno de los
dos equipos tuvo precisión ni claridad para generar alguna chance
concreta. La superioridad numérica de Huracán, por expulsión
de Rolando Schiavi tras un codazo a Padra, recién se hizo sentir
a partir de los 39: en ese momento, un cabezazo de Sebastián Morquio
estuvo cerca de abrir el marcador. Pero la más clara que tuvo el
local fue sobre el final del primer tiempo: la buena intervención
de Sanzotti le impidió la apertura a Derlis Soto y el remate posterior
de Gabrich paso a milímetros del palo derecho.
El comienzo del segundo tiempo fue idéntico al final del primero:
Huracán, con la ventaja numérica, dominó territorialmente
al replegado Argentinos, obligando a renovados esfuerzos de Sanzotti.
La primera gran emoción se produjo a los 15 con un preciso cabezazo
de Gabrich. Con el resultado adverso, Argentinos se volcó de lleno
al ataque y con la expulsión de Gabrich, a los 23, por agresión
a De Muner, quedó mano a mano y entonces el desarrollo
se hizo de ida y vuelta.
Mientras Chaparro le dio más claridad y fútbol a Huracán,
el ingreso de Zermattén le brindó lo mismo a Argentinos.
A los 29, una doble pared por la izquierda entre Soto y Luis González
culminó con un suave remate de Padra quien estableció el
2-0 parcial.
El gol del descuento para el bicho estuvo a cargo de Zermattén,
con un preciso tiro libre combado desde 25 metros. Y ahí el partido
se animó. Poco después, a los 35, el empate estuvo en los
pies de Insúa, pero su remate rozó el travesaño y
volvió la tranquilidad a la gente de Huracán.
Sin embargo, en los instantes finales, el escaso fútbol dejó
protagonismo absoluto a la violencia, en este caso a cargo de hinchas
deArgentinos y la policía, que por varios minutos libraron una
verdadera batalla campal.
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