Por
F.C.
Las
reuniones del fin de semana no produjeron el anunciado cisma del Frepaso.
Los diputados rebeldes proclamaron su independencia, aunque eso no significará
que abandonarán el partido de Carlos Chacho Alvarez
y ni siquiera dejarán el bloque. Sirvió para contener,
explicaba ayer uno de las diputados que participó de la organización
del plenario que, explicó, debe ser entendido como un primer paso
hacia la ruptura si el Gobierno insiste en enviar al Congreso leyes que
se dirijan a profundizar el modelo neoliberal. Como podía
preverse, la no renuncia motivó críticas, sobre todo de
los sectores vinculados a la diputada Alicia Castro, en donde se calificó
al plenario de maniobra.
La gente sigue sintiendo al Frepaso como su lugar de pertenencia,
resumió ayer la diputada Marcela Bordenave el espíritu que
podía extraerse de las discusiones desarrolladas durante todo el
sábado en el plenario rebelde. Los más de mil militantes
que participaron del encuentro y del debate en las comisiones reivindicaron
mayoritariamente el Frepaso como el lugar desde el cual combatir al modelo
neoliberal y llevar adelante la lucha contra la corrupción.
Aunque en las comisiones hubo muchos militantes que se inclinaron por
abandonar la Alianza y, en segundo término, el Frepaso, también
reivindicaban el trabajo de la coalición a niveles más acotados
como, por ejemplo, las intendencias. Rechazaban la Alianza a nivel
nacional, pero la defendían a nivel local, sostenía
un diputado que quería marcar una de las contradicciones que se
habían repetido durante el debate y que era indicio de los problemas
que podría haber traído aparejado tomar una determinación
drástica como la ruptura.
La decisión final que podría calificarse de intermedia autonomía
sin separación permitirá a la decena de rebeldes formar
un bloque con aliados naturales como Elisa Carrió y los socialistas
democráticos. También sirvió para que los convocantes
quedaran más o menos conformes según sus semejanzas, pero,
sobre todo, con sus diferencias.
Por ejemplo, hubo dos diputados, Humberto Volando y Pablo Fernández,
que antes de la reunión directamente pidieron que los sacaran de
la convocatoria. María América González estuvo en
la convocatoria, pero no quiere cortar lazos con Chacho Alvarez, así
que a la hora de las conclusiones optó por una discreta retirada.
En cambio, Alfredo Villalba, Gustavo Cardesa y Federico Soñez estarían
entre quienes se sienten más afuera del Frepaso. En el medio, se
ubicarían Bordenave, Jorge Giles, José Luis Lanza, Eduardo
Macaluse, Elsa Quiroz y Ramón Torres Molina.
Para la Alianza y el Frepaso es muy importante que el bloque se mantenga
unido para seguir contando con quórum propio en los debates parlamentarios
que se vienen. Justamente, dos de los proyectos que el Gobierno enviará
esta semana al Congreso ley previsional y modificación del
sistema de salud eran vistos como fundamentales dentro del grupo
rebelde como definición de cuál será su futuro. Nosotros
trabajamos mucho en los debates por esos temas y hay que ver si nuestras
propuestas serán tenidas en cuenta, explicaba ayer un diputado.
Hubo una tendencia en el plenario desarrollado en el aula magna de la
Facultad de Ciencias Sociales: la mayoría de las críticas
fueron para Chacho Alvarez y no para Domingo Cavallo. Ayer, Alvarez, en
un reportaje exclusivo a Página/12, admitió errores en su
conducción, pero para los rebeldes eso no es suficiente. Hace
falta más autocrítica, más separación del
Gobierno y apertura del debate hacia otros sectores, respondió
Bordenave.
Pero el mismo nivel de crítica que tienen los rebeldes hacia Alvarez
era esgrimido por sectores rupturistas que acusaban a los rebeldes de
haber organizado el plenario de manera de acallar a quienes pedían
la separación. Hicieron venir gente del interior con el anzuelo
de que se iba a decidir la ruptura, pero los dividieron en comisiones
y lespresentaron unas conclusiones que estaban preparadas de antemano,
se enojaba ayer un dirigente cercano a Alicia Castro que pasó por
el plenario, pero sólo como escucha porque ya no pertenece al Frepaso.
No es que no hubo ruptura, si hablamos de mantener nuestra autonomía,
respondía uno de los legisladores convocantes al plenario. El diputado,
además, no dudaba de que lo del sábado había sido
un primer paso dirigido inequívocamente hacia la separación
que llegará a su tiempo. Y no antes, remarcaba. Mientras
llega ese momento, los rebeldes preparan las armas para sus próximas
batallas que llegarán más temprano que tarde. Por ejemplo,
esta semana, cuando participen de la reunión de bloque en donde
se discutirán los nuevos proyectos legislativos del oficialismo.
O, en unos días más, cuando lleven su discusión al
interior a plenarios regionales donde esperan escuchar nuevas voces.
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