El
2 de abril amaneció belicoso en las proximidades del predio que
ocupa la Sociedad Rural, en Palermo, sobre las veredas aledañas
a la bailanta Metrópolis, donde un grupo de exaltados amantes del
baile y de la birra recibieron con golpes, navajazos y una lluvia de piedras
a tres policías de la comisaría 23ª que habían
llegado a bordo de un patrullero con la utópica intención
de poner orden. Los tres uniformados, uno de ellos en estado
grave, siguen internados en el Hospital Churruca, por los golpes recibidos
en la pelea y por el accidente sufrido sobre llovido mojado
por la ambulancia que los trasladaba al establecimiento asistencial. El
vehículo de auxilio tuvo que ser auxiliado porque luego de chocar
contra un taxi dio dos vuelcos y se llevó por delante otro auto
y un colectivo estacionados en la esquina de Medrano y Sarmiento, en Almagro.
Allí los heridos fueron siete incluyendo a los policías
ya golpeados, mientras que por el zafarrancho de combate en Metrópolis
sólo hubo un detenido.
El vecino Miguel Angel Berisso, que vive en un edificio lindero al local
de Metrópolis, se comunicó ayer con Página/12 para
recordar que el 12 de noviembre de 1999 hizo su primera denuncia, ante
el Centro de Gestión y Participación Zona 14 Este del gobierno
porteño, acerca de lo difícil que resulta la convivencia
con la bailanta, todas las noches de jueves a domingo, todos los meses,
de todos estos años. A partir de las 4 y hasta las 6.30,
resulta imposible descansar por los gritos, corridas, peleas, etcétera,
que producen las personas que se retiran del local, sostuvo la nota
recibida en su momento por Enrique Maldonado, titular del citado Centro
de Gestión y Participación.
Ayer por la madrugada, el cuadro descripto volvió a dibujarse en
los alrededores de Metrópolis, en Santa Fe 4399, entre Darregueira
y Fray Justo Santa María de Oro, en el ángulo noroeste del
predio de varias manzanas que ocupa la Sociedad Rural. A las 4.48, según
la información policial, un móvil con tres agentes llegó
para tratar de disolver una pelea entre varios hombres algo excitados
por el alcohol y el baile. Al parecer, el revuelo comenzó dentro
del local, sin que los custodios pudieran frenar los disturbios, que continuaron
en la calle.
La derrota policial fue contundente: los tres agentes cuyos nombres
no fueron proporcionados por la Federal resultaron heridos. Uno
recibió golpes y un navajazo en una mano; otro, un impacto muy
fuerte en el tórax con una piedra u objeto de gran tamaño
y el tercero perdió un par de dientes y sufrió magullones
propios de una lucha desigual en cuanto a número, ya que los rivales
de un minuto antes se unieron para pelear juntos contra la policía.
Mientras la mayoría de los belicosos bailanteros escapaban para
evitar ser detenidos por otros policías que fueron llegando al
lugar, los tres heridos fueron subidos a una ambulancia, en la que partieron
rumbo al Hospital Bartolomé Churruca. En pleno viaje, la Trafic
blanca chocó con un taxi Renault 19 en la esquina de Medrano y
Sarmiento. La ambulancia realizó dos vuelcos y terminó incrustándose
contra dos rodados que estaban estacionados. Como consecuencia del choque,
además de la segunda vuelta de lesiones para los policías,
sufrieron heridas leves un médico, una enfermera y los choferes
de los dos vehículos. Los civiles fueron llevados al Hospital Ramos
Mejía, mientras los policías siguieron viaje hacia el Churruca,
esta vez en helicópteros que aterrizaron sobre Medrano.
Es grave el estado del oficial herido en la mano, que además sufrió
un traumatismo craneano y tuvo que ser operado como resultado
del accidente posterior, dijeron fuentes policiales. La sucesión
de hecho dio lugar a la intervención de dos juzgados correccionales:
el número 10, a cargo de Fernando Larrain, investiga la pelea,
y el número 14, de Fernando Pigni, el choque y vuelco de la ambulancia.
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