Por
Eduardo Tagliaferro
El
sábado pasado, mientras se realizaban dos plenarios de discusión
interna del Frepaso, Carlos Chacho Alvarez concedía
a este diario un largo reportaje, publicado el domingo. El líder
frepasista reconocía errores y fracasos en la construcción
de la fuerza, pero reiteraba su decisión de seguir integrando el
Gobierno. Página/12 pidió a tres diputados rebeldes sus
reflexiones sobre los comentarios más importantes de Chacho. A
continuación, el contrapunto.
Alvarez: El Frepaso fue una fuerza que se construyó bastante
desorganizadamente, en base a los avances de la política nacional.
Con poca atención a la calidad interna.
Eduardo Macaluse: El Frepaso se construyó desorganizadamente
y esto es propio del crecimiento rápido. Chacho omite decir que
se nos sumaron elementos marginales que perdían las internas en
otros partidos y que eran aceptados sin beneficio de inventario.
Ramón Torres Molina: Alvarez no reconoce que se debió
dar organicidad al partido y no admitir militantes que habían sido
descartados en otras fuerzas políticas.
Marcela Bordenave: Indiscutiblemente no encontramos la forma de
la organización de un partido político democrático.
Se fue construyendo con lo mejor que aparecía. Hasta se llegó
a comprar punteros.
Alvarez: Hoy ante Cavallo el Frepaso no puede plantearse volver
a empezar.
Macaluse: Frente a la presencia de Cavallo en el gabinete no hay
que preguntarse si hay que apoyarlo o no. La pregunta es si va a resolver
la injusta distribución de la riqueza. A partir de la respuesta
de esa contradicción hay que definirse.
Torres Molina: Ninguna fuerza política vuelve a empezar.
A lo sumo, toma de la realidad lo que fue su experiencia. De lo que se
trata es de recuperar las bases fundacionales del Frente Grande y del
Frepaso.
Bordenave: Esta alianza no es la nuestra. El Gobierno es la expresión
de una alianza de derecha que defiende al neoliberalismo. Una alianza
en la que tanto el radicalismo como el Fresapo (sic) quedaron
afuera. Nunca construimos una base social que nos representara como sí
la tienen el peronismo y el radicalismo, quienes en los peores momentos
nunca la pierden.
Alvarez: Hay gente muy crítica a lo que hizo Cavallo en los
90 (...) No pido un cheque en blanco. Pido un seguimiento programático.
Macaluse: Cavallo tiene una concepción de la economía
y de la sociedad definida. Aunque un tercio de la población quede
fuera del proceso económico, ésa no es su preocupación
fundamental.
Torres Molina: A diferencia de los dirigentes políticos y
de los partidos, los economistas suelen ser consecuentes con sus ideas.
Hoy la política simplemente se plantea atenuar las posiciones más
extremas del neoliberalismo, pero no un cambio del modelo.
Bordenave: Ya en los 80 Cavallo fue el funcionario de la dictadura
que estatizó la deuda.
Alvarez: Nos faltaron especialistas propios.
Macaluse: Se subestimó a los cuadros profesionales que tiene
esta fuerza. Pensar que tan sólo 4 o 5 personas pueden ser ministros
en este país es una sumisión al pensamiento único,
algo bastante irracional.
Torres Molina: Si nuestra política defiende los intereses
nacionales, nunca vamos a tener economistas aceptados por lo que se llama
los mercados.
Bordenave: Puede ser que nos hayan faltado especialistas confiables
al mercado y al FMI. Cuando una fuerza se plantea transformar la sociedad
tiene que tener audacia, porque con alguien se va a enfrentar.
Alvarez: Todavía pensamos que el Frepaso puede encontrar
un punto de equilibrio entre sus ideales y el Gobierno. Macaluse:
Cada decisión tomada por De la Rúa colocó el
punto de equilibrio cada vez más lejos. A partir de la salida del
Gobierno de Chacho, ese equilibrio se hizo imposible.
Torres Molina: La actual política de derecha del Gobierno
contradice los objetivos históricos y programáticos del
Frepaso.
Bordenave: Es casi imposible. Si formamos parte del gobierno nacional
seríamos cómplices.
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