Por
Horacio Cecchi
En
la localidad de El Bolsón, cuando las papas queman las usan para
pagar impuestos. Aunque desde hace dos años el municipio viene
remontando la cantidad de contribuyentes morosos, la situación
sigue siendo difícil. Alrededor del 30 por ciento de la población
no paga las tasas e impuestos. El presupuesto municipal es una papa caliente:
900 mil pesos de una deuda que se arrastra desde hace varios años.
Para solucionar la crisis, el actual intendente, el radical Sergio Wisky,
además de disponer rebajas en tasas e impuestos habilitó
la antigua modalidad del trueque: desde la semana que viene aceptarán
el pago de deudas con especies o servicios personales.
Los ofrecimientos han sido de lo más insólitos y diversos:
un deudor pagará con una camioneta que se utilizará para
velatorios públicos. Otro, proveerá de una máquina
picadora de madera. Un jardinero ofreció desmalezar paseos o baldíos.
También propusieron sus servicios, mecánicos, electricistas,
profesores de baile y de artesanías. Para cortar con la deuda se
registró hasta un peluquero.
Wisky no es un intendente formal. Médico de profesión, una
semana antes de disponer el trueque había pedido permiso para ocupar
un cargo en el hospital local, para donar su sueldo de intendente al municipio.
Por el momento, la cuestión está trabada porque la Carta
Orgánica exige que la dedicación de funcionario sea full
time.
Simultáneamente, llevaba adelante la recuperación de la
deuda que mantienen buena parte de los 4600 contribuyentes de la localidad.
Mejoramos el cobro de los impuestos y las tasas. Cuando nos hicimos
cargo, en el 99, había una cultura del no pago. El 77 por
ciento era moroso. Mediante moratorias, duplicamos los ingresos y redujimos
el nivel de morosos a un 30 por ciento.
Pero hace una semana, y como alternativa a la ejecución judicial
de propiedades, Wisky sacó una resolución por la que transformó
al trueque en moneda oficial para recuperar parte de los 900 mil pesos
de deuda. La aspiración es cobrar 630 mil. ¿Cómo?
Abrió un registro público donde se inscribirá todo
aquel que esté interesado en pagar con bienes y servicios útiles
a la comuna. Los inscriptos y sus productos serán evaluados y valorados
por una comisión y, si todo está en orden, pagarán
su deuda de ese modo. Una especie de probation municipal.
Es el único modo en que aquellos que por la caída
de la actividad económica no pueden cancelar sus deudas, entren
al sistema. Algunos arrastran su situación de morosos desde hace
cinco años. Desde 15 mil hasta 200 pesos, hay de todo, explicó
Wisky a Página/12. La propuesta tuvo éxito. Sobre 1442 deudores,
ya se recibieron alrededor de 400 interesados. Y si en El Bolsón
las moras son autóctonas, las ofertas no se quedaron atrás:
Un electricista pagará su deuda haciendo el mantenimiento de las
unidades de la Municipalidad. Otro tiene una máquina chipeadora,
que se usa para cortar los rezagos de madera en pequeños bloquecitos
que después tienen diferentes utilidades. Tenemos muchos residuos
verdes en la ciudad y los que surgen de la limpieza de los bosques en
verano. Vamos a usar la chipeadora para esos residuos y con el producto
fabricaremos unos tubos prensados que se usan para quemar como prevención
de heladas, en lugar de quemar cubiertas, como se suele hacer, explicó
Wisky entusiasmado.
Entre los interesados hay profesoras de artesanías y de diferentes
bailes. Vamos a hacer talleres de artesanía en los barrios
más carenciados, y se van a dictar clases de baile. Incluso
hasta un peluquero aparece en el registro. Si un chico de las zonas
pobres no tiene dinero y se quiere cortar el pelo, va a llamar al peluquero,
que va a ir a su casa y le va hacer el corte.
Pero el más curioso de todos fue el caso de un deudor, totalmente
quebrado e imposibilitado de remontar, que ofreció saldar pagando
con su camioneta. Nosotros pensamos abrir una sala pública
de velatorios, y laidea es que los que la usen puedan utilizar la camionetita
para los transportes de los cortejos fúnebres.
|